Sr. Millan
Sr. Millan
TH, 8è VOLUM. El Procés

SR. MANUEL MILLÁN JORDANO

Empresario

Texto del 28/02/2017

MANUEL MILLÁN JORDANO

Barcelona

A este empresario del vending, que hoy exporta a todo el mundo, fue Italia lo que le cambió la vida. Se considera tan catalán como español y está convencido de que un referéndum mantendría Catalunya dentro de España, aunque lamenta que los errores de Madrid alimenten continuamente el conflicto, mientras cree que el «café para todos» fue un error, que Catalunya merece un trato singular y que la causa catalanista debe reorientarse hacia objetivos más realistas.

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Italia y el vending me cambiaron la vida

Empecé de la nada, atraído por el mundo del vending, que me parecía apasionante. Hace unos veinticinco años, conocí a unos empresarios italianos e impulsamos juntos un proyecto, Bianchi Vending Industry, primero para fabricar máquinas de café y, luego, máquinas de snacks y alimentos. Cuando estaba en su momento álgido, vendimos la compañía a Goldman Sacks, que la arruinó. Afortunadamente, mi exsocio la recompró hace un año y salvó a las seiscientas familias que vivían de ella en todos los países en los que tenemos delegaciones (Italia, Francia, España, Alemania y China). Ahora, a mi cargo se encuentra la distribución, y hemos iniciado una segunda etapa de la agrupación de empresas vending tan apasionante, si cabe, como la anterior, siempre teniendo en cuenta las tendencias cambiantes en los hábitos alimenticios y las nuevas tecnologías. Además, contamos con un nuevo socio italiano, Gimoka, la segunda compañía en torrefacción de café del país.

De Barcelona al mundo

Producimos ciento cincuenta toneladas de café al día. Somos, también, el segundo productor europeo de cápsulas compatibles para todas las marcas, como Nespresso o Dolce Gusto. Fabricamos en Italia y distribuimos a todo el mundo, principalmente máquinas de la marca Bianchi. En la delegación comercial de Barcelona somos unas cuarenta personas. Durante estos años de crisis, Latinoamérica (Colombia, Brasil) nos ha salvado más de un ejercicio. Si dependiera únicamente de Catalunya, la delegación de Barcelona ya habría cerrado. Tenemos competencia, porque hay muchos torrefactores locales que cuidan su producto, pero contamos con una máquina extraordinaria de la que solo existen cinco unidades en todo el mundo, en manos de grandes entidades como Nestlé o Aldi, y que hace seiscientos kilos de café tostado cada cuatro minutos, mientras que los torrefactores necesitan una hora para la misma cantidad. Lo que nosotros tostamos en un día ellos lo tuestan en un mes. Estos volúmenes solo se pueden mover si se tiene una visión mundial.

No hay límites para el vending

El vending cada vez se está diversificando más, y lógicamente nosotros hemos seguido esta tendencia. Existen máquinas de vending para productos Samsonite o pantalones vaqueros. Hay incluso máquinas de protección laboral, en las que el trabajador, tras fichar en ellas, puede obtener guantes, mascarillas o gafas protectoras. Estamos a punto de sacar al mercado una máquina que es un minisupermercado. Hicimos un prototipo y ya vendimos once de ellas en Miami hace unos años, y el mes que viene ya estarán a punto las nuevas. Todo va muy rápido. Aún funcionan con monedas y billetes, pero todo el vending, en unos diez años a lo sumo, acabará pagándose con el teléfono.

Crisis y bancos

Se dice que ya hemos salido de la crisis, pero se pueden hacer diversas lecturas de esta afirmación. Nuestra empresa, por ejemplo, este año ha facturado más, pero nuestros márgenes se han reducido. Siempre he sido muy crítico con los bancos, tan protagonistas de la crisis. No son nada profesionales, ya no quieren conocer a sus clientes. Hace treinta años, los directores de los bancos con los que trabajaba sabían mi vida y milagros. Hoy es imposible, porque cada seis meses hay un director diferente. Lo hacen a propósito, para evitar las relaciones personales, para borrar cualquier rastro de humanidad en la gestión. Por eso, decidí crear una financiera: para poder dar crédito a las operaciones de mis clientes. Con ella llegamos a financiar hasta nueve millones de euros. De esta manera, hemos podido recuperarlos a todos y no hemos tenido impagados.

Un 9-N oficial lo hubieran perdido

Sobre el Procés, lo primero que me viene a la cabeza es que a unos y a otros se les ha ido de las manos. Es cierto que las manifestaciones fueron gigantescas, y quizá por ello Artur Mas ha abrazado el independentismo, ideal con el que siempre había guardado las distancias. Otra cosa es ERC, que nunca ha engañado a nadie. Pero el entorno de CiU jamás había ido más allá de luchar por lo nuestro sin cuestionar el marco autonómico. Creo sinceramente que están incómodos en el papel en el que se han enfrascado. Si el 9-N hubiera sido un referéndum legítimo, la independencia habría salido derrotada. Estoy plenamente convencido de ello, a pesar de que el Gobierno de Madrid cometa continuamente la torpeza de ir fabricando independentistas con sus actos u omisiones. Yo no soy independentista, pero a nadie le gusta que lo maltraten o hablen mal de uno Los catalanes trabajamos, sobre todo. Poco malo puede decirse honestamente de nosotros.

