Sr. Honorino Sánchez Pardías
Sr. Honorino Sánchez Pardías
TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

HONORINO SÁNCHEZ PARDÍAS

DIMSA

Texto del 31/10/2012

Entre los logros que cabe atribuir al economista responsable de esta entidad dedicada al sector del reciclaje de metales y subproductos no férricos destaca la implantación de una organización eficaz, seria y profesionalizada; una capacidad de gestión que no ve en las medidas anticrisis aplicadas hasta ahora por el Gobierno, pues a la contención deberían sumarse las estrategias de impulso para incentivar el consumo y promover la creación de empresas.

Vocación empresarial surgida de manera gradual y progresiva

Soy licenciado en Económicas y Empresariales, tengo estudios de Derecho y complementé mi formación académica con un máster en Dirección de Pymes y Liderazgo de Actividades Directivas. Mi vocación empresarial se ha ido despertando de manera gradual y progresiva a lo largo de una trayectoria profesional que he desarrollado en sectores muy diversos, como son los servicios o la alimentación. Desde el año 2009, ocupo el cargo de director general de Dimsa, empresa que nació en 1973 como una pequeña chatarrería de recogida de hierros y metales, provenientes tanto del consumo diario en hogares como de residuos industriales. Durante los primeros años en los que no existía ningún tipo de regulación relativa al reciclaje, la empresa experimentó un crecimiento sostenido, motivo por el cual trasladó su modesto almacén a unas instalaciones de 12.000 m2, situadas a las afueras de Bilbao, que por entonces eran las más modernas de la provincia.

Evolución del sector del reciclaje en los años 80 y 90

En la década de los 80, Dimsa había ampliado las recogidas de material y creó delegaciones comerciales en Canarias, Andalucía, Asturias, Galicia, Santander y País Vasco. Fue la época más próspera de la sociedad y también del sector del reciclaje en su conjunto, pues se beneficiaban del boom inmobiliario en España, máximo proveedor de materia prima para este tipo de industria. Los años 90 marcaron un antes y después en la compañía, ya que se pasó del mercado libre a un cierto control derivado de las cotizaciones oficiales en bolsa de los metales a nivel mundial, con fluctuaciones que oscilaban en función de los movimientos producidos y que marcaban el precio del producto. Este hecho no supuso ningún tipo de inconveniente para la empresa, porque ya estaba consolidada, sino que, por el contrario, ayudó a profesionalizarla.

Producir en función de las necesidades de los clientes

A lo largo de su historia, Dimsa había desarrollado con mayor énfasis el área comercial, hasta que, a partir del año 2009, me incorporé como director general con el objetivo de gestionar la parte organizativa, donde desarrollé un sistema de gestión eficaz y aporté una nueva visión de futuro, lo que nos permitió rentabilizar los propios recursos. Además, puesto que hoy ya no sucede lo mismo que décadas atrás, cuando eran muy abundantes los beneficios en el sector, gracias a la inversión realizada en innovación ahora podemos generar productos en función de las necesidades de nuestros clientes y de los márgenes comerciales, nuestro sistema de actuación presente.

Recuperación y reciclaje de metales no férricos

Trabajamos casi todos los metales, especialmente la familia de los cobres y derivados, como pueden ser los bronces y los latones, aleaciones importantes debido a su alta cotización en bolsa, que ronda los 6.100 € la tonelada. Asimismo, manipulamos los aluminios, cuyo precio oscila entre los 1.300 y los 1.500 €/t, los aceros, el zinc, la calamina y el plomo.

La trazabilidad garantiza la calidad del producto

La calidad de los metales que clasificamos, manipulamos y preparamos depende en gran medida de su origen, razón por la que toda empresa que compra o vende materia prima está obligada a anotar la procedencia: hay materiales que se conservan en perfecto estado, resultantes de restos industriales que no llegan a utilizarse; y otros, provenientes de desmontajes, chatarra o derribos, que vienen mezclados con algunas otras materias, como gomas o hierro, que les restan pureza. Si bien es cierto que definir el origen inicial de la materia prima es muy complicado en los casos en los que la recogida se realiza a particulares, como suministradores de fundidores que somos nos proveemos de empresas establecidas que, en todos los casos, poseen certificado de trazabilidad. Asimismo, una vez clasificado el metal por familias, realizamos nuestra propia selección interna a través de maquinaria especializada, con el objetivo de conocer con exactitud el grado de pureza del producto y, por tanto, su valor.

