Sr. Lluís Franco Rabell
Sr. Lluís Franco Rabell
TH, 8è VOLUM. El Procés, Destacada

SR. LLUÍS FRANCO RABELL

Traductor comercial, intérprete y diputado al Parlamento autonómico por Catalunya Sí Que Es Pot

Texto del 27/02/2017

LLUÍS FRANCO RABELL

Barcelona

Con una larga trayectoria de compromiso político desde el activismo social, y en especial en el movimiento vecinal, no ha sido hasta recientemente que ha asumido una responsabilidad institucional, como diputado en el Parlamento catalán. Profundamente crítico con el establishment, lamenta el choque de legitimidades al que asistimos y pronostica que, de mantenerse el pulso, solo se conseguirá llegar a una situación de bloqueo en el que el independentismo no ganará pero el Estado no convencerá.

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Me generaron una cierta conciencia de clase las vivencias de mi abuelo

Tengo la convicción de que he hecho política toda mi vida, pues entiendo esta actividad como factible tanto desde las instituciones como desde el activismo social. Mis convicciones socialistas tienen su origen en la lectura de Los miserables, de Victor Hugo, cuando tenía trece años. Como a mucha otra gente, me impactó hondamente, y me sentí identificado con la gente trabajadora y las clases humildes que aspiran al progreso y a la justicia social. Yo había vivido mi infancia en el Raval barcelonés, en casa de mi abuelo materno, que era cenetista y anarquista. Nunca me dio instrucciones sobre lo que tenía que pensar, pero sus vivencias generaron en mí una cierta conciencia de clase y condicionaron mi desarrollo ideológico y político.

Del mármol a la traducción

Durante algunos años trabajé en el pequeño negocio de mi padre, que era marmolista. Pero la pyme sucumbió en 2009, cuando muchas empresas de la construcción se vieron arrastradas por la crisis. Sin embargo, lo que más me gusta es ejercer como traductor comercial e intérprete. En 2015 me pro-pusieron encabezar la candidatura de Catalunya Sí Que Es Pot en las elecciones autonómicas, con lo que pude acceder a ser diputado del Parlamento catalán.

El movimiento vecinal no está suficientemente reconocido

Yo había presidido la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, entidad que llegó a sumar más socios que el Barça. El movimiento vecinal, que en los años de la Transición jugó un papel fundamental en la situación política, no ha gozado del merecido reconocimiento. El peso de este movimiento era tal que condicionó el calendario político, por lo que las elecciones municipales fueron las últimas en celebrarse. Entre los estamentos del Antiguo Régimen y los reformistas del franquismo estaba presente el recuerdo del advenimiento de la República tras unos comicios locales. Había miedo, pues el movimiento vecinal en Barcelona había derrocado a tres alcaldes durante el franquismo. Si la apertura democrática se hubiera iniciado con unas elecciones locales, con el peso de las izquierdas en las grandes ciudades el ritmo de la Transición hubiera sido más intenso.

«A veces hay que entrar en combate sin tener la hoja de ruta definida»

En el origen del movimiento del 15-M están las agresivas políticas de austeridad, que han socavado seriamente los derechos sociales. Es una protesta contra el establishment político, en la que participa gente muy variada sin tener un objetivo definido. En la historia de las izquierdas y los movimientos sociales, a veces se ha seguido la máxima de Napoleón, que es la de «entrar en combate sin tener una hoja de ruta definida».

No se ha resuelto el problema de la plurinacionalidad de España Históricamente existe un problema mal resuelto en la Transición, que es el de la plurinacionalidad española. No se zanjó y, tal y como se ha gestionado, la fórmula autonómica ha acabado agotándose y chocando con una involución por parte del PP. A partir de aquí, el problema se ha agravado y el clima se ha crispado ante un fenómeno internacional como es la crisis. Causada por el deficiente desarrollo de la globalización en todas las antiguas metrópolis industriales, ha generado desigualdades y crisis de confianza en las instituciones, lo que ha hecho emerger movimientos de extrema derecha que canalizan el miedo y la incertidumbre que sacude las clases medias europeas.

Ruptura de la arquitectura política de la Transición

Si en Europa la reacción ante la crisis la capitalizan movimientos conservadores y de extrema derecha, en España tuvo una expresión explosiva, inédita y prometedora, reclamando más democracia, transparencia e igualdad de derechos. En Catalunya, el descontento adopta la forma de reivindicación nacional, especialmente por parte de las clases medias. A ello se le une la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010, que es un punto de inflexión y que marca el fin de la vigencia de la arquitectura política nacida en la Transición.

