TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

MIGUEL ÁNGEL FUENTETAJA ESCRIBANO

PRECOCINADOS FUENTETAJA
Texto del 23/01/12 .
Fotografía cedida por José Luis Misis Fotografos.
 

Veinticinco años de recorrido en el mercado de los platos precocinados marcan la trayectoria de una empresa familiar que ha sabido crecer con prudencia y salir fortalecida de reveses económicos, al frente de la cual se halla hoy Miguel Ángel Fuentetaja, miembro de la segunda generación. La tradición familiar y la experiencia propia le permiten detectar los puntos débiles de la economía española, unas carencias que nuestros responsables políticos deberían subsanar.

 Empresa familiar de origen agricultor

Precocinados Fuentetaja nace en el seno de una familia de agricultores humildes. Nuestro producto estrella es la tortilla española, por la que somos respetados en el mercado, del  cual somos líderes. Esta aventura dio comienzo en 1983, cuando todos los hermanos decidimos emprender la comercialización en Madrid de los productos que producíamos. Después de seis años de éxito dimos un paso adelante en el negocio con la elaboración de productos cocidos y envasados para ensaladas. Supuso una importante inversión que nos dio pocos resultados, pero sirvió para ver qué prácticas económicas nos podrían ser más favorables. Tras un tiempo de dificultades económicas, decidimos cambiar el enfoque de los productos y los canales de venta y salimos adelante a pesar de todo, dando una muestra de solidez. En el 2003 un incendio puso a prueba otra vez nuestra viabilidad, pero con trabajo, y remando todos en la misma dirección, empresarios y empleados, nos recuperamos rápidamente.

 Mantener el liderazgo en el producto estrella: la tortilla española

El producto que nos ha hecho líderes ha sido la tortilla española, que ha constituido nuestro motor. Hemos cuidado ese liderazgo hasta el momento presente porque es el producto que nos referencia en el mercado. A través de financiaciones y novedades nos hemos ido colocando en mercados estratégicos para seguir en primera línea. Gracias a ello, la marca Fuentetaja ha cuajado en el mercado, es un apellido fuerte, con carácter, que tiene reminiscencias de los productos añejos, de pueblo, artesanos. Se tiene que jugar con esos referentes para que el consumidor escoja nuestros productos y para que, después, podamos fidelizarlo.

 Ampliación hacia los precocinados

Pasados unos años compramos una planta que manufacturaba platos precocinados refrigerados. Llevábamos tiempo interesados en ese mercado e iniciamos la fabricación de ensaladas con salsa y menús para distintos colectivos, como la gente mayor o la hostelería. La última incorporación ha sido una fábrica de pizzas, que impulsamos para aprovechar las inercias positivas que ya tenía la empresa, como los clientes y la red de distribución. Todos nuestros productos se comercializan con la marca Fuentetaja en España, mientras que en Francia usamos la marca Te Gusta.

 Toda la familia apoyando el negocio

Todos los miembros de la familia estamos en la empresa, de la cual somos socios los cuatro hermanos: Marcial Fuentetaja, que lleva los cultivos y la compra de patata; Mercedes, que se encarga de la dirección financiera; Ana Isabel, que lleva la producción, y desde hace ocho años contamos con Óscar Fuentetaja, mi hijo, que se encarga del Departamento de Compras e Inversiones. Además, nuestras parejas también participan activamente en el negocio. Nos consideramos gente ambiciosa, disciplinada, crítica con las cosas que no están bien hechas y con una gran dosis de sentido común, muy necesario cuando se intenta tirar adelante de una empresa mediana familiar.

 Presencia en quince países

A la semana producimos unas 500.000 tortillas, que suman un total de setenta u ochenta millones de huevos al año. En el ámbito de las ensaladas con salsa producimos dos mil toneladas, que supone un 25% de cuota de mercado. En Francia llegamos a las mil quinientas toneladas, cifra importante porque representa una parcela de futuro. El mercado francés es nuestro primer mercado de exportación, llevamos muchos años constituidos como empresa en Burdeos. Fuimos los primeros y los únicos durante mucho tiempo, y eso nos proporciona ese gran volumen de exportación. Estamos presentes en quince países, entre los cuales están la mayoría de la Unión Europea, México, Estados Unidos y, desde el año pasado, Canadá.

 Productos españoles y estrictos controles de calidad

La materia prima de nuestras tortillas tiene distintos orígenes. El huevo es español y portugués; la patata es enteramente de Castilla y León; la cebolla, de la Comunidad Valenciana; y el aceite, de Argentina y Rusia cuando es de girasol, y español cuando es de oliva. El hecho de trabajar con alimentos de corta caducidad conlleva la necesidad de seguir unos controles muy estrictos. Con la evolución de la tecnología los riesgos son mínimos, pero tenemos una estructura que nos permitiría reaccionar en cualquier momento porque siempre sabemos dónde están nuestros productos. En España hay un buen control: nunca es excesivo cuando se juega con la salud de las personas.