Fomentando el odio

El Procés ha iniciado ya su última etapa, una especie de huida hacia delante sin sentido que, a fuerza de inhabilitaciones y otro tipo de presiones, dejará sin efectivos el movimiento. Es triste que se llegue a este punto por la negativa a negociar de Rajoy; un encastillamiento que tiene mucho de cálculo electoral, porque en España todavía da muchos votos fustigar a los catalanes. Por otro lado, meterse con España también da votos en Catalunya. Entre estos dos cálculos se encuentra el pueblo, al que le hacen aflorar odios a fuerza de manipulación. En Catalunya somos muchos los que nos sentimos españoles. Mis padres vinieron de Andalucía, y yo soy catalán, como mis hijas, pero me siento muy unido a la tierra de mis padres. No tengo problemas con nadie y hago negocios con todos, se sientan como se sientan. Pero se está dividiendo el país, lo veo en mi propia casa. De mis tres hijas, una no es independentista, otra es independentista convencida y la tercera se siente ajena al conflicto. A veces, si se habla del tema, en las comidas familiares de los domingos surgen tensiones. Si esto pasa en el seno de una familia, ¿qué no pasará a nivel de calle?

Judicializar la política es un error

Si el Tribunal Constitucional no hubiera impugnado el Estatuto, seguramente no estaríamos en este escenario conflictivo. Fue un gran error. Pero incluso si solo hubiera habido este error, lo podríamos arreglar. Sin embargo, en Madrid persisten en hacer lo que no conviene; como ahora, judicializando la política con los procesos a Mas, Rigau, Ortega, Homs y Forcadell, autoridades catalanas. El celo por hacer cumplir la ley no creo que compense la deriva política que estos enjuiciamientos pueden desencadenar. Entre dos altas instituciones, como son el Gobierno de España y el de la Generalitat, la Justicia no debe sustituir a la política.

Con repercusiones económicas

En mi opinión, una Catalunya independiente no es viable desde el punto de vista económico. Además, están las consecuencias del Procés. En Monzón encantaron mis máquinas, pero me dijeron claramente que en Aragón nadie compraría productos catalanes, por muy buenos que fueran. Otro aspecto, nada menor, es que muchos de los empresarios que ondean la estelada, y se llenan la boca con el Procés, el referéndum y la independencia, deslocalizan sus empresas fuera del país. No veo cómo será viable Catalunya si quienes más deberían predicar con el ejemplo no lo hacen. Por no hablar del caso contrario, el de los empresarios que están yéndose de Catalunya ante la probabilidad de un escenario incierto.

España no es tan homogénea como Italia

La idea de España no es un sentimiento unánime, aunque a algunos les cueste reconocerlo. Por eso fue un error, en su día, diluir a Catalunya y al País Vasco en el rompecabezas de la España autonómica, creando diecisiete comunidades autónomas con sus respectivas banderas e himnos. Italia, aunque tiene también sus tentaciones independentistas, es mucho más homogénea. Allí nadie se avergüenza de la bandera, como aquí, donde una parte de la izquierda no reconoce como propia la bandera nacional oficial. Yo tengo un barco en el Port Olímpic y, como está establecido por ley, lleva una bandera española de un tamaño acorde con el barco. Pues bien: son incontables las ocasiones en que he tenido que dar explicaciones por ello. Por lo visto, mi barco es prác-ticamente el único de aquel sector del puerto que cumple la normativa. O el resto de barcos son de paraísos fiscales o la bandera española no es aceptada. Esta es la realidad, y no otra. Forzar una España homogénea está condenado al fracaso. Se ha hecho desde distintas dictaduras y no se ha conseguido. Mucho menos se conseguirá en democracia. Por lo tanto, hay que acercar posiciones.

Reorientar la causa catalana

No digo que los catalanes no tengamos una causa. Catalunya no puede concebirse sin intereses propios; hay aún muchos motivos para seguir luchando. Existe un hecho diferencial que debe ser preservado, aparte del hecho de que damos al Estado más que cualquier otra comunidad. No se trata de hacer un memorial de agravios, pero sí de manifestar claramente cuáles son nuestras insatisfacciones colectivas como sociedad. Algo aparentemente tan sencillo, acaba no siéndolo porque tenemos una clase política, a mi parecer, muy poco preparada. Ya no pido verdaderos estadistas; pero políticos que se están postulando para dirigir un nuevo Estado, si los pusiera a llevar mi empresa, a los cinco meses ya no podrían pagar ni las nóminas.

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Businessman

This vending entrepreneur, who today exports across the world, had his life changed by Italy. He considers himself both Catalan and Spanish and he is convinced that a referendum would see Catalonia remain within Spain, although he regrets that Madrid’s errors continuously fuel the conflict. He believes the “one size fits all” mentality was an error, while Catalonia deserves unique treatment and the Catalan independence cause must refocus on more realistic objectives.

