Sr. Carlos Chacón Pérez
Sr. Carlos Chacón Pérez
TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

CARLOS MANUEL CHACÓN PÉREZ

DOSNIHA

Texto del 07-05-2012

La industria del juego es uno de los ámbitos económicos más serios, regulados y dinámicos de nuestros días; su realidad dista mucho, pues, de la imagen sórdida avivada desde el cine, algo que más de 15 años de experiencia en el sector le han probado sobradamente a este emprendedor de raíces cubanas y formación norteamericana. Un camino recorrido desde abajo le lleva a destacar el valor del esfuerzo y el ahorro, así como la necesidad de trabajar en equipo.

Salones recreativos tan lujosos como un casino

Aunque nací en Cuba, cuando tenía tres años mi familia emigró a Estados Unidos, donde residí hasta la década de los 80. Esta etapa de mi vida me sirvió para medrar desde lo más humilde y aprender a apreciar el valor del esfuerzo. Instalado ya en Mallorca, y dedicado a la compraventa inmobiliaria, en 1995 mis socios, Theo y Dave Tock, y un servidor empezamos como una pequeña empresa familiar de salones de juegos. Entonces los salones de juego eran locales residuales de aspecto sórdido que pertenecían a las empresas de máquinas tragaperras. Nosotros revolucionamos el concepto y creamos el primer salón de juego de lujo, con un servicio de lujo. Llevamos a las barriadas el trato de un casino de primer nivel. El modelo de negocio cuajó y fuimos creciendo hasta alcanzar los trece salones que gestionamos hoy en día. De hecho, en la actualidad ya no somos la única empresa que impulsa tal modelo, lo que prueba que es todo un éxito.

Hacerse un lugar en una sociedad tan competitiva como la estadounidense

No tengo mucha formación académica, pero la que tengo la adquirí en Estados Unidos. No fue fácil hacerse un lugar en una sociedad tan competitiva como la estadounidense. Mi madre era esteticista a domicilio y yo la acompañé durante dos años. Mi cometido era llamar de puerta en puerta y decir manicure and pedicure: fueron mis primeras palabras en inglés. Al terminar el high school cursé el primer trimestre preuniversitario, pero no continué. Me aburría la formación regulada; sin embargo, nunca he perdido las ganas de aprender.

Ruletas electromecánicas

El ansia de invención nos llevó a Theo y a mí a diseñar softwares para máquinas de juego. Hoy en España se nos conoce, sobre todo, por las ruletas electromecánicas. Cuando aparecieron, en el año 2004, revolucionaron el mercado, porque se convirtieron en una oferta imprescindible en todos los salones de juego de España, simulando a la perfección lo que es una ruleta tradicional, y sin necesidad de crupier. Con el tiempo hemos desarrollado la misma técnica para todo tipo de juegos, como los dados, el bacará o el blackjack.

Fusión con la empresa alemana Merkur

Nuestros clientes son los salones de juego, los bingos y los casinos. Actualmente nos encontramos en un período de expansión, porque hemos empezado nuestra internacionalización por Italia y estamos tanteando, también, el mercado latinoamericano. Hace poco nos hemos fusionado con la empresa alemana Mercur, segunda en importancia de Europa en el sector, que ha entrado a formar parte de nuestro accionariado, una alianza que trasciende la coyuntura de un mero hecho empresarial para profundizar en una relación más estrecha cuyos frutos continuarán ofreciéndose en adelante, fundamentada en la necesidad de Mercur de conseguir buenos ingenieros informáticos. En la universidad de las Baleares se cursa Ingeniería Informática de alto nivel, y hemos servido de puente entre ambas instancias: en poco tiempo, hemos pasado de tener cuatro ingenieros a catorce.

Agrupar talento, capital y conocimientos

Dicho con un símil, Merkur, una empresa familiar con 6.500 empleados y una facturación en el año 2010 de 1,5 billones de euros, es un gran buque difícil de maniobrar, una de cuyas lanchas rápidas somos nosotros, que vamos abriéndole el camino. En el mundo tecnológico, la tendencia a la fusión de empresas va a más. Existe una inquietud por agrupar talento y conocimientos, y nuestro objetivo, entrar en el mundo de Internet y de las nuevas tecnologías y financiar la compra de las máquinas para llevarlo a cabo, es imposible si lo abordamos a solas. La fusión con Merkur ha sido como un pulmón nuevo que nos permite respirar y crecer más rápidamente. Fusionarse, a menudo, significa dejar de ir a la cola para colocarse en cabeza.

Una ley con casi cuarenta años

En el sector del juego español hay grandes empresas. Cirsa y Franco, por ejemplo, son referentes en Europa y en Latinoamérica. A pesar de ello, España, que obtiene una parte notable de su PIB del turismo, cuenta con una legislación sobre el juego demasiado estricta que ha quedado obsoleta. El juego se legalizó en España en 1979, pero, no sé por qué, se ha sacralizado la ley que se promulgó entonces, y cuesta mucho adaptarla a las necesidades presentes. Sí que se han efectuado pequeñas modificaciones, pero cabe entenderlas como simples parches. La Administración correspondiente recela de todo cambio, sobre todo por falta de conocimiento.