Unos cuatrocientos proveedores solo en España

En España contamos con unos 400 proveedores, todos ellos, empresas con gran capacidad de almacenaje, que a su vez se abastecen de otros proveedores. Asimismo, disponemos de un departamento comercial que se dedica a visitar personalmente todos los almacenes de España para ver la mercancía que adquirimos, lo que no podemos hacer con proveedores extranjeros, a quienes acostumbramos a comprar importantes cantidades de materia por vía telefónica.

El 80% de nuestros clientes son fundiciones

El 80% de nuestros consumidores finales son fundiciones que se concentran en el mercado nacional, sobre todo en el País Vasco, Córdoba, Zaragoza, Asturias, Madrid y Cataluña; y en el mercado internacional, trabajamos con Alemania, Francia, Italia y también con China, un importante mercado emergente que demanda productos que puede manipular para obtener un valor añadido y que en España no son rentables por el alto coste que representa la mano de obra.

Compromiso absoluto con el medio ambiente

Todas nuestras instalaciones, sistemas y protocolos mantienen un compromiso absoluto con el medio ambiente, porque cumplen con normativas exigentes y poseen las certificaciones de calidad ISO 9001 e ISO 14001; es por este motivo que, como punto verde privado, desempeñamos una labor fundamental en la sociedad: el proceso de reciclaje de residuos.

Hoy apenas se especula con la oscilación de las cotizaciones

Este gremio goza de una excelente tesorería, lo que les permite a las empresas un cierto margen para poder acumular mercancía cuando se producen bajadas de cotización o se contrae el mercado, aunque tiempo atrás se especulaba mucho más, dado que los márgenes eran mayores; en la actualidad lo habitual es realizar operaciones de compra y venta de forma simultánea, sin jugar tanto con la oscilación de las cotizaciones, ya que el objetivo que se persigue es rotar las existencias disponibles, no acumularlas.

Escasez de materia prima en España, consecuencia del estancamiento industrial

La crisis actual ha provocado algo insólito en el sector, que es la escasez de materia prima, como consecuencia del estancamiento de la industria en España y la consiguiente disminución de subproducto. De esta manera, al sector no le ha quedado más remedio que internacionalizarse, como ya hizo Dimsa en 2005, y depender en mayor grado de recursos extranjeros.

Mercados que se encontraban en pleno desarrollo empiezan a padecer la parálisis de Europa

El sector se ve aquejado de profundo desánimo, en parte porque el elevado precio de sus materiales ha provocado que en los últimos años se haya agudizado el número de robos, obligando a las empresas a aumentar las medidas de seguridad. Pero sobre todo es descorazonador que países que se encontraban en pleno desarrollo empiecen a padecer la parálisis de Europa; es el caso de China, la cual, en lugar de crecer a un ritmo anual del 18%, tal como venía sucediendo en los últimos ejercicios, ha descendido hasta un 6%. No obstante, el sector ha acogido con grandes expectativas la noticia de que el Gobierno chino tiene la intención de instalar redes eléctricas en todas las zonas rurales del país, lo que generará una importante demanda de cobre para el cableado.

Potenciar la función comercial de las embajadas

Las embajadas de otros países se dedican a promover las relaciones comerciales en el ámbito internacional, porque cuestan demasiado dinero a las arcas públicas para limitar su actividad a las relaciones diplomáticas, y más, si cabe, si se producen fugas de capital a mercados exteriores, como en el caso de España.

Para evitar la fuga de profesionales hay que recuperar el entusiasmo industrial

España debería recuperar la ilusión y la alegría industrial para evitar que las expectativas de cualquier joven entre 20 y 30 años se reduzcan a apuntarse al paro o marcharse al extranjero, finalizados sus estudios, pues están emigrando aquellos profesionales que podrían dar salida a este país en el futuro.

Medidas restrictivas en paralelo a estrategias de impulso

Las medidas restrictivas deberían actuar en paralelo a las estrategias de impulso para incentivar el consumo y promover la creación de empresas, evitando así que desaparezcan las ya existentes; de lo contrario, el déficit se disparará aún más y las cifras de paro se situarán de nuevo en máximos históricos.

Integración de la política y la economía en la UE

Además de la unidad fiscal, sería razonable que Europa compartiese la misma dirección política, vistas las diferentes velocidades que se aprecian entre los países miembros. No me parece sensato que un Estado se rija por las directrices económicas marcadas por otros sin que exista una integración total, como sí sucede, en cambio, en los Estados Unidos.

La coyuntura actual de España y los nacionalismos

Comprendo muy bien el sentimiento nacionalista, puesto que soy asturiano; sin embargo, fomentar en la coyuntura actual desavenencias políticas que puedan alterarla o agravarla en mayor medida me parece una irresponsabilidad. Olvidemos las diferencias y unámonos, pues, para sacar adelante el país.