TH, 2n VOLUM. Rey y alcaldes

SR. FRANCISCO MANUEL DE LA TORRE PRADOS Alcalde de Málaga desde 2000.

Texto del 26/07/05,
Fotografía cedida por el Ayuntamiento de Málaga

Fundada por los fenicios, el enclave de Málaga ha atravesado períodos históricos brillantes, llegando a convertirse, durante el dominio árabe, en el puerto por excelencia del Reino de Granada. Hoy, tras la culminación de muchos de los planes concebidos para transformar la ciudad, los malagueños pueden disfrutar con plenitud de la remodelación, la red de servicios y los grandes equipamiento culturales. El alcalde, Francisco de la Torre, gestor de este gran cambio, sueña con ver a su ciudad, uno de los focos centrales de desarrollo económico de Andalucía, entre las urbes europeas más avanzadas por su calidad de vida y perspectivas de futuro. 

Sustituí en la alcaldía a Celia Villalobos cuando ésta la dejó para convertirse en ministra

Nací en Málaga. Soy doctor ingeniero agrónomo y licenciado en sociología. Me especialicé en Desarrollo Regional por la Universidad de Rennes, Francia. Fui presidente de la Diputación Provincial de Málaga, diputado en el Congreso de los Diputados de 1977 a 1982, primer teniente de alcalde y, entre 2001 y 2003, encabecé la Comisión de Haciendas Locales de la Federación Española de Municipios y Provincias. Me incorporé a la vida municipal en 1995 en la lista encabezada por Celia Villalobos, por una invitación muy personal de ella y también del PP, y repetí en 1999. La sustituí en 2.000 cuando dejó la alcaldía para convertirse en ministra. En 2003 encabecé la candidatura y gané las elecciones. Compagino mi cargo de alcalde con la vicepresidencia de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias y la presidencia de la Comisión de Movilidad y Accesibilidad del mismo organismo.

Los alcaldes no tenemos más remedio que desarrollar funciones y competencias que nosotros llamamos impropias

Al estar muy cerca del ciudadano, los alcaldes no tenemos más remedio que desarrollar funciones y competencias que nosotros llamamos impropias, que no corresponden al nivel de la Administración local, y que consumen el 30% del presupuesto que habría de asignarse a destinos más estrictamente municipales. Abordamos aspectos sociales, como los asuntos derivados de la inmigración y la promoción de la cultura y el deporte, pero sin recibir recursos que deberían proceder de los ámbitos central o autonómico. Con relación a este hecho, la Federación Española de Municipios y Provincias prevé plantear ante el Gobierno unas compensaciones.

Traslado de las competencias pertinentes y su acompañamiento presupuestario al nivel local

Durante la Transición, las autonomías han batallado por las competencias transferidas del Estado central. Una vez aprobada la lección de las autonomías, la asignatura pendiente consiste en trasladar las competencias pertinentes y su acompañamiento presupuestario al nivel local. El principio de subsidiariedad, que inspira a la organización política europea, camina en esta dirección. Primero se debe colmar de competencias el ámbito local y lo que no concierna al municipio pertenece a una esfera más alta, sea regional, nacional o europea. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, deberían unificar criterios para impulsar este principio en las autonomías que gobiernan pues, a menudo, se observa que el Gobierno central, independientemente de su signo político, se ve condicionado por organizaciones nacionalistas que se centran en potenciar la esfera autonómica, olvidando en gran medida los intereses locales.

Formamos parte del gran ámbito de la Europa de las ciudades

En Andalucía estamos planteando que, en la etapa actual de reformas estatutarias, no apoyaremos modificaciones que no incluyan claramente un propósito de potenciación del escalón local. Hay que tener en cuenta que formamos parte del gran ámbito de la Europa de las ciudades, donde los espacios urbanos compiten noblemente entre sí en proyección cultural, captación de iniciativas de investigación, creación de nuevas empresas, etc., y esa competencia tendrá más éxito en la medida en que el poder local se consolide. En comparación con las europeas, las ciudades españolas viven en una suerte de segunda división, no porque no sepamos gestionarlas, sino porque nuestros recursos son inferiores. Mi sueño como alcalde es que Málaga acceda a la primera división de las ciudades europeas, en el plano político y administrativo.

La Diputación provincial tiene mucho sentido en un país con más de 8.000 Ayuntamientos

La Diputación provincial tiene mucho sentido en un país con más de 8.000 Ayuntamientos y en el que prácticamente todas las provincias tienen municipios de menos de 1.000 habitantes. Tanto en los pequeños como en los medianos hay determinados servicios, el abastecimiento de agua, la recogida de basuras, etc., que pueden ser atendidos mucho mejor desde el marco provincial. En el nuevo proceso de descentralización la diputación puede jugar un papel clave de apoyo a los municipios pequeños para asegurarles las competencias pactadas. En el momento de articular esa transformación, el pequeño municipio debe animarse a abordar las nuevas competencias, sabiendo que puede hacerlo mancomunándose con otras localidades y que cuenta con el apoyo técnico de la diputación.

