Sr. Rafael Giménez Díaz et alia
Sr. Rafael Giménez Díaz et alia
TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

ÁNGEL GIMÉNEZ DÍAZ, RAFAEL GIMÉNEZ DÍAZ y ALFONSO GIMÉNEZ DÍAZ

CHAMPIÑONES Y SETAS GIMÉNEZ

Texto del 04-12-2012

La reconversión de agricultores intensivos de champiñones a distribuidores de vegetales con valor añadido ha permitido la consolidación de esta empresa familiar valenciana, al frente de la cual se halla actualmente la segunda generación, que se muestra preocupada por el pesimismo y la desilusión que ha invadido la sociedad española tras la irrupción de una crisis propiciada por la avaricia del sector financiero y la irresponsabilidad del Gobierno y algunos ciudadanos.

Una de las empresas pioneras en España en el cultivo de champiñones

Durante nuestra niñez, una época de pluriempleo generalizado, nuestro padre y nuestros tíos decidieron fundar, como complemento salarial, un negocio de cultivo de champiñón, un alimento poco conocido entonces en nuestro país pero muy asentado en el resto de Europa. De hecho, la nuestra fue una de las familias españolas pioneras en cultivarlo, siendo responsables del inicio de esta actividad en Valencia aunque, casi al mismo tiempo, también se había comenzado en La Rioja y en Cuenca. Dada la falta de precedentes en el cultivo de este hongo, la familia tuvo que empezar edificando en Requena criaderos de champiñones, que al principio eran cavidades horadadas en cuevas, y elaborando el compost necesario, que se preparaba a partir del estiércol de caballo, para abonar las simientes que provenían de unos laboratorios valencianos.

Profunda evolución del sector

Aunque no existía tradición de consumo de champiñones, fueron rápidamente aceptados, de modo que primero se hizo necesario incrementar el número de cuevas y finalmente construir naves. El crecimiento de la demanda determinó que esta dedicación complementaria se convirtiese en la actividad económica fundamental de la familia, y que el cultivo de champiñones se complementase con el de setas. Tal actividad ha evolucionado mucho desde nuestro arranque empresarial hasta ahora, cuando todos los productores imitan las técnicas holandesas, ya que en ese país se elabora un compost que permite doblar la producción en un tiempo y espacio mínimos. En cambio, el consumo medio en España es todavía un 50% inferior a países como Alemania, el Reino Unido o los Países Bajos, de modo que existen buenas expectativas de crecimiento futuro, sobre todo teniendo en cuenta la incidencia del sector turístico en nuestro país.

Mantener siempre la cadena de frío

Los champiñones deben mantenerse refrigerados, pues son vegetales muy perecederos, cuyas cualidades estéticas –amarillean al cabo de pocos días– y organolépticas se ven afectadas en poco tiempo, y, si se rompe la cadena del frío, la calidad del producto se verá inevitablemente alterada.

Distribución de 5.000 kilogramos de vegetales al día

Hemos ido abandonando la plantación de champiñones para centrarnos en su preparación y distribución, y en la actualidad solo un 20% de los que comercializamos son de cosecha propia, mientras que el resto proviene de Cuenca, Albacete y La Rioja; simultáneamente, hemos incrementado el número de vegetales comercializados, con los que estamos presentes en los mercados al por mayor de la Comunidad Valenciana. También repartimos directamente en los puestos de tres mercados de la zona de influencia de Requena y tramitamos pedidos a las Islas Baleares. Nuestros tres camiones reparten 5.000 kilogramos de vegetales al día.

El mayor importador de espárragos verdes del Perú

Además de los champiñones y setas, somos el mayor importador de espárragos verdes del Perú, que en estos momentos representan la mitad de nuestra carga diaria, aunque también han cobrado una especial relevancia las ensaladas navarras preparadas El Huertico. Por último, nuestra cesta de productos se completa con las lechugas romana e iceberg, los cogollos y algunos frutos exóticos o de temporada, como el aguacate, el mango o la granada.

Ámbito de actuación marcado por una permanente guerra de precios

La calidad y el precio rigen nuestras ventas, ya que los minoristas se decantan siempre por los productos más competitivos. Operamos en un sector con mucha competencia que está marcado por una permanente guerra de precios, donde la cotización cambia cada día y sufre fluctuaciones por factores internos y externos, lo que repercute en un mayor ajuste de los márgenes de beneficio para el distribuidor y resulta poco lucrativo para los agricultores.

Empresa de filosofía y funcionamiento familiar

Nacimos como una entidad de capital y gestión familiar y así nos hemos consolidado. En la actualidad trabajamos 32 personas, que tratamos con los clientes y hacemos el reparto y también procesamos, envasamos y etiquetamos los productos. En esta plantilla se hallan integrados los miembros de la familia, algunos ya de la tercera generación.

