España solo hallará un lugar competitivo en el mundo de la mano de la innovación; un credo tan asumido por el ingeniero industrial director de este grupo, líder en Europa, de soluciones para la movilidad, que celebra la inauguración del parque tecnológico Orona IDeO, donde aglutinarán en un mismo espacio empresa, centro de I+D y universidad, así como confía en que iniciativas como esta permitan superar el desánimo que hoy paraliza nuestra sociedad.
Grupo empresarial con 4.200 empleados y presencia en 99 países
La historia de nuestra empresa arranca en 1964, a causa de una situación de crisis profunda de la industria cementera guipuzcoana, y en particular de la empresa Cementos Rezola. Un grupo de trabajadores de dicha entidad formaron equipo con otros emprendedores para comenzar una aventura sociocooperativa con el apoyo del padre Arizmendiarrieta, impulsor de la idea en Mondragón. Tras un tiempo dedicada a la soldadura en la actividad cementera y tobera, la empresa entró en el sector de los ascensor y obtuvo una licencia de un gran productor italiano. Con esa patente estuvo produciendo 10 años, hasta que empezó a desarrollar sus propios productos. A día de hoy, la empresa emplea a 4.200 personas, tiene un volumen de ventas de unos 560 millones y está presente en 99 países, entre ellos Australia.
Un cuarto de siglo vinculado a la entidad
Me incorporé a Orona en 1986, en unos momentos muy difíciles. Tenía 25 años y me encomendaron el proyecto de reconversión. Superé el reto y, desde entonces, desarrollé mi actividad en diferentes puestos, hasta que en 1999 me nombraron director general del grupo, formado por 37 empresas, dos de ellas cooperativas y el resto sociedades anónimas y limitadas, gestionadas como un holding. Soy también vicepresidente de la Corporación Mondragon, grupo al que pertenecemos.
Uno de cada diez ascensores que se instalan en el mundo pertenece a Orona
Orona se define como una empresa de servicios en sistemas de movilidad en transporte de personas, bienes y cargas. En lo que se refiere al transporte de personas, pretendemos sobre todo que las ciudades sean más accesibles con el fin de mejorar la calidad de vida. Para cuantificar la influencia de Orona en el mundo de hoy, nuestras instalaciones –principalmente ascensores, elevadores, escaleras y pasillos mecánicos– mueven más de un millón de personas al día. Ahora mismo, uno de cada diez ascensores que se instalan en el mundo pertenece a Orona.
En la experiencia sociocooperativa no se retribuye el capital sino el trabajo
La experiencia sociocooperativa tiene una singularidad muy concreta, en especial en lo que se refiere a la propiedad, porque no se retribuye el capital sino el trabajo. El núcleo inicial de 16 socios ha crecido hasta los 1.550, y aún sigue haciéndolo. Todos los socios han invertido un capital mínimo, que se actualiza con el IPC, y a partir de ahí se incrementa con los beneficios obtenidos, no en función del capital de cada socio sino en función del trabajo realizado.
Parámetros y estética
Cuando se nos encomienda una de nuestras instalaciones de transporte, a partir del concepto arquitectónico ponderamos cuáles son los parámetros de dicho transporte; por ejemplo, en el caso de los ascensores tenemos en cuenta el tiempo de espera en el rellano, la velocidad o la capacidad de transporte de la cabina. Por lo normal, el elemento de debate con nuestro cliente se centra en dichos parámetros y en la solución estética que proponemos, que siempre debemos consensuar con el arquitecto o el cliente. Además, nuestras instalaciones son confortables, silenciosas y, sobre todo, intentan asegurar cero averías.
El ascensor, uno de los medios de transporte más seguros del mercado
La modernización o sustitución de ascensores en uso supone un reto especial, porque nos obliga a adaptarnos a las construcciones ya existentes. No tiene nada que ver con las instalaciones de nueva vivienda, más estándares. A pesar de ello, es una parcela muy común. Cabe señalar que tan seguro es un ascensor nuevo como uno mejorado o modernizado. Podemos decir que Orona proporciona uno de los medios de transporte más seguros del mercado: cuando se transportan millones de personas no puede ser de otra manera.
Quince años innovando junto a la universidad
Disponemos de tecnología propia en las plantas productivas de San Sebastián y Vitoria. Toda la ingeniería y la puesta a punto la gestionamos nosotros, pero solemos subcontratar la instalación en obra. También contamos con un Departamento de Innovación que es uno de nuestros ejes estratégicos, hasta el punto de haber puesto en marcha hace 15 años un centro de investigación mixto con la universidad, lo que entonces era una rareza en el sector. La innovación es uno de los pilares estratégicos de toda economía nacional, por eso no puede estar sometida a las erosiones cíclicas, ha de ser una constante muy estructurada.
