Una exitosa trayectoria profesional avala el innato espíritu emprendedor de este ingeniero industrial, que inició su carrera en el negocio familiar antes de proyectarse en el extranjero ocupando siempre cargos directivos. Distinguido en 1984 con el premio Joven Empresario, hoy dirige el grupo del sector del juego con más presencia internacional. Sereno y perseverante, insiste en la necesidad de reestructurar el ámbito financiero y laboral español.
Importante labor empresarial
Me licencié en Ingeniería Industrial Eléctrica y obtuve un MBA del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE). Mis inicios profesionales se remontan a la empresa de mi familia: Agut, S. A., un negocio que después fue adquirido por la estadounidense General Electric, compañía donde, con los años, llegué a ocupar el cargo de presidente del Comité Ejecutivo Corporativo Europeo. A continuación, ocupé la presidencia de Terra Lycos hasta que me trasladé a Holanda para desempeñar el cargo de presidente en la compañía de producción y creación audiovisual Endemol. Actualmente, y desde el 2006, ejerzo de director general de Cirsa-Nortia, empresa fundada en 1978 por Manuel Lao Hernández. Hoy nuestro grupo dispone de una plantilla de 18.500 trabajadores y comprende más de 400 empresas presentes en 70 países, cuenta con 26 casinos tradicionales, 48 casinos electrónicos, más de 90 bingos, 62.000 máquinas recreativas distribuidas en 37.000 establecimientos y 190 salones de juego.
Profesionalizar la empresa familiar y preparar el relevo generacional
Entré a formar parte de Cirsa para hacerme cargo de la compañía y dedicarme fundamentalmente a dos aspectos: profesionalizar la empresa familiar y preparar el relevo generacional de la misma. Mis primeros tiempos en el negocio consistieron principalmente en una labor de racionalización y consolidación del esquema empresarial ya existente. A pesar de coincidir con una época en que el entorno de negocio era muy favorable, actuamos de forma juiciosa y fuimos prudentes aplicando nuestras políticas económicas. Aquella actitud nos facilitó estar perfectamente posicionados cuando a España le sorprendió la crisis.
Fabricación de máquinas recreativas y gestión de centros de ocio
En sus inicios, Cirsa fue concebida como un negocio industrial de fabricación de máquinas recreativas. Pero rápidamente su fundador, un empresario con una gran capacidad de materializar sus ideas, advirtió la viabilidad que podía tener operar en empresas de juego. De este modo, la compañía desarrolló nuevas líneas de negocio y hoy, aparte de ser una empresa industrial que diseña, fabrica y comercializa máquinas recreativas para la hostelería, casinos y salas de juego, también gestiona multitud de centros de ocio relacionados con actividades de juego.
Invertir en I+D+I nos permite desarrollar sistemas tecnológicamente muy sofisticados
En un sector como el nuestro, invertir esfuerzos en I+D+I es de vital importancia. Por este motivo contamos con un equipo de 200 titulados superiores, en su mayoría ingenieros, que diseñan máquinas recreativas y sistemas en función de la regulación correspondiente a cada país. Desarrollamos conceptos de alta sofisticación tecnológica que, entre otras particularidades, nos permiten conocer la actividad de cada producto, una vez ha sido ubicado en su lugar de destino, a tiempo real. Incluso, en países donde la normativa así lo exige, conectamos nuestras máquinas con la Administración correspondiente.
Eficiencia y productividad
Nuestras actuaciones empresariales de los últimos años han consistido en dedicarnos al desarrollo de programas de eficiencia y productividad, y también hemos realizado nuestras inversiones con absoluto rigor. A consecuencia de esta serie de acciones, en cinco años hemos multiplicado por 2,5 el beneficio operativo de la compañía y nuestro endeudamiento, en términos deuda/ebitda, ha descendido de 5 a 2,9 veces. Asimismo, nuestra facturación ha crecido un 33%.
Cotizamos en el mercado de deuda de Londres
Podríamos definir Cirsa como una multinacional catalana que, aunque no cotiza en bolsa, sí lo hace en el mercado de deuda de Londres, donde hemos realizado diferentes emisiones de bonos. La primera semana del mes de enero de 2011 figuramos como la primera compañía europea en efectuar una emisión aquel año, lo que nos llevó a ser capaces de refinanciar la empresa hasta el año 2019.
La credibilidad llega con el esfuerzo diario
En el entorno empresarial, la credibilidad de un individuo o una entidad es un verdadero activo que se obtiene gracias al esfuerzo diario. Quienes obran con acierto durante su carrera transmiten credibilidad a los mercados, los clientes y los propios empleados. Ello otorga el beneficio de la duda e inaugura un camino hacia la confianza.