Gente que pensaba que no vería el rostro de la pobreza se ve inmersa en ella

En Catalunya se asiste a la caída libre de la fuerza tradicionalmente hegemónica, que ha gobernado con la aquiescencia de buena parte de la sociedad catalana, tolerante ante determinadas actuaciones poco encomiables porque existía la sensación de que vivíamos en una fase de paulatino crecimiento. Pero la crisis vino para romper la ilusión de que había un futuro mejor para los jóvenes y para hacernos dar cuenta de que no vivirían mejor, sino peor. El progreso prometido quedaba en agua de borrajas, y gente que pensaba que nunca vería el rostro de la pobreza se ve inmersa en ella.

Élites con una visión centralista

Hay un hecho histórico innegable, que es la visión extremadamente centralista de las élites que han gobernado tradicionalmente en España. Élites cuyo modelo de país se vertebra alrededor de la capital y que no entienden ni aceptan su realidad plurinacional. Esto tiene su derivada en la concepción radial de las estructuras, que llega incluso a poner en cuestión una evidencia histórica desde la época romana, como es el Corredor del Mediterráneo, vía natural para el tránsito de personas y mercancías.

El «café para todos» no se ajusta a las necesidades reales

No obstante, esta concepción centralista afecta a todo el conjunto de las comunidades autónomas. Catalunya no es el único territorio que sufre un evidente déficit de financiación, pero sí que presenta unas necesidades específicas que demandarían cierta asimetría. De todos modos, el régimen autonómico se asimila teóricamente mejor a una relación asimétrica que el federalismo puro que encarnan los landers germanos. Sin embargo, en Alemania no existen las tensiones derivadas de una fuerte conciencia nacional, una lengua, una cultura, unas instituciones propias y unas necesidades que provocan que el «café para todos» no se ajuste a las necesidades reales.

Centrifugado del déficit percibido en Catalunya en clave de agravio nacional

Con la crisis llegó un momento crítico, porque, cuando Bruselas exigió rigor fiscal, el Estado optó por centrifugar su déficit hacia las autonomías. Y con ello aplicó un centrifugado social, ya que las comunidades tienen a su cargo la sanidad, la educación y los servicios sociales. Sin embargo, donde existe un sentimiento arraigado como país, como ocurre en el caso de Catalunya, esa circunstancia se vivió en clave de agravio nacional.

Asistimos a un choque de legitimidades

El PP ha acentuado su deriva de judicializar la política, lo que entraña un peligro inmenso tanto para las instituciones democráticas como para la sociedad en general. El Tribunal Constitucional se ve abocado a ejercer una función que no le corresponde en una democracia homologada occidental, porque su labor debería basarse en la equidad, el reconocimiento y la autoridad tanto jurídica como moral. Pero el PP lo ha situado en primera línea de fuego para convertirlo en un brazo armado jurídico de la política que desea implementar. Y en Catalunya asistimos a un choque de legitimidades, donde colisionan la Constitución como ordenamiento jurídico establecido y las aspiraciones, difusas pero punzantes, de la sociedad catalana, que tensa las cos – turas de este ordenamiento.

No hay que caer en el error del «cuanto peor, mejor»

Deberíamos evitar caer en el concepto de que «cuanto peor, mejor». Existe una tentación en parte del independentismo de creer que, si se provoca una reac – ción desproporcionada del Estado ante un gesto desafiante, se desenmascarará su naturaleza autoritaria, lo que propiciará un sentimiento de simpatía favorable al Procés, que entonces pasaría a una fase contestataria superior. Pero el Estado no es ingenuo; y como suele ocurrir en estos casos, se opta por una represión selectiva de los líderes del movimiento para aislarlos.

Abocados a una situación de bloqueo

Para alcanzar un referéndum o una solución negociada se requiere una mayoría social amplia. Las consignas independentistas solo consiguen retrasar la labor de construcción de esta mayoría, que no puede aspirar a la inde-pendencia sino al derecho a decidir. El independentismo olvida que la realidad catalana es compleja y que buena parte de su población no desea romper con España, pero sí expresarse libremente como sociedad. Si se persiste en esa idea, nos veremos abocados a una situación de bloqueo en la que el indepen – dentismo tendrá capacidad para mantener el pulso pero sin ganarlo, mientras que el Estado contará con fuerza suficiente para mantener el statu quo pero sin convencer.

Prima más imponer ideas que contrastar los hechos

Vivimos en la época de la posverdad, donde cuenta más la capacidad de imponer un relato y establecer un marco mental que los hechos contrastados. En los medios de comunicación cada vez hay más reproducciones de las declaraciones y menos investigación y cuestionamiento de lo que se dice, de forma que gana enteros el titular y nadie escudriña los fundamentos del mismo. Por eso es de agradecer iniciativas como las de este libro, donde se puede analizar la realidad con profundidad, rehuyendo las frases impactantes y las polémicas estériles.
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Commercial translator, interpreter and Member of Parliament for Catalunya Sí Que Es Pot

With an extensive career in political involvement from social activism to, in particular, the neighbourhood movement, it wasn’t until recently that he assumed institutional responsibility as a Member of the Catalan Parliament. Profoundly critical of the establishment, he laments the clash of legitimacies being experienced and predicts that, should things continue in the same vein, only a deadlock will be reached in which the independence movement will not be victorious but the State will not manage to convince.

