Sr. Xavier Martí Argemí
Sr. Xavier Martí Argemí
TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

JAVIER MARTÍ ARGEMÍ

EMYPRO

Texto del 23-05-2012

Exigir responsabilidad y transparencia a nuestros gobernantes, disminuir el número de administraciones públicas e inculcar en nuestros jóvenes valores como la voluntad de esfuerzo y el respeto son tres necesidades que este empresario del ámbito auxiliar de la industria química y petroquímica considera apremiantes a la hora de enfrentarnos a los tiempos convulsos que vivimos; los españoles deberían hablar menos de la crisis y actuar más por combatirla.

Entidad nacida de las cenizas de Proimo, una empresa familiar anterior

Emypro nace en el mes de noviembre del año 1981, cuando la empresa familiar anterior, Proimo, se vio obligada a cerrar por un problema de cobro de un cliente importante. La ilusión por seguir adelante llevó a mi padre a continuarla. La constitución de la nueva sociedad conllevó una especialización como empresa constructora de tanques y de grandes proyectos. Desde su fallecimiento en marzo de 2008, me hice cargo de la gestión para intentar dar continuidad a la labor de mi padre, a su proyecto, y poder, con el tiempo, mejorarlo con la ayuda de un gran equipo de trabajo.

Fabricación y montaje de depósitos de almacenamiento y tuberías para la industria química y petroquímica

Emypro centra su actividad en la fabricación y el montaje de depósitos de almacenamiento e instalaciones de tuberías para la industria química y petroquímica, es decir, todos los productos periféricos: estructura, equipamientos, etcétera. Si bien estamos especializados en la construcción de tanques de almacenamiento, nuestra labor como constructores e instaladores abarca una amplia gama de actividades. Realizamos instalaciones completas de redes de tubería, revestimiento de tanques de acero al carbono con chapas de acero inoxidable, pantallas flotantes, domos de aluminio, instalaciones de carga y descarga. Somos, en suma, una empresa del sector metalúrgico ya consolidada.

Grandes proyectos en el país pese a la crisis

Es curioso que en tiempos de crisis dos de los más grandes proyectos que ha encarado la empresa se hayan realizado en la Península. Uno de ellos se realizó con una compañía para la que ya habíamos trabajado anteriormente, Meroil, que se asoció con la petrolera rusa Lukoil y juntas llevaron a cabo una nueva plataforma que se construyó como parte del proyecto de ampliación de las instalaciones portuarias de Meroil en Barcelona.

Ahora la exigencia en cuanto a calidad y seguridad es mayor que nunca

Hay mucha competencia a la hora de hacerse con nuevos e interesantes proyectos, pero el haber colaborado con algunas empresas previamente nos facilitó en ocasiones ser elegidos por encima de otras compañías. También ayuda que el propietario de la empresa postulante defienda el proyecto en persona, lo que resulta muy convincente. La confianza es muy importante a día de hoy. Desde hace años disponemos de todos los certificados de calidad existentes, pues hemos de demostrar que realizamos una tarea óptima, que somos sensibles al medio ambiente y velamos por la seguridad del trabajador, a pesar del coste que ello supone. Hoy en día el mercado pide lo mejor, con el mejor y al mejor precio.

Ajustar en exceso los precios redunda en perjuicio de toda la cadena productiva

El problema de España es que las grandes empresas están necesitadas de facturar a toda costa, por eso asumen proyectos que anteriormente despreciaban por volumen y que incluso ahora están dispuestos a aceptar por debajo, en algunas ocasiones, del coste teórico. Esta forzosa situación afecta al resto de la cadena. Si una empresa coge un proyecto a un precio muy ajustado, apretará a la empresa subcontratada, y esta a la de abajo, etcétera.

“Hay que dejar que el que viene detrás de ti se gane la vida”

Mi padre decía algo que siempre he intentado poner en práctica porque entiendo que es la base de una relación comercial óptima: “Hay que dejar que el que viene detrás de ti se gane la vida”. Se refería al proveedor o la subcontrata. “Si no es así, no te dará la calidad ni el servicio que le pides”. Crecer no es fácil, se necesitan buenos compañeros de viaje y especialistas, no puedes contratar a cualquiera. Disponemos de un número de equipos base de montaje, liderados por especialistas de la empresa, que completamos con soldadores y montadores subcontratados cuando así se requiere.

Subcontratamos parte del trabajo que realizamos

Dependiendo del proyecto y de su volumen, subcontratamos a una o varias empresas los trabajos de fabricación y parte de los trabajos de montaje. Compramos el material, lo llevamos a fábrica o a talleres auxiliares donde se realizan los trabajos de corte, cilindrado y fabricación de elementos estructurales y se dejan listos para su posterior expedición. El tratamiento superficial de las chapas se realiza en nuestra planta conjuntamente con industriales especialistas.