Una normativa en cuestión de trazabilidad poco lógica

La normativa actual de trazabilidad es extremadamente exigente y poco lógica, porque los productos perecederos tienen la caducidad a la vista y tampoco contribuye a la formación en la selección o al consumo crítico y responsable. La fecha de caducidad es orientativa y está basada en el cumplimiento estricto del proceso ideal de conservación. 

Trabajo, constancia, sacrificio, diversificación y eficiencia

La receta de nuestro éxito empresarial ha sido la combinación del trabajo, la constancia y el sacrificio junto con la diversificación empresarial y la distribución de productos de óptima calidad a precios ajustados. Deseamos continuar creciendo bajo esas premisas e intentaremos introducir nuestros productos en establecimientos de mayores dimensiones.

Nuestros clientes son mayoritariamente comercios pequeños y familiares

Operamos con establecimientos pequeños, en general familiares, que constituyen una fiel red de clientes donde el trato personalizado y la confianza son la base de los negocios, aunque siempre buscan el precio más ajustado, por lo que compran a más de un proveedor. Por desgracia, en los últimos años estamos siendo testigos del cierre de muchos de ellos o de su adquisición por población emigrante, ya que las nuevas generaciones no desean responsabilizarse de comercios que implican un gran sacrificio personal. 

La crisis actual tiene como grandes responsables a las entidades financieras

Las entidades bancarias son las grandes responsables de la actual crisis económica, porque sobreendeudaron de modo irresponsable a la población para obtener beneficios a corto plazo, y ahora están utilizando las ingentes ayudas públicas, que hemos sufragado los contribuyentes, para sanear sus cuentas y no para dinamizar los negocios. Ellas fueron las que instauraron la cultura de la especulación y el derroche que afectó a los individuos, a las familias, a las empresas y especialmente a las administraciones, que gestionaron y gastaron de forma imprudente e irresponsable los fondos públicos. Y hoy, la falta de crédito ahoga nuestro tejido empresarial e impide el reflote de nuestra economía, muy afectada también por la falta de garantía legal de cobro de los acreedores.

Impotencia ante la caída libre de nuestra economía

Nadie sospechaba la magnitud de la crisis; cierto es que la bonanza había de dar paso a una desaceleración, y que la base de nuestro crecimiento, el sector inmobiliario, no era sólida, pero la riqueza y la seriedad de nuestro tejido empresarial parecían presagiar una más pronta recuperación. Hasta el momento, todos los estamentos sociales presencian con impotencia la caída libre de nuestra economía, pese a que las pymes reaccionaron pronta y acertadamente internacionalizando y diversificando la producción; pero la política laboral y económica de las grandes corporaciones y las medidas del Gobierno han empeorado aún más si cabe la situación. Ante este difícil panorama económico, se ha instaurado un clima de desánimo y pesimismo que solo podremos superar si recuperamos la capacidad de luchar e ilusionarnos. 

Panorama del sistema laboral español

Las empresas necesitan acogerse a una normativa que se ajuste a las necesidades de producción sin demagogias y partiendo de principios productivos racionales; también hay que propiciar el dinamismo de los parados y rentabilizar los subsidios. Por eso sería positivo que llevasen a cabo trabajos para la comunidad –obras públicas, de mantenimiento, de limpieza de los bosques, etcétera– como contraprestación.

Los recortes han demostrado que se priorizan los intereses políticos a los sociales

Tras el derroche en obras faraónicas, las arcas del Estado están vacías y se recortan los sectores con menos capacidad de respuesta y más incidencia en el consumo. Son ajustes a la desesperada, fáciles de ejecutar y que demuestran cómo se priorizan los intereses políticos por encima de los sociales: se han recortado las prestaciones sanitarias y el sistema público educativo mientras, por ejemplo, se mantienen las asignaciones a las delegaciones en el extranjero de las autonomías. 

Conceder al Ejecutivo de Mariano Rajoy un año más de gracia

El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha debido hacer frente a la presión europea y a la difícil situación económica del país con determinación y premura, lo cual siempre es difícil, pero se ha excedido a la hora de aplicar el concepto de austeridad porque está ahogando la economía. Sin duda, es necesario eliminar las duplicidades administrativas y reducir el gasto público, pero no los pilares del Estado de bienestar: la sanidad, la justicia y la educación. Con todo, debemos concederle un año más de gracia para comprobar si de verdad las duras medidas aplicadas permiten la recuperación de la economía y la reducción de la alarmante cifra de parados, algunos de los cuales seguramente están subsisten en la economía sumergida.