My grandfather’s experiences provoked a certain level of class consciousness in me

It is my belief that I have been involved in politics throughout my whole life, as I regard this activity as feasible through both institutions and social activism. My socialist convictions stemmed from reading Les misérables, by Victor Hugo, when I was thirteen years old. Like many other people, it had a significant impact on me and I identified with the working people and humble classes who aspired to progress and social justice. I spent my childhood in El Raval in Barcelona in the home of my maternal grandfather who was a member of the CNT and an anarchist. He never instructed me on my thought process but his experiences provoked a certain level of class consciousness and influenced my ideological and political development.

From marble to translation

For a few years I worked in my father’s small business. He was a marble worker but in 2009 his business succumbed when many construction companies were brought down by the crisis. However, what I really enjoy is working as a commercial translator and interpreter. In 2015, it was suggested that I be the lead candidate of Catalunya Sí Que Es Pot in the autonomous elections, through which I came to be a Member of the Catalan Parliament.

The neighbourhood movement is not sufficiently recognised

I led the Federation of Neighbourhood Associations (Federación de Asociaciones de Vecinos) in Barcelona, an organisation that managed to accumulate more associates than F.C. Barcelona. The neighbourhood movement, which in the years of transition played a fundamental role in the political situation, has not received the recognition it deserves. The weight of this movement was such that it influenced the political calendar, meaning municipal elections were the last to be held. Among the political establishment of the Old Regime and reformists of Francoism the memory of the advent of the Republic was fresh following local elections. There was fear as the neighbourhood movement in Barcelona had toppled three mayors during Franco’s dictatorship. If the opening of democracy had commenced with local elections, with the weight of the left in large cities, the speed of the transition would have been more intense.

“Sometimes you have to enter battle without a definite plan”

At the source of the 15-M Movement are aggressive austerity policies that have seriously undermined social rights. It is a protest against the political establishment involving varied people and without a definitive objective. In the history of the left and social movements, sometimes the motto of Napoleon has been followed, that of “enter battle without a definite plan.”

The problem of plurinationality in Spain has not been resolved

Historically there has been a problem that was poorly addressed during the transition: Spanish plurinationality. It was not addressed and given how it has been managed to date, the autonomous formula has been exhausted, culminating in regression by the hand of the Partido Popular. From here, the problem has been aggravated and the climate has been irritated by an international phenomenon in the shape of the financial crisis. Caused by the deficient development of globalisation in all former industrial metropolises, it has generated inequality and a crisis of trust in institutions, which has resulted in the emergence of far right movements that channel the fear and uncertainty coursing through Europe’s middle classes.

Breakdown in the political architecture of the transition

If Europe’s reaction to the financial crisis has been conservative and far right movements capitalising on it, in Spain it had an explosive, unprecedented and promising expression, reclaiming improved democracy, transparency and equal rights. In Catalonia, discontent takes the form of national recognition, especially among the middle classes. This is in addition to the ruling of the Constitutional Court in 2010, which was a turning point that marked the end of the applicability of the political architecture born during the transition to democracy.

People who never thought they would never encounter poverty find themselves immersed in it

Catalonia is witnessing the freefall of the traditionally hegemonic force that governed a good part of Catalan society with acquiescence and tolerance in the face of certain unpraiseworthy actions as there was a feeling that we were living in a state of slow growth. However, the financial crisis came to shatter the illusion that there was a better future for young people and to make us realise that rather than living better, instead they would be worse off. The progress promised went up in smoke and people who thought they would never encounter poverty find themselves immersed in it.

Elite with a centralist view

There is an undeniable historic fact: the extremely centralist view of the elite that traditionally governed in Spain. The model of this elite was designed around the capital and they fail to understand or accept the plurinational reality. This is derived from the radial idea of structures, which even challenges historical evidence from the Roman era, like the Mediterranean Corridor, which is a natural route for the transit of people and goods.

“One size fits all” does not adapt to real needs

However, this centralist notion affects all autonomous communities. Catalonia is not the only territory that is suffering an evident financing deficit but it does present specific needs that would require certain asymmetry. In any case, the autonomous regime theoretically better assimilates an asymmetrical relationship than the pure federalism embodied by German Länders. Nevertheless, Germany does not have tensions derived from a strong national conscience, its own language, culture and institutions, and requirements that mean that a “one size fits all” attitude does not adapt to real needs.

