Sr. José María Gálvez Durán
Sr. José María Gálvez Durán
TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

JOSÉ MARÍA GÁLVEZ DURÁN

VERDURAS CURRO

Texto del 27-06-2012

 El sector agrícola es uno de los más potentes de nuestra economía; una realidad que se obvia por razones que, a juicio del director de esta entidad de venta y distribución fruto-hortícola, solo pueden deberse a la incultura o al esnobismo. De hecho, los prejuicios hacia este ámbito son tales que, pese a ser hoy una actividad empresarial moderna y de éxito, le cuesta encontrar personal para trabajar en el campo, aun con todo el alto índice de paro del país.

Nuestra expansión se inició al prescindir de los intermediarios

Vengo de una familia que siempre ha vivido de la tierra. Yo me incorporé a la actividad al morir mi madre, cuando tenía 15 años. Mi padre era entonces un cultivador que vendía género a Mercamadrid y se lo pagaban descontando su comisión. El margen de beneficio era escaso debido al papel de los intermediarios. A medida que fui creciendo y fogueándome en el sector, tuve claro que debíamos prescindir de los intermediarios y ser nosotros mismos quienes comercializáramos nuestros productos. Al principio empezamos esta actividad en mercadillos de pueblo, hasta que paulatinamente establecimos nuestra propia distribución. Más adelante tuvimos la gran oportunidad de captar como clientes a grandes superficies, con las que ya llevamos 15 años colaborando.

Veintidós referencias mediante marca propia y marca blanca

Estamos especializados en toda clase de verduras de hoja en los ámbitos regional y nacional. Se trata de productos que no mueven mucho volumen pero que tienen presencia constante en las neveras, como lechugas, acelgas, puerros, cebolletas, repollos o coles lombardas; así hasta 22 referencias, las que tenemos introducidas en las grandes superficies. Nuestro producto estrella sería la lechuga romana o larga, de la que producimos unas 3.400.000 unidades al año. Pero sería injusto no mencionar nuestra especialización en acelga y pepino español: son los productos que producimos en mayor cantidad y los que nos otorgan nuestro principal sello de calidad. Vendemos a través de una marca propia, Verduras Curro, y también de una marca blanca. No somos exportadores.

Red de proveedores local

Trabajar con una gran superficie tiene sus particularidades. Una de ellas es que su demanda de productos es muy cambiante e irregular. Puede pasar de pedirte 300 cajas de pepino a 1.500. Evidentemente, no todo lo que comercializamos lo producimos nosotros, sino que contamos con una red de proveedores de toda confianza ubicada en nuestro pueblo, lo que nos ha hecho muy competitivos.

“Obsesión por la frescura”

Contamos con una nave en la que envasamos al menos la mitad del género. Trabajamos en ella unas 20 personas. En cuanto a tecnología, está dotada de cuatro máquinas de envasar, cintas transportadoras y cámaras frigoríficas, pero damos prioridad al envasado en el propio campo, donde también tenemos cámara frigorífica. No en balde, nuestra divisa es “Obsesión por la frescura”. El producto, a través de nuestra flota de tráileres frigoríficos, llega del campo a la gran superficie en 24 horas, y si no se vende en las siguientes 24 horas, se retira de la venta. Para tal fin, cada día de la semana etiquetamos con un color diferente. Este celo por la calidad y la frescura nos ha hecho incrementar las ventas un 15%, a pesar de la crisis.

Durante 365 días al año somos una despensa

Tenemos un mercado potencial de unos quince millones de habitantes, repartidos en Madrid y por todo el centro de España. Durante 365 días al año somos la despensa de Mercamadrid, un cliente que hemos incorporado hace poco, y proveemos no solo a la ya citada Carrefour, sino también a otras grandes superficies como Alcampo, Caprabo, Eroski, superSol y Condis. Hemos llegado a saber lo que quiere el cliente por haber trabajado en la calle y tratar de forma directa con los consumidores, lo que representa, sin duda, la mejor escuela, porque cada día se aprenden lecciones prácticas.

Gozar de las mismas condiciones que tienen los agricultores del Levante

La agricultura es uno de los sectores económicos más importantes de España, pero ello no es notorio públicamente y en la Comunidad Autónoma de Madrid es la gran olvidada, nunca se promociona, apoya o subvenciona. Aunque afortunadamente mi empresa no ha necesitado de apoyo gubernamental, hay otros agricultores que necesitarían que se les echara una mano. Por mis instalaciones han pasado políticos de diferente signo ideológico, pero todos suelen olvidarse de nuestras quejas en seguida, que además suelen limitarse a pedir muy poco, cosas de lógica como, por ejemplo, gozar de las mismas condiciones que tienen los agricultores en la zona de Levante.