Italy and vending changed my life

I started from scratch, drawn by the world of vending, which seemed exciting to me. Twenty-five years ago, I met some Italian businessmen and together we undertook a project, Bianchi Vending Industry, first to manufacture coffee machines and then snack machines. At its critical point, we sold the company to Goldman Sachs, which bankrupted it. Fortunately, my ex-partner rebought it a year ago and saved the 600 families who earned a living from it in all the countries where we have branch offices (Italy, France, Spain, Germany and China). Now, my role lies in distribution and we have commenced a second stage in the grouping of exciting vending companies like the previous one, always in consideration of the changing trends in food habits and new technologies. Furthermore, we have a new Italian partner, Gimoka, which is the country’s second largest coffee roasting company.

From Barcelona to the world

We produce 150 tonnes of coffee a day. We are also the second largest European producer of capsules compatible with all brands, such as Nespresso and Dolce Gusto. We manufacture in Italy and distribute our product throughout the world, mainly Bianchi machines. In the commercial branch in Barcelona we have around forty employees. During the years of the financial crisis, Latin America (Colombia, Brazil) saved us in more than one tax year. If it depended only on Catalonia, the Barcelona branch would already have closed. We have competition as there are many local coffee roasters who show care for their product, but we have an extraordinary machine, of which only five units exist in the entire world and these are in the hands of major organisations like Nestlé and Aldi. These machines roast 600 kilograms of coffee every four minutes, while standard roasting machines need an hour to produce the same quantity. What we roast in a day, they manage to roast in a month. These volumes can only be addressed if you have a global vision.

Vending is limitless

Vending is becoming more and more diverse, so logically we have followed this trend. There are vending machines for Samsonite products and jeans. There are even occupational protection machines in which employees, after signing in, can obtain gloves, masks and protective eyewear. We are just about to launch a machine that is a mini-supermarket. We made a prototype and we already sold 11 in Miami a few years ago. Next month the new models will be available. Everything moves very quickly. These machines still function with coins and notes but all forms of vending in around ten years will all be paid for using mobile phones.

Crisis and banks

They say we have left the financial crisis behind us but different readings of this affirmation can be made. Our company, for example, billed more this year but our profits were reduced. I have always been highly critical of banks, the protagonists of the crisis. They are extremely unprofessional as they have no interest in knowing their clients. Thirty years ago, the directors of the banks we worked with knew my life story. Today, that is impossible as every six months there is a new director. They do this on purpose, to avoid personal relationships and to erase any trace of humanity in their management. For this reason I decided to create a financial entity: to give credit to my clients’ operations. Through this endeavour we have provided up to €9 million in financing. We have been able to recover every penny and we have never had any incidents of non-payment.

The Catalan self-determination referendum would have been lost

Regarding the Procés, the first thing that comes to mind is that it has got out of hand. It is true that the demonstrations were enormous, and perhaps this is why Artur Mas embraced the independence movement, which was an ideal he had always kept at a distance. The ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) is another thing, as it has never lied to anyone, however, the CiU (Convergència i Unió) had never stretched beyond fighting for our cause without questioning the autonomous framework. I truly believe they are uncomfortable with the role they have become immersed in. If the Catalan self-determination referendum had been a legitimate referendum, the independence movement would have been defeated. I am fully convinced of this, despite the Government in Madrid continuously showing ineptitude resulting in the creation of independence supporters with its actions or omissions. I am not in favour of independence but nobody likes to be mistreated or spoken about badly. We Catalans work hard, above all else. Honestly, little can be said about us negatively.

Fostering hate

The Procés has begun its final phase: a kind of forward-moving flight without direction due to disqualifications and other types of pressure, which will leave the movement ineffective. It is sad it has reached this point due to the refusal of Rajoy to negotiate in a show of obstinacy that has much to do with cynical election politics as, in Spain, many people still vote to condemn Catalans. On the other hand, standing up to Spain also gains votes in Catalonia. The people are caught between these two types of electioneering, which sees hate born from manipulation. In Catalonia, many of us feel Spanish. My parents came from Andalusia and I am Catalan, like my daughters, but I feel strong ties to the land of my parents. I do not have problems with anyone and I perform business with everyone, whatever their stance. However, the issue is dividing the country and I see it in my own home. Of my three daughters, one does not believe in independence, the second is fully in support of it and the third feels indifferent. Sometimes when speaking of the subject at family meals on Sundays tensions will arise. If this happens within one family, what happens in the street?

Judicializing politics is a mistake

If the Constitutional Court had not challenged the Statute, I am certain we would not have reached this conflicting stage. It was a huge mistake. If this had been the only error, it could have been fixed. However, in Madrid they persist in doing what is inconvenient; like now, judicializing politics with the cases against Mas, Rigau, Ortega, Homs and Forcadell, all Catalan authorities. I don’t believe the zeal of ensuring compliance with the law compensates for the political drift these trials can unleash. Justice cannot substitute politics between two institutions such as the Spanish Government and the Generalitat.