Distribution of the deficit perceived in Catalonia as a national affront

The financial crisis heralded a critical moment as, when Brussels demanded fiscal thoroughness, the State opted to filter its deficit to the autonomous regions. In doing so, it applied social distribution, as the communities were responsible for health, education and social services. However, where there was a deep-rooted sentiment of country, such as the case of Catalonia, this circumstance became viewed as a national affront.

We are witnessing a clash of legitimacies

The Partido Popular has accentuated its drift towards judicializing politics, which entails an immense danger both for democratic institutions and for society in general. The Constitutional Court moves toward exercising a function that does not correspond to it in a homologated western democracy. Its labour must be based on equality, recognition and authority, both in legal and moral terms, but the Partido Popular have positioned it on the frontline and converted into a legally armed branch of the politics it wishes to implement. In Catalonia we are witnessing a clash of legitimacies where the Constitution as the established legal order collides with the diffused but pointed aspirations of Catalan society, which strains at the seams of this order.

We need to avoid the error of thinking “the worse the better”

We must prevent ourselves from falling into thinking in line with the concept of “the worse the better”. There is a temptation in part of the independence movement to believe that if a disproportionate reaction is provoked from the State towards a challenging gesture its authoritarian nature will be revealed, fostering a favourable feeling of sympathy with the Procés, which would then enter a superior, anti-establishment phase. However, the State is not naïve; and as usually occurs in cases like this, it opts for the selective repression of the leaders of the movement to leave them isolated.

Exposed to a deadlock situation

To reach a referendum or a negotiated solution, a large social majority is required. Calls for independence only serve to delay the construction task of this majority, which cannot aspire to independence but merely the right to decide. The independence movement forgets that the Catalan reality is complex and a good part of its population does not want to break with Spain but it does hold a desire to be able to freely express itself as a society. If this idea continues, we will be exposed to a deadlock situation in which the independence movement will have the capacity to keep its finger on the pulse but it won’t win, while the State will have sufficient strength to maintain the status quo without providing a convincing argument.

Imposing ideas takes priority over contrasting the facts

We live in the era of posverdad, where the ability to tell a tale and establish a mental framework is more important that the factual basis. The media involves a growing number of repeats of declarations and less investigation and questioning of what is said, such that a headline aims to capture readers but nobody scrutinises its fundamental issues. For this reason initiatives such as this book must be applauded as the reality can be analysed in depth, and striking phrases and poor controversies can be avoided.
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Traducteur commercial, interprète et député au Parlement autonomique de Catalunya Sí Que Es Pot

Après une longue trajectoire d’engagement politique dans les rangs de l’activisme social, et en particulier dans le mouvement de quartier, il a assumé récemment une responsabilité institutionnelle comme député au Parlement catalan. Profondément critique avec l’establishment, il déplore le choc de légitimité auquel nous assistons et augure que si personne ne cède, nous courrons droit à une situation de blocage où l’indépendantisme ne gagnera pas mais l’État ne convaincra pas non plus.

La vie de mon grand-père a fait naître en moi une certaine conscience de classe

Je suis convaincu d’avoir fait de la politique toute ma vie, car je considère que cette activité est faisable tant dans les institutions que dans l’activisme social. Mes convictions socialistes remontent à la lecture des Misérables, de Victor Hugo, alors que j’avais treize ans. Comme beaucoup d’autres, j’ai été profondément touché et je me suis identifié aux travailleurs et aux classes humbles qui ont soif de progrès et de justice sociale. J’avais passé mon enfance dans le quartier barcelonais du Raval, chez mon grand-père maternel qui était membre du syndicat « CNT » et anarchiste. Il ne m’a jamais donné d’instructions sur ce que je devais penser, mais son vécu a éveillé en moi une certaine conscience de classe et a influencé mon développement idéologique et politique.

Du marbre à la traduction

Pendant quelques années, j’ai travaillé dans la petite affaire de mon père, qui était marbrier. Mais la PME a fermé ses portes en 2009, à l’époque où de nombreuses entreprises du bâtiment étaient frappées par la crise. Mais moi, ce que j’aime le plus c’est mon travail de traducteur commercial et interprète. En 2015, on m’a proposé d’être en tête de liste de Catalunya Sí Que Es Pot aux élections autonomiques, et je suis devenu député au Parlement catalan.