Málaga ha heredado del pintor Pablo Ruiz Picasso uno de los tres museos de mayor importancia mundial

Málaga, capital de su provincia homónima, está situada a poco más de 100 kilómetros del estrecho de Gibraltar y poblada por 575.000 habitantes, sobre una superficie de 405 kilómetros cuadrados. En el transcurso de su historia, numerosas civilizaciones han dejado su impronta en la ciudad. De su legado patrimonial, destaca el Teatro Romano, el castillo de Gibralfaro, la Alcazaba, la catedral de la Encarnación y el monumento en honor del liberal español José María Torrijos. También ha heredado, de uno de sus geniales hijos, el pintor Pablo Ruiz Picasso, uno de los tres museos de mayor importancia mundial, así como su casa natal, donde se conservan objetos de la infancia del artista.

Málaga una de las bases de la economía andaluza

En los últimos años, Málaga  se ha convertido en una de las bases de la economía andaluza, con unos indicadores económicos que auguran expectativas cada vez mejores. Es la provincia andaluza que ha experimentado un mayor crecimiento durante los últimos diez años. El Valor Añadido Bruto crece anualmente y sobrepasa el 20%, la renta per cápita supera el promedio regional, un tercio de las empresas que se crean en Andalucía son malagueñas y el paro se ha reducido ostensiblemente, del 36% en 1995 a menos de la mitad.

Promoción de la formación y el autoempleo, fundamentalmente entre las mujeres y los jóvenes

Cuando tomé posesión de mi cargo de alcalde, el principal objetivo que me planteé fue reducir el paro e incrementar la calidad en todos los servicios de la ciudad. Con este fin, hemos promovido el empleo, mediante ayudas a la iniciativa de creación y modernización de las pequeñas y medianas empresas, así como a la promoción de la formación y el autoempleo, fundamentalmente entre las mujeres y los jóvenes. En el campo educativo, se ha decidido ampliar la Universidad de Málaga con la concesión de un millón de metros cuadrados. Desde principios de 2005 disfrutamos de un agua de gran calidad, con lo que se puede prescindir de la embotellada, gracias a la construcción de la planta desaladora de El Atabal, proyecto en el que ha invertido el Ayuntamiento y de cuyo coste de mantenimiento se encarga.

Han visto la luz muchos de los planes concebidos para transformar definitivamente la ciudad

Durante los últimos años han visto la luz muchos de los planes concebidos para transformar definitivamente la ciudad, como la renovación del centro histórico y proyectos culturales de la magnitud del Centro de Arte Contemporáneo. Carecíamos de Palacio de Ferias y Congresos y ya lo tenemos, ahora estamos llenándolo de contenido y de vida con la feria del turismo cultural, entre otras muestras. Tenemos muy avanzado el Plan del Puerto, iniciado en 2003, que está ideado para favorecer el uso ciudadano ya que engloba la construcción de locales comerciales y de restauración, un paseo peatonal, un instituto oceanográfico, un edificio cultural con un salón de actos de 500 plazas, salas de exposiciones, diversos locales comerciales y más de 1.000 plazas de aparcamiento. El crecimiento del tráfico aéreo motivó el inicio del plan de ampliación y mejora de las instalaciones del aeropuerto, entre cuyas obras se sobresale la nueva torre de control, ya terminada, una segunda pista de 3.400 metros y los accesos para conectar con la Segunda Ronda y con la autovía de La Colina.

Incremento de suelo industrial superior a los dos millones de metros cuadrados

Según el avance de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, las previsiones apuntan un incremento de suelo industrial superior a los dos millones de metros cuadrados. El Parque Tecnológico se ampliará con un millón más. Éste es el lugar idóneo para la instalación de PYMES y grandes empresas, innovadoras, respetuosas con el medio ambiente y dedicadas a la producción, a los servicios avanzados y a la investigación y desarrollo (I + D). Aquí está ubicada la empresa más importante de España dentro de Telefónica Móviles. Fabrica cerca de 5 millones de teléfonos al año.

3.000 plazas hoteleras más en el centro de la ciudad 

En el período 2000-2005, el turismo, que representa una de las principales fuentes de ingresos de Málaga, se multiplicó por 1,5. Esto ha motivado la necesidad de incrementar un 50% el número de plazas hoteleras. Para atender esta demanda la ciudad dispone de 6.000, que se añaden a las decenas de miles existentes en la costa. En un plazo de varios años, cuando se terminen los numerosos hoteles que están en construcción, dispondremos de unas 3.000 plazas más en el centro de la ciudad. Entonces, habrá una oferta variada para que el visitante pueda escoger entre un hotel con encanto situado en el centro, un hotel en el entorno de Málaga con paisajes singulares o un gran hotel de convenciones.