Economic repercussions

In my opinion, an independent Catalonia is not viable from an economic viewpoint. Furthermore, there are the consequences of the Procés. In Monzón they loved my machines but they told me clearly that in Aragón nobody would buy Catalan products, no matter how good they were. Another issue is that many of the businesspeople who wave the Estelada and continually speak about the Procés¸ the referendum and independence are relocating their companies outside of the country. I don’t see how an independent Catalonia would be viable if those doing the preaching don’t follow through. This is not to mention the entrepreneurs who are leaving Catalonia in light of the probability of an uncertain future.

Spain is not as homogenous as Italy

The idea of Spain is not a unanimous sentiment, although some find it difficult to recognise this. For this reason it was a mistake to dilute Catalonia and the Basque Country in the jigsaw puzzle of Spain with its autonomous communities, creating 17 areas with their respective flags and anthems. Italy, despite having independence temptations within it, is much more homogenous. Nobody is ashamed of their flag in Italy, unlike they are here where a part of the left does not recognise the official national flag as its own. I have a boat at Port Olímpic and, as established by law, it has a Spanish flag in accordance with the size of the boat. On numerous occasions I have had to explain to people why I have one. By all accounts, my boat is almost the only one in that section of the port that complies with legislation. Either the rest of boats are from tax havens or the Spanish flag is not accepted. This is the reality. Forcing a homogenous Spain is doomed to fail. It has been attempted through different dictatorships unsuccessfully. Much less will be achieved with democracy. Therefore, the gap between the differences in opinion of both sides involved in the conflict must close.

Refocusing the Catalan cause

I’m not saying that we Catalans don’t have a cause. Catalonia cannot be understood without understanding its interests; there are still many reasons to continue fighting. There is a differential element that must be preserved, apart from the fact we provide the State with more than any other community. It is not a question of compiling a list of grievances, but rather of clearly declaring our collective dissatisfaction as a society. Something apparently so simple is made more complicated with our political class who seem to me ill-prepared. I am not asking for true statesmen; but if I were to put the politicians who are proposing leading a new State in charge of my company, within five months we would no longer be able to pay employees’ wages.
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Chef d’entreprise

L’Italie a changé la vie de ce chef d’entreprise du secteur vending, qui exporte aujourd’hui vers le monde entier. Il se considère aussi bien catalan qu’espagnol et il est convaincu qu’un référendum maintiendrait la Catalogne au sein de l’Espagne, même s’il déplore que les erreurs de Madrid alimentent constamment le conflit ; il croit que le café pour tous » était une erreur, que la Catalogne mérite un traitement particulier et que la cause catalaniste doit se tourner vers des objectifs plus réalistes.

L’Italie et le vending ont changé ma vie

J’ai commencé à partir de rien, attiré par le monde du vending, qui me semblait passionnant. Il y a vingt-cinq ans, j’ai connu des chefs d’entreprises italien et nous avons lancé ensemble un projet, Bianchi Vending Industry, d’abord pour fabriquer des machines à café puis des machines de snacks et d’aliments. À son apogée, nous avons vendu la compagnie à Goldman Sacks, qui l’a ruinée. Heureusement, mon ancien associé l’a rachetée il y a un an et sauvé les six cents familles qui en vivaient dans tous les pays où nous comptons des délégations (Italie, France, Espagne, Allemagne et Chine). Aujourd’hui, je suis chargé de la distribution et nous avons démarré une seconde étape de regroupement d’entreprises vending aussi passionnante s’il en est, que la précédente, en étant toujours à l’écoute des tendances changeantes en matière d’habitudes alimentaires et de nouvelles technologies. Nous comptons également sur un nouveau partenaire italien, Gimoka, la deuxième compagnie de torréfaction de café du pays.

De Barcelone au monde

Nous produisons cent cinquante tonnes de café par jour. Nous sommes aussi le second producteur européen de capsules compatibles avec toutes les marques, comme Nespresso ou Dolce Gusto. Nous fabriquons en Italie et distribuons dans le monde entier, principalement des machines de la marque Bianchi. Nous sommes une quarantaine de personnes dans la délégation commerciale de Barcelone. Pendant la crise, l’Amérique du Sud (Colombie, Brésil) nous a sauvé plus d’un bilan. Si nous dépendions uniquement de la Catalogne, la délégation de Barcelone aurait déjà fermé. Nous avons beaucoup de concurrence, en raison des nombreux torréfacteurs locaux qui soignent leur produit, mais nous disposons d’une machine extraordinaire dont il n’existe que cinq unités dans le monde, actuellement aux mains de grandes entités comme Nestlé ou Aldi, qui produit six cents kilos de café grillé toutes les quatre minutes, tandis que les torréfacteurs ont besoin d’une heure pour obtenir la même quantité. Nous torréfions en un jour ce qu’ils obtiennent en un mois. Or pour travailler avec de tels volumes, il faut nécessairement avoir une vision mondiale.