Le mouvement de quartier n’est pas assez reconnu

J’avais présidé la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, un organisme qui a rassemblé plus de membres que le Barça. Le mouvement de quartier, qui dans les années de la Transition a joué un rôle fondamental dans la situation politique, n’a pas eu la reconnaissance qu’il méritait. Ce mouvement avait un tel poids qu’il a influencé le calendrier politique, et les élections municipales furent les dernières célébrées. Parmi les classes de l’Ancien régime et les réformistes du franquisme était présent le souvenir de l’avènement de la République après des élections locales. La peur était palpable, car le mouvement de quartier de Barcelone avait renversé trois maires pendant le franquisme. Si l’ouverture démocratique avait commencé avec des élections locales, avec le poids des mouvements de gauches dans les grandes villes, le rythme de la Transition aurait été plus intense.

« Parfois il faut entrer dans la bataille sans feuille de route précise »

Le mouvement du 15-M est une réponse aux politiques d’austérité agressives qui ont gravement sapé les droits sociaux. C’est une protestation contre l’establishment politique laquelle ont participé des gens de tous les horizons sans un objectif précis. Dans l’histoire des partis de gauche et des mouvements sociaux, on a parfois suivi le principe de Napoléon qui consiste « entrer dans la bataille sans feuille de route précise ».

Le problème de la « plurinationalité » en Espagne n’a pas été résolu

Du point de vue historique, il existe un problème qui n’a pas été résolu correctement pendant la Transition : la « plurinationalité » espagnole. Il n’a pas été tranché et au vu de la façon dont il a été traité, la formule autonomique a fini par s’user et se heurter à la régression du PP. Dès lors, le problème s’est aggravé et le climat s’est crispé face au phénomène international de la crise. Dérivée du développement déficient de la globalisation dans toutes les anciennes métropoles industrielles, elle a provoqué des inégalités et une crise de confiance vis-à-vis des institutions et a fait émerger des mouvements d’extrême droite qui canalisent la peur et l’incertitude qui sévissent au sein des classes moyennes européennes.

Rupture de l’architecture politique de la Transition

Si en Europe, la réaction face à la crise a été capitalisée par des mouvements conservateurs et d’extrême droite, en Espagne elle a eu une expression explosive, inédite et prometteuse, réclamant plus de démocratie, de transparence et d’égalité de droits. En Catalogne, le mécontentement adopte la forme de revendication nationale, en particulier chez les classes moyennes. Il faut ajouter à cela la décision du Tribunal Constitutionnel de 2010, qui est un point d’inflexion et marque la fin de la validité de l’architecture politique née pendant la Transition.

Des personnes qui ne pensaient jamais voir le visage de la pauvreté sont plongées dedans

En Catalogne, nous assistons à la chute libre de la force traditionnellement hégémonique, qui gouverne avec l’acquiescement d’une grande partie de la société catalane, tolérante face à certaines actions peu louables car elle avait la sensation de vivre dans une phase de lente croissance. Mais la crise est arrivée pour briser l’illusion qu’un futur meilleur attendait les jeunes et pour nous révéler qu’ils ne vivraient pas mieux mais pire. Le progrès promis est parti en fumée et des personnes qui ne pensaient jamais voir le visage de la pauvreté sont plongées dedans.

Des élites avec une vision centraliste

La vision extrêmement centraliste des élites qui traditionnellement ont gouverné en Espagne est un fait historique indéniable. Des élites dont le modèle de pays se structure autour de la capitale et qui ne comprennent, ni acceptent sa réalité plurinationale. Elles trouvent leur dérivée dans la conception radiale des structures, qui va jusqu’à remettre en question une évidence historique depuis l’époque romaine, comme le Couloir méditerranéen, une voie naturelle pour la circulation des personnes et des marchandises.

Le « café pour tous » ne s’ajuste pas aux besoins réels

Nonobstant, cette conception centraliste touche tout l’ensemble des communautés autonomes. La Catalogne n’est pas le seul territoire qui souffre d’un déficit de financement évident, mais elle est en revanche la seule qui présente des besoins spécifiques qui exigeraient une certaine asymétrie. De toute façon, le régime autonomique s’assimile théoriquement mieux à une relation asymétrique que le fédéralisme pur qu’incarnent les landers allemands. Pourtant en Allemagne, il n’y a pas de tensions dérivées d’une forte conscience nationale, une langue, une culture, des institutions propres et des besoins qui provoquent que le « café pour tous » ne s’ajuste pas aux besoins réels.

Une centrifugation du déficit perçue en Catalogne comme une injustice nationale

La crise nous a plongé dans une période critique, car quand Bruxelles a exigé plus de rigueur fiscale, l’État a préféré centrifuger son déficit vers les autonomies, en appliquant une centrifugation sociale puisque les communautés s’occupent de la santé, de l’éducation et des services sociaux. Néanmoins, lorsqu’il existe un sentiment de pays profondément ancré, comme c’est le cas en Catalogne, cette circonstance est vécue comme une injustice nationale.