La experiencia de otras empresas siempre es enriquecedora

Realizamos instalaciones de tuberías y depósitos de hasta 70 m de diámetro, siempre bajo unos códigos internacionales que determinan la fabricación de los depósitos. Muchos clientes confían en nuestro saber hacer y otros, por su tamaño, necesitan un seguimiento mayor tanto a nivel de inspección y control como a nivel documental. Algunos priman la calidad por encima de la seguridad y viceversa. Dicho nivel de exigencia, a día de hoy, ocasiona para muchos industriales situaciones económicas irreparables que concluyen en expedientes de regulación o concursos. Aun así, en nuestro caso, la experiencia adquirida en determinados proyectos, aunque dolorosa económicamente hablando, es enriquecedora, ya que nos ayuda a crecer como empresa.

Un signo distintivo de estos tiempos convulsos: el abuso

El mundo está cambiando mucho en los últimos años; entre otras cosas, se están perdiendo valores básicos de convivencia como la honestidad o la empatía. Se intenta conseguir lo máximo al menor precio, exigiendo más de lo que se exigía antes. El abuso es un signo negativo de estos tiempos convulsos. Y solo por ello la gran empresa es la única que puede asumir grandes proyectos.

Trabajar en el exterior con todas las garantías posibles

Lo más importante cuando trabajas fuera es el conocimiento, en la medida de lo posible, del cliente. Es una cuestión de confianza. Así fue como salimos a Panamá, Brasil, Holanda, etcétera. Hacerlo a ciegas, para una entidad como la nuestra, es abocarse al fracaso. Otras empresas más grandes tienen una capacidad de absorción mayor y pueden permitirse errar alguna vez. Nosotros hemos de conseguir rentabilidad a la primera, pues exportar nuestro trabajo resulta bastante complicado, ya que es mitad producto y mitad servicio, con la complejidad que ello comporta.

Mi padre tenía muy claras las ventajas de autofinanciarse

La autofinanciación es la clave, no solo para sobrevivir en tiempos convulsos, sino también para poder acceder a proyectos de gran volumen y seguir invirtiendo para mejorar nuestros procesos productivos y de gestión, con el objetivo de ser capaces de salir de esta crisis en primera línea. A día de hoy, necesitamos a los bancos para los avales necesarios de proyecto: el inicial para la compra de los materiales, el de fiel cumplimiento y el de garantía final de proyecto para garantizar la buena ejecución del mismo. Mi padre tenía muy claras las ventajas de autofinanciarse.

Hay parados muy válidos y empleados que no rinden lo que debieran

En España se habla mucho y se escucha poco, en parte porque las ideologías de izquierda y de derecha siguen estando muy marcadas. La desmesurada rigidez de nuestro mercado laboral era algo sabido por todos, incluso por los sindicatos. Para mejorar la productividad, es lógico poder introducir personal nuevo y prescindir de quienes se parapetan tras su antigüedad.

Mayor transparencia por parte de los poderes públicos

Ha de volver a fluir el crédito. El Banco Central Europeo prestó millones al país y el Estado lo invirtió en afrontar la deuda interna. Se les debe exigir responsabilidad y transparencia a nuestros gobernantes, pues se parapetan en medias verdades que generan, aún más si cabe, desconfianza y malestar hacia aquellos que supuestamente, por conocimientos y posición, deberían sacarnos de la situación actual.

Un Gobierno que funcionara como una empresa

Las diputaciones, los municipios, los Gobiernos autonómico y nacional y la Unión Europea: sin duda son demasiados los organismos administrativos que se mantienen activos, y lo peor es que las funciones de muchos de ellos se solapan por completo. Por lo demás, nunca he llegado a entender por qué se ha de tratar de forma privilegiada al funcionario público frente a cualquier otro trabajador. El Gobierno debería funcionar como una empresa y buscar la rentabilidad por encima de todo.

Mientras mantenga 27 políticas fiscales distintas, Europa no formará una unidad

En una Europa con 27 políticas fiscales diferentes no es fácil descubrir una unidad real entre los países que la integran. Debería haber mayor control por parte de los Estados miembros. Que países económicamente fuertes, como Alemania y Francia, no quieran por ahora poner en circulación los eurobonos entra dentro de lo razonable, pero con el tiempo acabarán aprobándolos. 

Alarmante carencia de valores de las nuevas generaciones

La falta hoy en día de valores como el esfuerzo, la comunicación y el respeto, entre otros, es algo que me preocupa seriamente. Saber retirarse a tiempo y no querer para los otros lo que no quieres para ti mismo forman un modelo ético de plena actualidad. Mi padre, Albert Martí, persona autoritaria pero admirada y respetada por muchos, lo tenía muy claro. Muchos como él nos harían falta para levantar el país.