Koldo Echebarria
Director General de ESADE
La idea de reunir en una obra la biografía de empresarios que comparten su experiencia de trabajo y también su vida, es una contribución muy valiosa y original al aprendizaje del mundo de la empresa. En primer lugar, porque el conocimiento de la gestión, en sus diversos conceptos y herramientas, se construye a partir de la experiencia real de personas y organizaciones; recopilar y estudiar estas experiencias, tanto éxitos como fracasos, de los que se nutre la vida empresarial es la base de las teorías que, apoyadas en la evidencia, permiten generalizar y dar sentido al aprendizaje de la gestión en las universidades. En segundo lugar, hacerlo desde una perspectiva biográfica permite profundizar en los aspectos no meramente instrumentales de la gestión, entendiendo las motivaciones, los propósitos y las circunstancias de la vida que se encuentran detrás de cada persona y su trayectoria profesional. Todo acercamiento a la realidad tiene, además de ventajas, limitaciones y sesgos que también es preciso tener en cuenta pero que no desmerecen la contribución de estas biografías al aprendizaje. En las aulas de ESADE es muy común invitar a empresarios y directivos a compartir sus ideas, desafíos y vivencias con nuestros estudiantes. Por mucho que la elaboración de un caso de estudio pueda sistematizar mejor la evolución de una empresa y aportar más elementos analíticos para el examen, la historia vivida en primera persona y transmitida directamente, siempre ofrece luces adicionales sobre el objeto de estudio.
Mas allá de esta contribución en clave académica, esta obra tiene otro inmenso valor en el momento actual. Nuestra sociedad necesita fortalecer la cultura empresarial, atrayendo más y más jóvenes profesionales a la misión emprendedora. Nunca el desarrollo ha dependido tanto del emprendimiento innovador como palanca de crecimiento y fuente de conversión de las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías en proyectos empresariales. En el pasado, emprender era asumir una trayectoria propia, pero probablemente limitada en sus aspiraciones de crecimiento y relevancia económica. El empresario buscaba oportunidades en un mundo menos abierto y competitivo que el actual, pero sus oportunidades de triunfar eran mucho menores y el riesgo relativamente más alto. Hoy, cualquier emprendedor puede desafiar con éxito a una gran empresa y convertir su propósito en valor económico si encuentra uno de los múltiples espacios que nos brindan las nuevas tecnologías. Las posibilidades de acompañamiento y apoyo tanto de gestión, como financiero, son más amplias. Las redes de emprendedores se han hecho más densas y diversas para compartir conocimientos y buenas prácticas. Pero, al final, la vivencia personal del empresario, su identificación por una trayectoria vital y profesional única y desafiante, son factores que permanecen vigentes. Para estos emprendedores de hoy y de mañana, conocer las biografías que se incluyen en esta obra es una fuente de inspiración y estímulo.