Nous assistons à un choc des légitimités

Le PP a accentué sa dérive de judiciariser la politique, ce qui implique un danger immense, tant pour les institutions démocratiques que pour la société en général. Le Tribunal Constitutionnel est contraint d’exercer une fonction qui ne lui incombe pas, dans une démocratie occidentale homologuée, car sa fonction devrait se baser sur l’équité, la reconnaissance et l’autorité juridique et morale. Or, le PP l’a placé en première ligne du front, pour en faire le bras armé de la politique qu’il veut implanter. En Catalogne, nous assistons à un choc des légitimités, où la Constitution, en qualité d’ordre juridique établi se heurte aux aspirations, diffuses mais profondes, de la société catalane, qui tend les coutures de ce système.

Il ne faut pas tomber dans l’erreur du « pire sera le mieux »

Nous devrions éviter de tomber dans le concept selon lequel « le pire sera le mieux ». Une partie de l’indépendantisme est tenté de croire qu’en provoquant une réaction disproportionnée de l’État face à un geste provoquant, elle démasquera sa nature autoritaire et fera naître un sentiment de sympathie favorable au Procés, qui passerait alors à un niveau contestataire supérieur. Mais l’État n’est pas naïf ; et comme cela se produit dans de tels cas, il optera pour une répression sélective des leaders du mouvement pour les isoler.

Nous courons droit à une situation de blocage

Pour parvenir à un référendum ou à une solution négociée, il faut compter sur une vaste majorité sociale. Les consignes indépendantistes ne font que retarder le travail de construction de cette majorité, qui ne peut aspirer à l’indépendance mais au droit de décider. L’indépendantisme oublie que la réalité catalane est complexe et qu’une grande partie de sa population ne veut pas se séparer de l’Espagne, mais seulement s’exprimer librement comme société. En persistant dans cette idée, nous courons droit à une situation de blocage où l’indépendantisme sera capable de maintenir sa position mais sans gagner, tandis que l’État sera suffisamment fort pour maintenir le statu quo mais sans parvenir à convaincre.

L’imposition des idées prime sur la vérification des faits

Nous vivons à l’époque de la post-vérité, où la capacité d’imposer un récit et d’établir un cadre mental prime sur les faits vérifiés. On trouve dans les médias de plus en plus de reproductions des déclarations et moins de travail de recherche et de remise en question de ce qui est dit. Le gros titre prend toute la place et personne ne se penche sur sa base. C’est pourquoi il faut féliciter les initiatives comme celle de ce livre, qui permettent d’analyser la réalité en profondeur, loin des phrases choquantes et des polémiques stériles.
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Kommerzieller Übersetzer, Dolmetscher und Abgeordneter des autonomen Parlaments für Catalunya Sí Que Es Pot

Er hat einen langen politischen Werdegang hinter sich. Angefangen vom sozialen Aktivismus und insbesondere in der Bürgerbewegung bis hin zu seiner kürzlich begonnenen institutionellen Aufgabe als Abgeordneter im katalanischen Parlament. Er ist extrem kritisch gegenüber demEstablishment, lamentiert das Aufeinandertreffen von Legitimitäten, dem wir beiwohnen und prognostiziert, dass wenn keiner nachgibt es zu einer Blockade kommen wird, bei der die Unabhängigkeit nicht gewinnt, aber der Staat auch nicht überzeugt.

Die Erlebnisse meines Großvaters erzeugen in mir ein gewisses Klassenbewusstsein

Ich bin der Überzeugung, dass ich mein ganzes Leben Politik gemacht habe, denn ich verstehe diese Aktivität als durchführbar sowohl von den Institutionen als von sozialem Aktivismus aus. Meine sozialistischen Überzeugungen haben ihren Ursprung in der Lektüre von Les Miserables von Victor Hugo, als ich dreizehn Jahre alt war. Wie viele andere Menschen beeindruckte es mich tief und ich identifizierte mich mit den Arbeitern und den niedrigen Schichten, die nach Fortschritt und sozialer Gerechtigkeit streben. Ich lebte als Kind in Raval in Barcelona im Haus meines Großvaters mütterlicherseits, der Gewerkschaftler und Anarchist war. Er gab mir nie Anweisungen dazu, wie ich zu denken hatte, aber seine Erlebnisse erzeugten in mir ein gewisses Klassenbewusstsein und bestimmten meine ideologische und politische Entwicklung.

Vom Marmor zur Übersetzung

Einige Jahre lang arbeitete ich in dem kleinen Geschäft meines Vaters, der Steinmetz war. Aber das Kleinunternehmen wurde 2009 aufgegeben, als viele Baufirmen die Krise nicht überlebten. Am meisten gefällt mir die Ausübung meines Berufs als kommerzieller Übersetzer und Dolmetscher. 2015 schlug man mir vor, die Kandidatur von Catalunya Sí Que Es Pot bei den autonomen Wahlen anzuführen, was mir einen Abgeordnetensitz im katalanischen Parlament einbrachte.