Il n’y a pas de limites au vending

Le vending est de plus en plus diversifié et nous avons logiquement suivi cette tendance. Il existe des machines de vending pour les produits Samsonite ou les pantalons en denim, il y a même des machines de protection du travail, où les employés pointent et peuvent ensuite obtenir des gants, des masques ou des lunettes de protection. Nous nous apprêtons à lancer sur le marché une machine qui est un mini supermarché. Nous avons fait un prototype et en avons déjà vendu onze exemplaires à Miami il y a quelques années ; les nouvelles machines seront prêtes le mois prochain. Tout va très vite. Elles fonctionnent encore avec des pièces et des billets, mais dans une dizaine d’années, tout le vending, se payera avec le mobile.

La crise et les banques

On dit que nous sommes sortis de la crise, mais cette affirmation peut être interprétée de différentes façons. Cette année par exemple, notre entreprise a facturé davantage, mais nos marges sont plus réduites. Je me suis toujours montré très critique avec les banques, grandes protagonistes de la crise. Elles ne sont pas du tout professionnelles, elles ne veulent plus connaître leurs clients. Il y a trente ans, les directeurs des banques avec lesquels je travaillais connaissaient tous mes faits et gestes. Aujourd’hui c’est impossible, car le directeur de l’agence est remplacé tous les six mois, pour éviter les relations personnelles, pour effacer toute trace d’humanité dans la gestion. J’ai donc décidé de créer mon propre établissement financier non-bancaire, pour donner du crédit aux opérations de mes clients, qui nous a permis de financer jusqu’à neuf millions d’euros. Nous avons ainsi pu récupérer la totalité sans impayés.

Un 9-N officiel ne l’aurait pas emporté

En ce qui concerne le Procés, je pense que la situation a échappé aux uns et aux autres. Il est certes vrai que les manifestations étaient gigantesques et c’est peut-être pour cela qu’Artur Mas a embrassé l’indépendantisme, un idéal avec lequel il avait toujours gardé ses distances, et je laisse ERC, qui n’a jamais trompé personne, à part. Quant au milieu de CiU, il s’était toujours limité à lutter pour ce qui nous appartient, sans remettre en question le cadre autonomique. Je crois sincèrement qu’ils sont mal l’aise dans le rôle qu’ils ont endossé. Si le 9-N avait été un référendum légitime, l’indépendance ne l’aurait pas emporté, j’en suis totalement convaincu, même si la maladresse constante du Gouvernement de Madrid fabrique des indépendantistes, avec ses actes ou omissions. Je ne suis pas indépendantiste, mais personne n’aime être maltraité ou critiqué, surtout pas les catalans. Très honnêtement, on ne peut pas dire beaucoup de mal de nous.

Susciter la haine

Le Procés a commencé sa dernière étape, une sorte de fuite vers l’avant sans aucun sens qui à force d’incapacités et autres pressions, laissera le mouvement sans effectifs. Il est triste d’en arriver à ce point parce que Rajoy refuse de négocier ; un retranchement qui a tout d’une stratégie électorale, car aujourd’hui encore en Espagne, critiquer les catalans rapporte beaucoup de votes. D’autre part, s’en prendre à l’Espagne rapporte également des votes en Catalogne. Or la population se trouve entre ces deux stratégies et les haines affleurent à grand coup de manipulation. En Catalogne, nous sommes nombreux à nous sentir espagnols ; mes parents sont originaires d’Andalousie et je suis catalan, comme mes filles, mais je me sens rattaché à la terre de mes parents. Je n’ai de problèmes avec personne et je fais des affaires avec tout le monde, quel que soit leurs sentiments à ce sujet. Mais le pays se divise, je le vois au sein de mon foyer ; l’une de mes trois filles n’est pas indépendantiste, une autre est une indépendantiste convaincue et la troisième ne se sent pas concernée par le conflit. Lorsque le sujet est abordé pendant les repas de famille du dimanche, les tensions sont palpables. Or, si cela se produit au sein d’une même famille, qu’en sera-t-il au niveau de la population ?

Judiciariser la politique est une erreur

Si le Tribunal Constitutionnel n’avait pas contesté le Statut, nous ne serions surement pas plongés dans cette situation de conflit, ce fut une grave erreur. Si cette erreur avait été la seule, nous pourrions la résoudre, mais Madrid persiste à faire ce qui ne convient pas en judiciarisant la politique avec les procès de Mas, Rigau, Ortega, Homs et Forcadell, des autorités catalanes. Je ne crois pas que la ferveur pour appliquer la loi compense la dérive politique que ces jugements peuvent entraîner. La justice ne doit pas remplacer la politique entre deux institutions comme le Gouvernement d’Espagne et la Generalitat.