Nuevo parque tecnológico: Orona IDeO
Hoy el ámbito de la innovación es el más prestigioso de nuestra organización, y seguimos apostando por él más que nunca, como lo demuestra nuestro nuevo parque tecnológico Orona IDeO, que ya está en fase de ejecución, y que estamos promoviendo en San Sebastián, donde integraremos en un mismo entorno un centro de investigación, la universidad y la empresa. Representa una inversión de 176 millones de euros, 1.000 empleos y se inaugurará en abril del 2014. Hay que romper con el modelo tradicional de innovación, porque no podemos seguir compitiendo por coste con los países de la Europa del este, donde, aparte de ser más competitivos, hay muchísima materia gris; nosotros creemos que parques tecnológicos como el que inauguraremos son la forma de estimular el talento autóctono.
Exportar nos ha salvado de la caída del mercado interior
En 2007 vivíamos un momento de esplendor: liderábamos el mercado nacional y teníamos unas cuotas de empleo impresionantes. Entonces, decidimos orientarnos hacia el mercado internacional, una decisión que generó muchas discusiones, porque las compañías estaban todavía en pleno crecimiento nacional y no la entendieron. Aquello resultó un giro providencial, que nos ha salvado después de la debacle experimentada por el mercado interior, pues para nosotros ha caído un 82% desde entonces. Con las ventas internacionales no solo hemos compensado esa caída, sino que hemos aumentado nuestras facturaciones. En tres años, hemos pasado de vender a 47 países a vender a 99.
Hemos incorporado 17 empresas de Europa occidental
Aparte de la exportación, nuestra otra herramienta para paliar el hundimiento del mercado nacional ha sido la compra de empresas de servicios de nuestro sector en el contexto europeo. Durante los últimos tres años hemos incorporado 17 empresas de Europa occidental, y la idea es mantener esta política al mismo ritmo hasta que remonte el mercado interior, un horizonte que no vemos inminente.
Por una diversidad europea centrípeta
La solución a nuestros problemas pasa sin duda por más Europa, pero por una Europa redefinida, que pueda competir mejor en un contexto mundial, con un BCE más sólido. La diversidad de naciones y culturas no se resuelve con homogeneidad; en general, la diversidad suele verse como una fuerza centrífuga, pero, en mi opinión, esa es una lectura poco inteligente. Cuando demos con una lectura más lúcida de lo que representa nuestra diversidad interna, habremos dado un gran paso adelante. Hay que gestionar bien la diversidad para que se transforme en una fuerza centrípeta.
Trabajar por la posición competitiva de nuestro país
La posición competitiva de un país es algo absolutamente imprescindible, pero se habla muy poco de ella. Para alcanzar competitividad hay que tener la decisión y el valor de acometer todos los cambios necesarios para mejorarla; si no, no la vamos a conseguir. En este sentido son muy importantes la anticipación, la visión estratégica, la organización, la flexibilidad y la autogestión de los procesos industriales. A veces, en tono coloquial, digo que no hay mejor método que el MQM, que son las siglas de hacer las cosas mejor que el mejor.
Un simple cálculo nos habría ahorrado la burbuja inmobiliaria
España forma parte de los países europeos que no han llevado a cabo reflexiones socioeconómicas muy básicas. Por ejemplo, antes del frenesí inmobiliario, ¿por qué no se calculó el número de viviendas que necesitábamos? Supongo que es una cifra estimativa al alcance de cualquiera con formación en la materia, y sorprende que, entre tantos ministerios y organismos oficiales, nadie reparó en la necesidad de realizar ese simple cálculo, que nos habría ahorrado muchos problemas.
Hay que sacar las pymes del desánimo
Que los bancos hayan bloqueado el crédito es una cuestión de gran gravedad. Hay que buscar soluciones para que las pequeñas y medianas empresas que son viables puedan conseguir la financiación que necesitan, y de manera urgente. Las pymes constituyen el gran tejido productivo del país, y las estamos ninguneando y sumiendo en el desánimo. Tenemos que inventar el futuro, de lo contrario nos lo inventarán otros.
Divulgar más las soluciones que los problemas
La moral es algo esencial; no soy partidario de recrearse en los problemas, prefiero aportar soluciones. Es mi manera de entender la gestión empresarial, y gobernantes y medios de comunicación deberían hacer lo mismo: lanzar mensajes positivos, nuevas soluciones. No estoy hablando de ocultar la realidad, sino de que, en la balanza comunicativa general, la cesta de las soluciones pesara mucho más que el de los problemas. Creo que, si nos encontramos donde estamos, es también porque durante los últimos años no se han comunicado bien ni los problemas ni las soluciones.