Die Bürgerbewegung wird nicht ausreichend anerkannt

Ich war Vorsitzender des Verbands der Anwohnervereinigungen Barcelonas, eine Entität, die mehr Mitglieder hatte als der Fußballclub Barça. Die Bürgerbewegung, die in den Jahren der Transition eine grundlegende Rolle für die politische Situation spielte, erhielt nicht die verdiente Aufmerksamkeit. Das Gewicht dieser Bewegung war so stark, dass es den politischen Kalender beeinflusste, weswegen die lokalen Wahlen als letzte stattfanden. Unter den Ständen des alten Regimes und den Reformisten des Franco-Regimes war die Erinnerung an den Beginn der Republik nach lokalen Wahlen präsent. Man hatte Angst, denn die Bürgerbewegung in Barcelona hatte während des Franco-Regimes drei Bürgermeister gestürzt. Wenn die demokratische Öffnung mit lokalen Wahlen begonnen hätte, wäre der Rhythmus der Transition aufgrund des Gewichts der Linken in den Großstädten intensiver gewesen.

„Manchmal muss man die Schlacht beginnen, ohne die Taktik definiert zu haben“

Der Ursprung der Bürgerbewegungen vom 15. März liegt in den aggressiven Sparpolitik, die die sozialen Rechte stark untergräbt. Es handelt sich um einen Protest gegen das politische Establishment, an dem die unterschiedlichsten Menschen ohne definiertes Ziel teilnehmen. In der Geschichte der Linken und der gesellschaftlichen Bewegungen wird manchmal Napoleons Maxime verwendet, eine Schlacht ohne definierte Taktik zu beginnen.

Das Problem der mehreren Nationen ist in Spanien nicht gelöst worden Es gibt historisch ein während der Transition schlecht gelöstes Problem, das der mehreren Nationen innerhalb Spaniens. Es wurde nicht beigelegt und so wie es verwaltet wurde, ist die Formel der Autonomien am Ende angekommen und trifft auf eine Rückentwicklung durch die PP. Ab da wuchs das Problem und das Klima verschärfte sich aufgrund eines internationalen Phänomens wie der Krise. Sie wurde ausgelöst durch die unzureichende Entwicklung der Gobalisierung in allen alten Industriemetropolen und löste Ungerechtigkeit aus und eine Vertrauenskrise gegenüber den Institutionen, weswegen rechtsextreme Bewegungen an die Oberfläche kamen, die die Angst und Unsicherheit kanalisieren, die die europäische Mittelklasse schütteln.

Bruch mit der politischen Architektur der Transition

Während in Europa die Reaktion auf die Krise von konservativen Bewegungen und der extremen Rechten kapitalisiert wird, hatte sie in Spanien einen explosiven, nie erlebten und viel versprechenden Ausdruck in einem Aufschrei nach mehr Demokratie, Transparenz und gleichen Rechten. In Katalonien nimmt die Unzufriedenheit die Form der nationalen Forderungen an, insbesondere durch die Mittelklasse. Hinzu kam das Urteil des Verfassungsgerichts im Jahr 2010, das einen Wendepunkt darstellte und das Ende der Gültigkeit der politischen Architektur darstellte, die in der Transition ins Leben gerufen wurde.

Personen, die niemals dachten, dass sie Armut kennenlernen würden, leben plötzlich in ihr

In Katalonien erleben wir den freien Fall der traditionell hegemonischen Kraft, die mit dem Einverständnis eines großen Teils der katalanischen Gesellschaft regiert hat, die angesichts bestimmter, wenig empfehlenswerter Handlungen tolerant war, da sie das Gefühl hatte, in einer Wachstumsphase zu leben. Aber die Krise kam und zerbrach die Illusion einer besseren Zukunft für die jungen Menschen und zeigte uns, dass sie nicht besser sondern schlechter leben würden. Dahin war der versprochene Fortschritt. Personen, die niemals dachten, dass sie Armut kennenlernen würden, leben plötzlich in ihr.

Eliten mit einer zentralistischen Vision

Es ist eine unumstrittene historische Tatsache, dass es die extrem zentralistische Vision der Eliten ist, die traditionell in Spanien regiert hat. Das Landesmodell dieser Eliten dreht sich um eine Hauptstadt und versteht und akzeptiert die Realität der mehreren Nationen nicht. Das hat die Auswirkung, in der radialen Konzeption der Strukturen, die soweit geht, dass eine historische Offensichtlichkeit seit der Zeit der Römer in Frage gestellt wird wie die Mittelmeerschneise, der natürlich Durchgang für Personen und Waren.