Restructurar los ámbitos financiero y laboral
Las medidas que el recién estrenado Gobierno español debería tomar para hacer frente a la crisis tendrían que girar en torno a los ámbitos financiero y laboral. Los esfuerzos realizados por el BCE no se están viendo reflejados en la banca, que es quien debe financiar el sector privado para que este pueda desarrollar sus ideas empresariales. Por otro lado, en España conservamos unas condiciones laborales muy estrictas y el empresario teme a la contratación.
Gran deslocalización industrial
Debemos preguntarnos por qué han decidido salir de nuestro país un número ingente de empresas en los últimos años. Probablemente la subida de los precios del mercado español y su rígida legislación laboral han determinado la gran deslocalización de la industria en España.
Don Mariano Rajoy deberá ejercer su liderazgo si no se llega a un pacto laboral
Si los empresarios y los sindicatos de nuestro país no son capaces de hallar una solución para adquirir una mayor flexibilidad laboral, deberá actuar quien ocupe el liderazgo, que ahora pertenece a don Mariano Rajoy. Él es quien ha de tomar las riendas, porque los que estamos sometidos a unas leyes no tenemos capacidad para cambiarlas.
Idiosincrasia más prudente en el norte que en el sur de Europa
El índice de desempleo que hoy tiene Alemania es uno de los más bajos de su historia. Tal vez este fenómeno responda a la mentalidad de su población que, movida por una idiosincrasia prudente, en el período anterior a la crisis no derrochó. Es también evidente que las entidades bancarias alemanas tuvieron mucho más tiento que las nuestras. Todas estas diferencias me llevan a la confirmación de que, por naturaleza, las culturas del norte de Europa son más ahorradoras que las del sur.
Para acabar con el paro hay que apostar por los negocios realmente productivos
En España tenemos la obligación de terminar con la espiral negativa que supone el paro. Para conseguirlo, primero debemos actuar con sensatez y permitir una mayor capacidad de financiación en los ámbitos que más posibilidades tienen de desarrollar nuestro mercado. Es necesario que busquemos aquellos negocios que son realmente productivos y apostemos por ellos.
El euro restringió nuestra independencia
Con nuestra entrada en el euro perdimos independencia. Mientras dictaba la peseta, España era dueña de su política fiscal y podía fabricar dinero, aun con el riesgo de provocar un crecimiento de la inflación. Ahora debemos someternos al BCE y nuestros grados de libertad quedan, por tanto, muy reducidos.
Hay que dar salida a los activos “tóxicos”
Últimamente se ha especulado con la posibilidad de instituir bancos malos para sanear los balances del sector financiero español. Pese a que hace poco el presidente Mariano Rajoy declaró que no estaba a favor de su creación, creo que es necesario que se establezcan medidas para dar salida a los activos “tóxicos”. Aunque a priori no lo parezca, pienso que la solidaridad financiera entre los distintos países podría ser una medida efectiva para comenzar a aliviar la difícil situación de Europa que beneficiaría a todos los países.
Solucionar el problema de la economía sumergida
La economía sumergida es un problema que necesitamos solucionar aunque su enderezamiento no sea fácil. Quizá sería conveniente empezar por perdonar a aquellos que han actuado de forma fraudulenta y, a partir de ahí, regular la situación con flexibilidad, entendiendo las posibilidades reales de cada contribuyente. A quienes hemos actuado siempre dentro de la legislación, no nos puede vencer un sentimiento exaltado de injusticia, pues debemos gratificarnos con la satisfacción que supone haber sabido obrar del modo correcto.
El Gobierno socialista erró en no reconocer la crisis
Cuando las empresas proyectan el camino que las lleva hasta donde quieren llegar, siempre parten del punto real donde se encuentran. El Gobierno que con anterioridad presidió nuestro país no siguió este ejemplo; al principio negó la existencia de la crisis económica y ello luego dificultó de forma visible las actuaciones que se han ejecutado para intentar paliarla.
No solo hay que reducir el déficit, sino impulsar el crecimiento
Conocer de antemano el alcance que llegaría a tener la crisis económica no era posible, como tampoco lo es ahora pronosticar cuándo saldremos de ella. Pero si nos hubiéramos detenido a realizar un balance de las consecuencias positivas y negativas que conlleva la globalización, quizás habríamos contemplado la recesión como una posibilidad. Ahora, una vez asumida nuestra situación, debemos aglutinar esfuerzos para incentivar la inversión y por lo tanto la creación de empleo. Se diría que la clase política está dedicando mucho tiempo a planificar recortes presupuestarios y, aunque necesarios, sería interesante que destinara una parte de su disponibilidad a buscar modos de impulsar el crecimiento.