Emprendedor de origen alemán afincado en España desde hace 46 años, predica con el ejemplo la conveniencia de enfrentarse a la vida con una formación y una voluntad de esfuerzo continuas y renovadas. Opina que un empresario, para triunfar, ha de disfrutar de su trabajo e identificarse con sus objetivos, mientras que el sistema laboral español le parece lastrado por una legislación obsoleta que impide su incorporación plena al concierto económico europeo.
“Si vas al extranjero, sé un embajador de tu país”
Nací y me crie en Hamburgo. Llegué a conocer los durísimos años de la Segunda Guerra Mundial: Abandonamos la casa familiar, destruida por los bombardeos, y sobrevivimos algún tiempo en una casa en el campo propiedad de mis abuelos. Heredé gran austeridad de aquellas experiencias. Empecé a trabajar como aprendiz para distintas compañías del sector logístico, hasta que surgió en mí el deseo de emigrar a Sudamérica. Antes quise venir a España para aprender el idioma. Envié mi currículo a todas las empresas alemanas radicadas aquí y una de ellas me aceptó. Cuando llegué a Madrid conocí casualmente al director general de Cometal, S.A., filial en España del Grupo Metallgesellschaft AG de Fráncfort, una de las primeras empresas de materias primas a nivel mundial, quien me ofreció incorporarme a esta compañía española, lo que hice intentando siempre seguir un consejo de mi padre: “Si vas al extranjero, sé un embajador de tu país”.
Para triunfar has de disfrutar con tu profesión
Hice tan buenos amigos en Madrid que terminé por afincarme allí definitivamente. En aquellos años del régimen franquista, una compañía española que ejerciera su actividad en sectores estratégicos, como el de las materias primas, solo podía contar con un 50% de capital extranjero como máximo; el 50% restante debía ser español. Me desarrollé teniendo la suerte de tratar con gente de un altísimo nivel profesional. La parte comercial de una empresa es una escuela de aprendizaje extraordinaria. Vendía productos técnicos especiales para fundición. Viajaba por toda la Península para abrir mercados y buscaba en otros países del mundo níquel, cromo, ferroaleaciones, etc. para la fabricación de aceros especiales. Para tener éxito en una profesión, te ha de gustar mucho y debes sentirte plenamente identificado con aquello en lo que trabajas.
El servicio por principio, la calidad por norma
Fuimos evolucionando y creciendo poco a poco. De los cuatro trabajadores que empezamos siendo en 1965, hemos pasado a 20 hoy día. La Metallgesellschaft AG fue víctima de una arriesgada operación con futuros de crudo de la filial norteamericana del grupo a mediados de los años 90 y las 700 empresas con que contaba entonces el grupo se vendieron o se liquidaron. El 30 de marzo de 1997 decidí comprar el 100% de Cometal, dando así inicio a una nueva etapa en la historia de la compañía en la que siempre hemos observado el lema: “El servicio por principio, la calidad por norma”.
Líderes en el suministro de ferroaleaciones y metales
En esta nueva etapa ofrecimos un servicio integral que incluía prefinanciación, logística, servicios de importación y exportación, despacho de aduana, almacenamiento, venta, distribución, reciclaje y otros servicios relacionados; incluso, más recientemente, inversiones en fuentes de suministro de materias primas. Nos hemos convertido en una de las empresas nacionales líderes en el suministro de ferroaleaciones, metales y diversos productos para fundición y acería. Con la incorporación de nuevas actividades y servicios también ahora ocupamos una posición destacada en el sector del sinterizado y la pulvimetalurgia y en el reciclaje de residuos con contenido en metales. Con más de 48 años de experiencia en el sector metalúrgico, nos hemos expandido también a otros sectores, tales como el cerámico, el químico y el del vidrio.
Mantener un importante stock propio de producto
Compramos materias primas para nuestros clientes según el consumo y la calidad que cada uno de ellos exige. Esto nos obliga en muchos casos a mantener un importante stock propio de muchos productos. Para nuestros clientes de la península Ibérica mantenemos una infraestructura logística que nos permite darles un suministro just in time. Para el suministro a clientes de otros países tenemos también stocks permanentes en importantes puertos europeos.
Búsqueda permanente de nuevas fuentes de suministros y nuevos clientes
Mantenemos una labor continuada de búsqueda de fuentes de materias primas para nuestros clientes y, al mismo tiempo, de nuevos mercados para fuentes de suministro con las que trabajamos, siempre bajo la óptica de conseguir relaciones duraderas y estables. Una vez alcanzada una importante cuota en el mercado peninsular, nuestra actividad internacional supone una oportunidad adecuada de crecimiento, sobre todo en momentos como los actuales, de dificultades económicas en nuestro país. Los mercados globales, dinamizados por las economías emergentes, suponen una excelente oportunidad. También hemos puesto nuestros ojos en países más difíciles a priori como Zimbabwe y Bolivia, donde hemos tomado participaciones de capital en empresas productivas y comerciales locales que nos permiten ofrecer ventajosas alternativas a los grandes productores mundiales del sector metalúrgico.