Juegos por servidor conectados a la Administración

El desarrollo del juego en la red se vehicula a través de un servidor central que controla la inteligencia de los juegos. La idea es que exista más transparencia, que nos podamos conectar a la Administración de cada Comunidad Autónoma o a Hacienda para que esta pueda ver cuánto gana o cuánto pierde y pueda así reaccionar a tiempo para efectuar los cambios fiscales necesarios. En la actualidad se paga una tasa fija por máquina, lo que, obviamente, es injusto. Los juegos por servidor conectados a la Administración supondrán un gran avance, y ya funcionan, por ejemplo, en los Estados Unidos y en toda Europa. Internet será también otro de nuestros frentes como servidores de software.

Leyendas y mitos sobre el mundo del juego

Sobre el mundo del juego se ha escrito mucho, pero en mi opinión solo es ficción. No creo en personajes como los Pelayos, que dicen haber dado con la fórmula para desbancar casinos. Los trucos no existen, a pesar de que estos mitos son de agradecer, pues son una muy buena propaganda. Una persona puede tener suerte y apostar a un número en la ruleta y que le salga diez veces; pero, de hecho, la ruleta es matemática pura y ley de estadísticas y probabilidades. Por otro lado, también existe la mala propaganda: las películas de gángsteres situaron el juego en un imaginario de ilegalidad. Hoy en día no tiene nada que ver con eso. Las empresas de juego están muy controladas y fiscalizadas, son multinacionales altamente regularizadas y profesionalizadas, tanto como puedan estarlo las de otros sectores menos legendarios.

Para crecer hay que invertir, pero allí donde convenga

He acogido con esperanza las medidas tomadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy contra la crisis, pero no puedo evitar la sensación de que se está actuando con demasiada lentitud. Me parecen especialmente acertados los ajustes, porque la Administración se había sobredimensionado y burocratizado. Ahora bien, conviene no olvidar que para crecer hay que invertir, pero hay que hacerlo bien.

La endémica lacra del fraude fiscal

Parte de los recursos podrían destinarse a perseguir una de las lacras que sufre España, la del fraude fiscal, por ejemplo mediante más inspecciones. Pero no nos engañemos: perseguirlo no es fácil en los países de cultura mediterránea. Prueba de ello la tenemos en Italia, donde han creado una policía fiscal ex profeso y, sin embargo, no parece que esté dando los resultados esperados.

En Estados Unidos la mentalidad laboral es diferente

Mi opinión sobre la reforma laboral está influida por mis experiencias en el país en el que me crié, los Estados Unidos. En general, prefiero la Europa social a los Estados Unidos, pero cuánto mejor sería vivir en una economía en la que conseguir trabajo es fácil y quedarse en paro no tiene importancia porque es una experiencia que pasa rápido y a la vez una oportunidad para trabajar para una nueva empresa, desarrollar nuevas habilidades y enfrentarse a nuevos retos.

Difícil tesitura para el arte de la política

No quiero pecar de presuntuoso con mis críticas a la clase política. Lo último que quisiera ahora es ser político, porque vivimos momentos muy difíciles para gobernar, en parte por culpa de la tecnología, puesto que la información fluye tan rápido que no da tiempo a reaccionar. Los gobiernos se ven, así, desbordados a la hora de realizar ajustes. Eso sin tener en cuenta que hacer los ajustes pertinentes ya no está en sus manos, sino en las de los mercados. Los valores de la economía han cambiado y son difíciles de comprender. Hay grandes inversores a escala internacional que ganan dinero especulando sobre el fracaso de otros.

Los países de la Unión tendrán que hacer un esfuerzo de cesión de soberanía

Europa es tan heterogénea que es muy difícil llevar a cabo políticas comunes para todos. En ese sentido, resulta muy complicado gobernarla. Los países de la Unión tendrán que hacer un esfuerzo de cesión de soberanía; de lo contrario, el intento de crear una potencia europea corre serio peligro. Se echa de menos, por ejemplo, que el BCE abogue por unas directrices y una fiscalidad comunes, y que ponga coto a los excesos de los depredadores bursátiles.

Mi trabajo es casi un divertimento

Mi trabajo, a fuer de creativo, es casi un divertimento. Podría decirse que juego trabajando para que los demás también jueguen. Somos tres socios: Theo, que siempre ha sido la principal cabeza pensante y nuestro mentor, Dave, que se ocupa de la gestión de los salones recreativos, y yo, que me defino como la imagen visible de mi equipo, sin el cual poco podría hacer, pues es mi herramienta imprescindible.