 Llevamos a cabo I+D de manera constante

Llevamos años investigando en los precocinados y utilizamos la I+D de manera constante. Nos planteamos crear en breve un grupo de profesionales propio que se dedique a la investigación porque queremos estar al día de todas las novedades para cuando el mercado esté a punto partir del primer puesto. En los actuales momentos abastecemos a cadenas de hoteles, pequeñas y grandes superficies y a los centros de personas mayores. Es bueno estar en todos los frentes para ver hacia dónde va el mercado y seguir siendo competitivos.

 Ofrecer un producto de calidad para las comidas diarias

Las nuevas generaciones no tienen tiempo para cocinar y a veces ni les interesa. El problema es que en el pasado se lanzaron productos mediocres que perjudicaron ese mercado. El gran reto actual es borrar de la memoria del consumidor esa imagen y no volver a caer en la tentación de elaborar productos de baja calidad, porque así solo se retrasa la consolidación en el mercado del producto que sustituya la comida que uno se hace en casa.

 Ser capaces de tomar decisiones duras e impopulares

Parece que los gobiernos se han olvidado de que son las empresas, y su producción, las que nos van a sacar de la crisis. En política se observan ciertos intereses que impiden implementar las medidas necesarias, pero hay que atreverse a tomar decisiones, por duras e impopulares que resulten, cuando representan el único camino para salir de la crisis. Hoy el futuro es muy incierto, y me preocupa que la gente joven lo tenga muy difícil para encontrar trabajo.

 En el norte de Europa hay mucha mas flexibilidad laboral y no hay paro

La reforma laboral es imprescindible y urgente. Hoy el empresario no puede adaptarse al mercado ni a la situación económica porque no tiene dinero para despedir a los empleados que no necesita. No apuesto por el despido libre, como en Estados Unidos, pero sí que daría cierta libertad para que se pudiera contratar sin prejuicios ni miedos. En el norte de Europa hay mucha mas flexibilidad laboral y no hay paro.

 Cierre de empresas por falta de liquidez en los bancos

Los activos y los balances de los bancos están sobrevalorados, es una situación que no se puede mantener más tiempo. El BCE no puede permitirlo, se tiene que hacer en todos los países igual. Hay bancos que en vez de invertir el dinero en las empresas que necesiten crédito o en los ayuntamientos, para que puedan pagar a los proveedores, se están dedicando a comprar bonos del Estado. Como al Gobierno ya le conviene, mira para otro lado, y, así, están cerrando muchas empresas por falta de liquidez.

 Mala previsión ante la gravedad de la crisis

En realidad estamos ante una crisis cultural. Se tienen que tomar las riendas del Gobierno por manos de expertos que miren por el bien de la sociedad y no por sus intereses. Se negó la crisis durante unos años y las medidas llegaron tarde. El Ejecutivo pensó que sería una crisis pasajera y, cuando se vieron atrapados en medio, no supieron reaccionar. Pienso que hemos sido un ejemplo en Europa de cómo no se debe actuar.

 A favor de la tasa Tobin

Estoy a favor de la aplicación de la famosa tasa Tobin. Creo que hay que gravar los movimientos de capital, igual que los empresarios pagamos nuestros impuestos. Actualmente las leyes están mal hechas y existen personas con grandes fortunas que dan la vuelta a la ley y no pagan, y es algo que se consiente. Esto va en detrimento del más débil. El Gobierno tiene que darse cuenta de que la economía funciona si hay consumo, y para eso hay que mimar a las empresas y a sus empleados.

 Medidas necesarias de carácter temporal

La subida del IRPF en la pequeña y la mediana empresa se tendrá que repartir entre los sueldos de los empleados y lo que asuma el empresario. Es una medida que no gusta pero que se tiene que aplicar. El camino es aprobar medidas estrictas pero a corto plazo, que caduquen. Tiene que darse el compromiso de que sean temporales y que luego se vuelva a la normalidad para que se acepten.

 Imprescindibles cambios de mentalidad colectiva

Habría que mentalizar a la sociedad de que la riqueza se genera trabajando. El pelotazo de comprar propiedades y revenderlas más caras solo es una burbuja. La especulación solo lleva más riqueza a los que ya son ricos. La sociedad tiene que implicarse más en las empresas, tenemos que conseguir que los trabajadores sientan la empresa como algo necesario para ellos. Por último, creo que para que el país funcione no debemos mirarnos tanto el ombligo y decirnos qué buenos somos y qué buen turismo tenemos. Hay que invertir en I+D y potenciar la exportación para que nos conozcan en el mundo y podamos seguir creciendo como país.