No entra dentro de nuestras ambiciones especular
Trabajamos principalmente para acerías y fundiciones, pero también para la industria química y petroquímica, la automoción, la fabricación de maquinaria y componentes, las energías renovables y otros sectores, pero intentando abarcar siempre la cadena de valor completa, desde el mineral hasta el reciclaje de los residuos finales con contenido metálico; somos pequeños como empresa, pero intentamos a toda costa ser buenos profesionales y preferimos perder algunos euros antes que nuestra buena reputación. A pesar de que las oscilaciones de precios, típicas de la actividad minero-metalúrgica, podrían brindar algunas oportunidades, no entra dentro de nuestras ambiciones especular con los movimientos de precios.
Una gestión comprometida con la empresa
Como significación del grado de compromiso de los gestores del negocio con la empresa, cedí parte del capital de la empresa a sus dos directores comerciales, José Luis Becerra y Fernando Martín, responsables de las áreas de acería y fundiciones respectivamente. Mi hijo Joaquín se incorporó a la compañía hace ahora ocho años. Para poder permitir el necesario relevo generacional en el timón de Cometal y mi retiro, hace unos años se contrató como director general a Uwe Geppert, antiguo compañero mío en el Grupo Metallgesellschaft, de gran capacidad y experiencia en el área financiera y en la gestión de empresas en distintos sectores de actividad. En la actualidad, todo el equipo directivo de la compañía es accionista de la misma.
Tras la burbuja inmobiliaria, estalló la crisis
En el año 2008, hablé con varios banqueros sobre lo asombroso que me parecía el que los precios de la vivienda en el país no impidieran a las personas comprarse una casa. Ellos me aseguraron que había promotores excelentes en el sector de la construcción, lo que explicaba que se vendiera con facilidad. A la larga, empero, se evidenció que lo que permitía aquella situación era la existencia de una burbuja inmobiliaria hinchada por la facilidad del crédito y la especulación. Lógicamente, la burbuja terminó por estallar y la contaminación de los activos bancarios con patrimonios inmobiliarios de imposible realización a su valor en libros condujo, entre otras causas, a una contracción de la líquidez disponible para las empresas y a una consecuente merma de actividad de las mismas.
Solo se genera riqueza produciendo
Los Estados de la zona Euro deben controlar su déficit. Mientras no lo hagan todos los países al unísono, será complicado emitir eurobonos. La peseta era una moneda débil sujeta a continuas devaluaciones. Cumpliendo los criterios de Maastricht, el euro se implantó como una moneda firme, algo que nunca tuvo España. El tipo de interés bajó de forma automática y el dinero se abarató, lo cual dio lugar a una especulación desaforada y ya sabemos que solo se genera riqueza produciendo.
En Alemania, el Estado apoya a las compañías que garantizan el seguro de crédito
Lo peor que le puede pasar a un país es endeudarse en exceso, por eso España debe realizar el esfuerzo de recuperar el crédito y la competitividad para que las empresas empiecen a crear empleo. Como ejemplo de una de las muchas medidas que pueden arbitrarse, en Alemania, el Estado apoya a las compañías que garantizan el seguro de crédito para que puedan cubrir el riesgo de impago de las empresas y así estas logren seguir vendiendo. Es fundamental para las pymes poder asegurar sus ventas mediante este instrumento.
Gasto enorme, y superfluo, para las arcas municipales: el Plan E
El Plan E del expresidente Rodríguez Zapatero supuso un enorme gasto que se empleó mayoritariamente en proyectos superfluos, con el nocivo efecto colateral de la retirada de un gran caudal de liquidez del mercado bancario al que no pudieron llegar las empresas. Además, muchas compañías que han trabajado para el sector público no han cobrado a tiempo o incluso no han llegado a hacerlo.
Reparto de acciones virtuales entre los trabajadores
Repartimos “acciones virtuales” de la empresa de acuerdo al valor personal y profesional de cada uno de nuestros empleados. Pedí consejo a una gran auditoría y me recomendó el uso de este medio para hacerles partícipes de las ganancias de la compañía. Cada año dedicamos alrededor de un 5% de nuestro beneficio neto a aquellos que ya tienen una antigüedad mínima de dos años.