Die Gleichbehandlung ist nicht an die tatsächlichen Bedürfnisse angepasst

Allerdings betrifft diese zentralistische Konzeption die Gesamtheit der autonomen Gebiete. Katalonien ist nicht das einzige Gebiet, das unter einem offensichtlichen Finanzierungsdefizit leidet, aber das einzige, das spezifische Bedürfnisse aufweist, die eine gewisse Asymmetrie erfordern. In der Theorie gehen die Autonomien besser auf eine asymmetrische Beziehung ein als ein reiner Bundesstaat wie ihn die deutschen Länder bilden. Aber in Deutschland gibt es keine Spannungen aufgrund eines starken nationalen Bewusstseins, einer Sprache, einer Kultur, eigener Institutionen und eines Bedarfs, der dazu führt, dass die Gleichbehandlung den echten Bedürfnissen nicht gerecht wird.

Das Zentrifugieren des Defizits wurde in Katalonien als Ungerechtigkeit empfunden

Mit der Krise kam ein kritischer Moment, weil Brüssel Steuern einforderte und der Staat beschloss, das Defizit in die Autonomien zu zentrifugieren. Und das hatte soziale Auswirkungen, weil die Autonomien die Verantwortung für das Gesundheitswesen, die Bildung und die sozialen Dienste haben. Allerdings erlebte man dies dort, wo ein verwurzeltes Gefühl als Staat besteht, wie im Fall Kataloniens als eine Ungerechtigkeit.

Wir wohnten einem Aufeinanderprallen von Legitimitäten bei

Die PP hat ihren Drall zur Judikalisierung der Politik verstärkt, was eine grosse Gefahr sowohl für die demokratischen Institutionen als auch für die Gesellschaft im Allgemeinen bedeutet. Das Verfassungsgericht muss eine neue Aufgabe übernehmen, die ihm in einer gefestigten westlichen Demokratie nicht zusteht, weil seine Arbeit auf der Gerechtigkeit, der Anerkennung und der juristischen und moralischen basiert. Aber die PP hat es in die Schusslinie gebracht, um es zu einem bewaffneten juristischen Arm der Politik zu machen, die sie implementieren möchte. Und in Katalonien wohnen wir einem Aufeinandertreffen von Legitimitäten bei, bei dem die Verfassung als festgesetzte juristische Ordnung und die diffusen aber stechenden Forderungen der katalanischen Gesellschaft, die die Nähte dieser Ordnung spannt.

Es ist ein Fehler zu denken, „je schlechter, desto besser“

Wir sollten vermeiden, auf das Konzept „je schlechter, desto besser“ hereinzufallen. Es gibt eine Verlockung bei einem Teil der Unabhängigkeitsanhänger, zu denken,dass durch das Hinaufbeschwören einer unangemessenen Reaktion des Staats seine autoritäre Natur aufgedeckt wird, wodurch der Procés Befürworter gewinnt, sodass mehr Druck ausgeübt werden kann. Aber der Staat ist nicht naiv und übt eine selektive Unterdrückung der Anführer der Bewegung aus, um sie zu isolieren.

Das Ergebnis ist eine Blockade

Um ein Referendum oder eine verhandelte Lösung zu erzielen, ist eine umfassende gesellschaftliche Mehrheit erforderlich. Das Streben nach Unabhängigkeit verzögert nur die Anstrengungen, um diese Mehrheit aufzubauen, die nicht die Unabhängigkeit zum Ziel hat, sondern das Recht zu entscheiden. Die Unabhängigkeitsbemühungen vergessen, dass die katalanische Realität komplex ist und ein Großteil ihrer Bevölkerung nicht mit Spanien brechen möchte, sondern sich frei als Gesellschaft äußern möchte. Wenn wir auf dieser Idee bestehen, führt dies zu einer Blockade, in der die Unabhängigkeitsbemühungen zwar aufrechterhalten werden können, aber sich niemals durchsetzen, während der Staat ausreichend Kraft hat, um den Status Quo beizubehalten, ohne zu überzeugen.

Es scheint wichtiger, Ideen aufzuzwingen, als Tatsachen zu vergleichen

Wir leben in Zeiten der Wahrheit a posteriori, in der es wichtiger ist, in der Lage zu sein, eine Idee aufzuerlegen und einen mentalen Rahmen zu schaffen, als die nachgewiesenen Tatsachen. In den Medien werden immer mehr Äußerungen veröffentlicht und weniger Forschung und Nachdenken über das, was gesagt wird und wie es gesagt wird, sodass die Überschrift einfach so stehen gelassen wird und keiner die Grundlagen nachforscht. Darum muss man dankbar für Initiativen wie dieses Buch sein, in dem man die Realität umfassend analysieren kann, ohne beeindruckende Phrasen zu dreschen und sterile Polemik zu verwenden.

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