Des répercussions économiques

Je pense qu’une Catalogne indépendante n’est pas viable du point de vue économique, et qu’il ne faut pas oublier les conséquences du Procés. À Monzón, mes machines ont eu un grand succès, mais on m’a dit clairement qu’en Aragon personne n’achèterait des produits catalans, aussi bons soient-ils. D’autant plus que de nombreux chefs d’entreprises qui dressent le drapeau de la estelada et ne parlent que de Procés, de référendum et d’indépendance, délocalisent leurs entreprises hors du pays. Je ne vois pas comment la Catalogne serait viable si ceux qui devraient montrer l’exemple ne le font pas. Sans parler du cas contraire, celui des chefs d’entreprises qui partent de Catalogne en raison de la situation d’incertitude.

L’Espagne n’est pas aussi homogène que l’Italie

L’idée d’Espagne n’est pas un sentiment unanime, même si certains ont du mal à le reconnaître, c’est pourquoi la dilution de la Catalogne et du Pays Basque au sein du puzzle de l’Espagne autonomique et la création de dix-sept communautés autonomes, avec leurs drapeaux et hymnes respectifs furent une erreur. L’Italie, qui essuie elle aussi des tentations indépendantistes est beaucoup plus homogène. Là-bas, personne n’a honte du drapeau comme chez nous, où une partie de la gauche ne reconnait pas le drapeau national officiel. Je possède un bateau, amarré dans le Port Olímpic et comme l’établit la loi, il porte un drapeau espagnol, d’une dimension en accord avec l’embarcation ; et bien je ne compte plus les fois où j’ai dû me justifier pour cela. Apparemment, mon bateau est pratiquement le seul de cette zone du port qui remplit la norme. Soit les autres bateaux viennent de paradis fiscaux, soit le drapeau espagnol n’est pas accepté, telle est la réalité. Forcer l’Espagne à être homogène est une action vouée à l’échec. Plusieurs dictatures ont essayé et n’ont pas réussi et la démocratie n’y parviendra pas non plus. Il faut donc se mettre d’accord.

Réorienter la cause catalane

Je ne dis pas que les catalans n’ayons pas une cause ; la Catalogne ne peut être conçue sans ses propres intérêts ; il y a de nombreuses raisons pour continuer le combat. Il existe un fait différentiel qui doit être préservé, outre le fait que nous donnons à l’état plus que n’importe quelle autre communauté. Il ne s’agit pas de faire une liste des injustices, mais de manifester clairement quelles sont nos frustrations collectives en tant que société. Un fait apparemment simple devient très compliqué car, à mon avis, notre classe politique n’est pas préparée. Je ne demande pas de vrais hommes d’état ; mais si je mettais ces hommes politiques qui postulent pour diriger un nouvel État à la tête de mon entreprise, au bout de cinq mois, ils ne pourraient même plus payer les salaires.
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Unternehmer

Das Leben dieses Unternehmers auf dem Gebiet des Automatenverkaufs, der heute weltweit exportiert, hat sich aufgrund von Italien verändert. Er sieht sich sowohl als Katalane als auch Spanier und ist überzeugt, dass Katalonien bei einem Referendum in Spanien bleiben wird, bedauert jedoch, dass die Fehler von Madrid den Konflikt weiterhin anheizen. Seiner Meinung nach war das „für alle obligatorische Modell“ der Autonomien ein Fehler, da Katalonien eine besondere Behandlung verdient hat. Darüber hinaus ist er der Ansicht, dass die katalanische Sache auf realistischere Ziele ausgerichtet werden sollte.

Italien und der Automatenverkauf haben mein Leben verändert.

Ich bin bei Null angefangen, angezogen von der Welt des Automatenverkaufs, die mir spannend erschien. Vor ca. 25 Jahren lernte ich einige italienische Unternehmer kennen. Gemeinsam starteten wir ein Projekt namens Bianchi Vending Industry, zunächst zur Fertigung von Kaffeeautomaten und schließlich für Automaten von Snacks und Lebensmitteln. Auf dem Höhepunkt verkauften wir das Unternehmen an Goldman Sachs, die es in den Ruin trieben. Zum Glück kaufte es mein Ex-Partner vor einem Jahr zurück und rettetet die 600 Familien in den Ländern, in denen wir Niederlassungen haben (Italien, Frankreich, Spanien, Deutschland und China). Inzwischen bin ich für den Vertrieb verantwortlich. Wir haben eine zweite Etappe der Unternehmens-gruppe eingeleitet, die genauso spannend wir die erste ist, immer unter Berücksichtigung der sich verändernden Trends in Sachen Essgewohnheiten und neue Technologien. Zudem verfügen wir über einen neuen italienischen Partner, Gimoka, die zweitgrößte Kaffeerösterei des Landes.

Von Barcelona in die Welt

Wir erzeugen jeden Tag 150 Tonnen Kaffee. Außerdem sind wir der zweitgrößte Hersteller von Kaffeekapseln, die mit allen Marken kompatibel sind, darunter Nespresso oder Dolce Gusto. Wir produzieren in Italien und verkaufen in der ganzen Welt, hauptsächlich Automaten der Marke Bianchi. In der Vertriebsnie – derlassung Barcelona sind ca. 40 Personen beschäftigt. Während der Krisenjahre hat uns Lateinamerika (Kolumbien, Brasilien) mehr als einmal gerettet. Wenn sie nur von Katalonien abhängen würde, hätte die Niederlassung in Barcelona längst geschlossen. Wir haben Wettbewerber, da es viele lokale Röster gibt, die hoch-wertige Produkte anbieten. Wir verfügen jedoch über eine außergewöhnliche Maschine, von der es auf der ganzen Welt nur fünf Stück in Unternehmen wie Nestlé oder Aldi gibt, die 600 Kilo Kaffee in vier Minuten röstet, während andere Röstereien für dieselbe Menge eine Stunde benötigen. Wir rösten an einem Tag das, was andere in einem Monat rösten. Diese Mengen können nur bewegt werden, wenn man eine globale Sicht hat.