Tópicos y prejuicios que espantan a los trabajadores

Por sus características intrínsecas, el sector agrícola vive instalado en una crisis permanente. De hecho, ahora que el país entero está sumido en ella, nosotros es cuando menos la sentimos, porque, por primera vez en mucho tiempo, no tenemos tantos problemas para contratar. Debo decir que mi empresa no ha podido crecer más por la dificultad que siempre hemos sufrido para encontrar personal. El campo adolece de una mala imagen cargada de desinformación y tópicos y por ello nadie quiere trabajar en él,. Pero, en realidad, suelen pagarse sueldos dignos y el trabajo es seguro y estable. En Verduras Curro somos unas 30 personas; pues bien, hasta llegar a esa cifra, hemos tenido que dar de alta y regularizar a más de cien inmigrantes.

Que la empresa resista es ya un éxito

Culpar solo a políticos y bancos de la crisis es injusto. La culpa la tenemos todos y cada uno de nosotros, que hemos estado viviendo los últimos años por encima de nuestras posibilidades. Siempre digo, con ironía, que padre era el mejor economista del mundo: compraba algo solo si tenía el dinero. Que en España las personas se endeudaran para irse de vacaciones demuestra el grado de insensatez colectiva que vivimos. Yo a mis trabajadores les he dicho que aguanten, que no voy a bajarles el sueldo, pero tampoco puedo subírselo. Y lo han entendido; sensatamente saben que, tal y como están las cosas, el éxito reside en que continúe la empresa, porque las vacas flacas han llegado y se quedarán durante un buen período.

La cota de responsabilidad política

De lo que sí cabe responsabilizar en exclusiva a la clase política es, sobre todo, de no haber puesto coto a la codicia y a la guerra hipotecaria de los bancos, pues no hacía falta ser un gran analista para constatar que se estaban concediendo hipotecas a personas que al final no podrían pagarlas, y que ello iba a degenerar en un problema social, como así ha sido. Su otro gran pecado ha sido gestionar de forma deficiente la crisis, primero negándola, luego tomando medidas a destiempo o a medio gas y, ahora, actuando de forma poco firme y transparente, sin dejar claro a la sociedad que no todos podemos ser nuevos ricos o funcionarios, que se necesitan también carniceros, fruteros o barberos, y que, si se desempeña con rigor y honestidad, toda profesión produce satisfacción y orgullo.

No se puede ser funcionar como empresa a base de créditos

Siempre hemos sido una empresa austera y ahorradora, de ahí que no tengamos problemas de financiación y nuestras cuentas sean estables y sólidas. Dicho esto, es cierto que muchas empresas viables podrían dejar de serlo si no tienen acceso al crédito en un plazo breve de tiempo. Sin embargo, aun comprendiendo a esas empresas y mostrándoles mi solidaridad, por lo general no me parece procedente ni adecuado necesitar un crédito para lograr que un negocio siga adelante. Cuando eso sucede, no debe considerarse a los bancos como únicos responsables si niegan el crédito.

Exceso y derroche administrativos

En España sobran la mitad de autonomías, la mitad de ayuntamientos y diría que todas las diputaciones. Por desgracia, los partidos políticos son los menos interesados en adelgazar la Administración; por lo tanto, veo difícil que se tome cualquier medida en ese sentido. Ignoro si sería posible mantener la estructura administrativa que tenemos con mayor austeridad, pero tampoco veo a los políticos decididos a que esta presida su gestión de gobierno por lo que a este tema se refiere.

Estimular la productividad y el trabajo

La reforma laboral emprendida no es la apuesta por la flexibilidad laboral que el país realmente necesitaba. Los sindicatos se han encastillado en sus planteamientos, que ya no nos podemos permitir, y han intimidado al Gobierno. Sé que hay mucha gente pasándolo muy mal actualmente, pero, por la experiencia de mi pueblo –con un nivel de desempleo del alrededor del 20% de las personas en edad activa–, también sé que mucha gente no tiene espíritu de superación, ni sentido del deber, el esfuerzo y el trabajo. Hace poco he requerido personal para el campo, pero los pocos parados que han venido a ofrecerse lo hacían para la nave, pero no para el campo.

La fortuna de contar con el apoyo y la implicación de la familia

Un empresario es una persona inquieta que, cuando termina un proyecto, necesita ponerse cuanto antes con otro. Personalmente, no soporto vivir sin retos. Y ello es doblemente inaudito en mi entorno, puesto que las zonas rurales son muy tradicionales y acomodaticias, poco dadas al riesgo. Por ello, he tenido que realizar un sobresfuerzo para romper los hábitos e inercias de la agricultura de la comarca e ir más allá. La tendencia es hacer lo que siempre se ha hecho y de la misma manera. Afortunadamente, siempre he contado con la ayuda de mis hermanos Javi y Óscar y el inestimable apoyo de mi mujer, María del Pilar Martín, que es nuestra administradora y cuya labor supone el 50% de la empresa.