Juan Carlos I es un hombre enamorado de España y muy consciente del papel moderador que debe ejercer la Corona

El Rey estuvo en Málaga con motivo de la inauguración de la XVII Asamblea General de la Asociación de Cámaras de Comercio del Mediterráneo que se celebró en 2005 en el Palacio de Ferias y Congresos. En esta ocasión, tuve el honor de hablar con él. Asimismo, suelo tener una breve conversación con el Rey en la recepción en el Palacio Real a la que estamos invitados los alcaldes de las capitales cada 12 de octubre. Su Majestad destaca por ser una persona atenta y entrañable, que hace que todo el mundo se sienta cómodo en su compañía. Además, es un hombre enamorado de España y muy consciente del papel moderador que debe ejercer la Corona. La Infanta Cristina vino a Málaga para inaugurar el Centro de Arte Contemporáneo y el Príncipe Felipe se acercó a la ciudad en una gira que hizo por toda Andalucía. La infanta Elena también nos visitó con motivo de unos campeonatos de hípica. En estos encuentros los malagueños siempre han expresado una gran simpatía hacia todos los miembros de la Familia Real.

Don Juan Carlos, símbolo de unidad y moderador de las instituciones

Con la perspectiva de tres décadas, recuerdo la Transición como una etapa en la que había una visión muy clara y realista del camino que debía seguir España. Se produjeron numerosas intervenciones dignas de destacar, la de Fernández Miranda o la de Adolfo Suárez, pero no cabe duda de que en aquellos años la actuación clave fue la del Rey, como confirman hoy los historiadores. Es bueno que los españoles recordemos el importante papel que el Rey desempeñó entonces y continua ejerciendo actualmente, de acuerdo con la Constitución, en la que se contempla su figura como Jefe del Estado, símbolo de unidad y moderador de las instituciones. El cúmulo de méritos históricos obtenidos por don Juan Carlos le ha proporcionado un prestigio, capacidad y proyección moral que fortalecen su papel y facilitan su labor. Esperemos que el Príncipe Felipe no se vea en la necesidad de experimentar las mismas vicisitudes que vivió su progenitor. Sus virtudes surgirán del trabajo diario, del sentido de la responsabilidad y de la cercanía al pueblo. Ése es el camino que debe recorrer y que, de hecho, ya ha comenzado.

Como diputado viví el 23-F con bastante intensidad

El coronel Tejero estuvo destinado en Málaga y era conocido por sus posiciones radicales. Cuando entró en el hemiciclo no dudé del sentido de su presencia y supe que se trataba de un golpe de Estado. Como diputado viví el 23-F con bastante intensidad. Experimentamos sensaciones agobiantes cuando Tejero ordenó poner las sillas sobre la mesa “para prender fuego por si se iba la luz” y al aislar a Suárez, González y Carrillo. Tenía cerca al compañero Julen Guimón, diputado de UCD por el País Vasco, que a veces llevaba una pequeña radio portátil con auriculares. Le pregunté si la tenía y me contestó afirmativamente. En mis salidas a los servicios supe que no había ningún herido y que sólo quedaba Valencia. Al volver al escaño, le pedí la radio a Julen Guimón, pero no quiso dejármela. En un descuido, le cogí la carpeta donde la guardaba, subí unos escaños y, haciendo ver que dormitaba, escuché las noticias. Me enteré de que el comandante Pardo Zancada se había unido a Tejero con 113 hombres de la División Acorazada. Transmití la noticia hacia las gradas inferiores, recogiéndola el historiador y diputado por UCD, Ricardo de la Cierva, quien me dijo textualmente, “soy testigo de lo que estás haciendo”. Luego, continué comunicando la noticia hasta el banco del Gobierno. Intuimos que algo les fallaba a los golpistas. Luego supimos del mensaje del Rey y de una serie de noticias positivas que fueron tranquilizándonos. Aquella pesadilla estaba finalizando y a media mañana del día 24 pudimos salir.

Los españoles nos sentimos orgullosos de tener una reina excepcional como Doña Sofía

He tenido ocasión de ver a la Reina no hace mucho, pues ella preside el Real Patronato sobre Discapacidad, del cual formo parte. Es una persona muy sensible en muchas cuestiones y en el Patronato se vuelca y se identifica con todos los problemas sociales y humanos. También he coincidido con ella en la misión de la delegación española para la Olimpíada de Madrid 2012, que Doña Sofía apoyó en Singapur. Fui testigo, junto a otros alcaldes, de su intervención ante el Comité Olímpico Internacional defendiendo la candidatura española. En una demostración de su forma de entender el servicio al país, colaboró con naturalidad y cercanía, poniendo su prestigio a favor de un proyecto que estuvo cerca de ser elegido. Los españoles nos sentimos orgullosos de tener una reina excepcional como Doña Sofía.