Dem Automatengeschäft sind keine Grenzen gesetzt

Das Automatengeschäft wird immer vielfältiger und natürlich sind wir diesem Trend gefolgt. Es gibt Verkaufsautomaten für Samsonite-Produkte oder Jeans. Es gibt sogar Automaten für persönliche Schutzausrüstungen, an denen der Mitarbeiter mit seinem Mitarbeiterausweis Handschuhe, Gesichtsmasken oder Schutzbrillen ziehen kann. Wir werden in Kürze einen Automaten heraus-bringen, der ein Minisupermarkt ist. Ein Prototyp ist bereits vorhanden, von dem wir vor einigen Jahren elf in Miami verkauften. Das neue Modell wird nächsten Monat bereitstehen. Alles geht sehr schnell. Noch funktionieren sie mit Geldstücken und Scheinen, in höchstens zehn Jahren wird der gesamte Automatenverkauf jedoch mit dem Smartphone bezahlt werden.

Krisen und Banken

Angeblich haben wir die Krise überwunden, diese Aussage kann jedoch unterschiedlich interpretiert werden. Unser Unternehmen hat dieses Jahr beispielsweise einen höheren Umsatz erwirtschaftet, unsere Gewinnmarge ist jedoch gesunken. Ich bin den Banken, den Hauptfiguren der Wirtschaftskrise, immer sehr kritisch gegenübergestanden. Sie sind überhaupt nicht professionell und wollen ihre Kunden nicht mehr kennenlernen. Vor 30 Jahren kannten die Direktoren der Banken, mit denen ich arbeitete, mein gesamtes Leben. Heute ist dies unmöglich, da alle sechs Monate ein neuer Direktor da ist. Dies geschieht mit Absicht, um persönliche Beziehungen zu vermeiden und jeden Anflug von Menschlichkeit zu verhindern. Aus diesem Grund beschloss ich, eine Finanzierungsgesellschaft zu gründen und die Operationen meiner Kunden zu finanzieren. Über diese Gesellschaft haben wir bis zu 9 Mio. Euro finanziert, alle Kunden zurückgewinnen können und keine einzige Zahlungseinstellung gehabt.

Sie hätten den 9. November verloren

In Bezug auf den Procés fällt mit zuerst ein, dass sowohl die eine als auch die andere Seite die Kontrolle verloren haben. Sicherlich waren die Demonstra-tionen riesig und Artur Mas sich vielleicht aus diesem Grund für die Unabhängigkeit entschieden, eine Idee, von der er bisher immer abgesehen hatte. Anders die ERC, die niemals andere getäuscht hat. Der Umkreis der CiU hat jedoch niemals etwas verteidigt, was über den Rahmen der Autonomie hinausgegangen ist. Ich glaube aufrichtig, dass sie sich in der Rolle nicht wohlfühlen, in die sie geschlüpft sind. Falls die Abstimmung am 9. November ein rechtmäßiges Referendum gewesen wäre, hätte die Unabhängigkeits – bewegung eine Niederlage erlitten. Davon bin ich zutiefst überzeugt, obwohl die Regierung in Madrid kontinuierlich die Dummheit begeht, mit ihren Hand – lungen und Unterlassungen neue Unabhängigkeitsanhänger zu fabrizieren. Ich bin gegen die Unabhängigkeit. Niemandem gefällt es jedoch, schlecht behandelt oder herabgesetzt zu werden. Wir Katalanen zeichnen uns vor allem durch unsere Arbeitsmoral aus. Wenn man ehrlich ist, kann nur wenig Schlechtes über uns Katalanen gesagt werden.

Förderung des Hasses

Der Procés ist inzwischen in seiner letzten Etappe, eine Art sinnlose Flucht nach vorne, bei der anhand von Rechtsaberkennungen und anderen Zwängen die Wirkung der Bewegung verloren geht. Es ist traurig, dass es aufgrund der Verweigerung von Verhandlungen seitens Rajoy zu dieser Situation kommen musste; eine Verweigerungshaltung, die viel wahltechnisches Kalkül besitzt, da die Geißelung der Katalanen in Spanien immer noch viele Stimmen einbringt. Allerdings bringt es auch Stimmen in Katalonien, sich mit Spanien anzulegen. Zwischen diesen beiden Kalkülen befindet sich die Bevölkerung, die auf Grundlage von Manipulationen zum Hass verleitet wird. In Katalonien gibt es viele, die sich als Spanier fühlen. Meine Eltern kamen aus Andalusien. Ich bin wie meine Töchter Katalane, fühle mich jedoch weiterhin der Region meiner Eltern verbunden. Ich habe mit niemandem Probleme und mache mit jedem Geschäfte, ganz gleich, als was sie sich fühlen. Aber das Land wird geteilt, dies sehe ich in meiner eigenen Familie. Von meinen drei Töchtern ist eine gegen die Unabhängigkeitsbewegung, die andere eine überzeugte Anhängerin und die dritte lässt der Konflikt unbeteiligt. Wenn wir beim Sonntagsessen in der Familie über dieses Thema sprechen, kommt es zu Spannungen. Und wenn dies schon in der Familie geschieht, wie sieht es dann erst auf der Straße aus?

Die Judikalisierung der Politik ist ein Fehler

Wenn das Verfassungsgericht das Autonomiestatut nicht angefochten hätte, sähe die aktuelle Konfliktlage anders aus. Das war ein großer Fehler. Wenn es jedoch bei diesem einen Fehler geblieben wäre, hätten wir eine Lösung finden können. In Madrid besteht man jedoch darauf, das zu tun, was nicht zweckmäßig ist; beispielsweise die Judikalisierung der Politik mit den Gerichtsverfahren gegen Mas, Rigau, Ortega, Homs und Forcadell. Der Übereifer, die Gesetze einzuhalten, kompensiert meiner Meinung nach nicht die politische Abdrift, die diese Gerichtsverfahren auslösen können. Zwischen zwei wichtigen Institu – tionen wie die spanische Regierung und die Generalitat sollte die Justiz nicht die Politik ersetzen.

Mit wirtschaftlichen Folgen

Meiner Meinung nach ist ein unabhängiges Katalonien vom wirtschaftlichen Standpunkt aus nicht lebensfähig. Dazu kommen die Folgen des Procés. In Monzón war man von meinen Automaten begeistert, sagte mir jedoch, in Aragon würde niemand katalanische Produkte kaufen, ganz egal, wie gut sie seien. Ein anderer ebenso wichtiger Punkt ist, dass viele Unternehmer, die die katalanische Flagge schwenken und sich den Procés, das Referendum und die Unabhängigkeit auf die Fahnen geschrieben haben, ihre Unter – nehmen ins Ausland verlagern. Ich weiß nicht, wie Katalonien lebensfähig sein kann, wenn diejenigen, die mit gutem Beispiel vorangehen sollten, es nicht tun. Ganz zu schweigen von den Unternehmern, die Katalonien angesichts einer ungewissen Zukunft verlassen.

Spanien ist nicht so homogen wie Italien

Das Konzept Spanien ist keine einstimmige Empfindung, auch wenn es vielen schwerfällt, dies anzuerkennen. Daher war es seinerzeit ein Fehler, Katalonien und das Baskenland im Puzzle der spanischen Autonomien zu verwässern und siebzehn Autonome Gemeinschaften mit ihren Fahnen und Hymnen zu schaffen. Italien hat zwar auch separatistische Tendenzen, ist jedoch viel homogener. Niemand schämt sich seiner Fahne wie hier, wo ein Teil der Linken die offizielle Nationalflagge des Landes nicht anerkennt. Ich habe im Port Olímpic von Barcelona ein Boot mit einer spanischen Flagge liegen, wie es gesetzlich vorgeschrieben ist. Unzählige Male bin ich deswegen in den Erklä-rungsnotstand geraten. Anscheinend ist mein Boot praktisch das einzige, das in diesem Bereich des Hafens die Vorschriften einhält. Entweder stammen die anderen Boote aus Steuerparadiesen oder die spanische Flagge wird nicht gehisst. Das ist die Realität. Ein homogenes Spanien zu erzwingen, ist von vornherein zum Scheitern verurteilt. Verschiedene Diktaturen haben dies versucht und nicht geschafft. In der Demokratie wird dies noch viel weniger gelingen. Somit ist es erforderlich, die Positionen einander anzunähern.

Neuorientierung der katalanischen Sache

Ich will nicht abstreiten, dass es keine katalanische Sache gibt. Katalonien kann nicht ohne Eigeninteressen begriffen werden. Es gibt viele Gründe, weiterzu-kämpfen, und ein Unterscheidungsmerkmal, das bewahrt werden muss, abgesehen von der Tatsache, dass wir mehr als alle anderen Gemeinschaften zum Staat beitragen. Es geht nicht darum, Unrechte aufzuzählen, sondern klar zum Ausdruck zu bringen, was unsere kollektive Unzufriedenheit als Gesellschaft ist. Etwas anscheinend so Einfaches ist angesichts einer offensichtlich nur unzureichend bereiten politischen Klasse schließlich kompliziert. Ich verlange keine statistischen Wahrheiten. Die Politiker, die sich anschicken, einen neuen Staat zu leiten, könnten nach fünf Monaten in der Geschäftsführung meines Unternehmens schon nicht mehr die Gehälter bezahlen.
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