TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

JOAQUÍN ÁLVAREZ FERNÁNDEZ.

SUMIGAUTO.
Texto del 25/07/11  .
Fotografía cedida .
 

El coraje es el motor que impulsa a este experimentado gestor y empresario gallego especializado en la exportación de recambios automovilísticos. Esfuerzo, trabajo diario, afán de superación e ingenio son las armas que emplea para el crecimiento personal y la superación de las adversidades. Cree que la demagogia y los tópicos se hallan instaurados en los debates ideológicos de nuestro país sobre temas como la memoria histórica o la inmigración.

Trayectoria personal y profesional

Empecé a trabajar a los 17 años, aunque, antes de convertirme en empresario, a lo largo de mis casi seis décadas cotizadas, realicé todo tipo de tareas, entre las que destacan los 18 años como jefe de compras del grupo minero Riotinto y mi incorporación a una carrocera de autobuses, en 1987, como gerente de aprovisionamientos. Por desgracia, la empresa quebraría en 1995, cuando yo tenía 55 años, lo que supuso un duro golpe profesional y económico, pues solo percibí la indemnización correspondiente. El gravísimo accidente de una de mis hijas coincidió con ese momento, y todo ello me hizo decidirme por buscar una salida profesional hasta mi jubilación. De ahí que pusiera en marcha un proyecto para hacerme cargo del servicio de posventa de la antigua carrocera.

 Coordinador de la empresa

Aprovechando sobre todo el vínculo comercial establecido con Teherán, capital de Irán, a la que la carrocera había vendido 1.000 autobuses y con la que actuaba como intermediaria de una multinacional en el suministro de sus recambios, contacté con los jefes de compras y recambios de la carrocera, Celso Parra y Juan Rojo. Creamos Sumigauto a partes iguales, y me hice cargo de la parte comercial, de la gerencia, la contabilidad y el stock financiero. Debido a estos cometidos me convertí en el responsable directo de la estrategia de nuestro negocio.

 Compañía exportadora de componentes automovilísticos españoles

La actividad fundamental, y más rentable, es la comercialización y exportación de componentes de autobuses y autocares (iluminación, aire acondicionado, etcétera) de fabricación española a países donde la tecnología no se ha desarrollado lo necesario para crearlos y manufacturarlos. Nuestro principal cliente, que supone el 80% de la facturación, es Irán. Las exportaciones solo ocupan a nuestros trabajadores dos días al mes, por lo que disponemos de una actividad complementaria muy laboriosa, pero poco productiva respecto a los ingresos.

 Substitución de parabrisas

El resto del mes nos dedicamos a la reparación de parabrisas in situ. Contamos con la exclusiva nacional de una empresa de autocares muy importante y nuestra zona de actuación, en la que tenemos un 60% de la cuota de mercado, es el noroeste de Galicia, Zamora, Valladolid y Salamanca; es decir, realizamos desplazamientos que suponen un máximo de tres horas de trayecto, y en el resto de territorio nacional subcontratamos los servicios a otras empresas. Damos respuesta a las diversas necesidades del propietario de una flota de autobuses, para lo que se desplazan siempre dos operarios que sanean y colocan el nuevo vidrio, lo que implica una labor logística importante para racionalizar los desplazamientos y no tener que duplicarlos.

 Estética y seguridad

Los autobuses y los autocares deben tener poco acristalamiento, siguiendo el modelo americano, porque, aunque los que llevan lunas más grandes son más vistosos y atractivos, la estabilidad y seguridad del vehículo se ve muy mermada. Tal tendencia está teniendo repercusiones negativas en el sector porque se producen a menudo roturas y desperfectos en las lunas, que no cubren los seguros y que causan un grave perjuicio económico.

 Los sindicatos son entidades de escasa representatividad y operatividad

No valoro de modo positivo ni la existencia del subsidio de desempleo, en cuyo cobro se vienen detectando múltiples irregularidades, ni la labor de los sindicatos, porque son entidades poco representativas y operativas; al tener un número de afiliados marginal y estar subvencionados por el Estado, sus opiniones y acciones siempre están muy condicionadas, de manera que no se manifiestan ni actúan en las situaciones realmente necesarias, como ha ocurrido en la actual crisis económica. Los sindicatos deberían pensar en sus afiliados, desde un espíritu constructivo de creación de riqueza para el país, y no en los partidos políticos afines. Si la derecha accede al poder en las próximas elecciones, los sindicatos volverán a ser beligerantes.

 Importancia de la economía sumergida en el tejido económico español

Si de verdad hubiera cinco millones de parados, la población española estaría a las puertas de una revuelta. El número de inscritos en las oficinas de desempleo no es real porque en nuestro sistema la economía sumergida sigue teniendo un peso determinante, y por ello no se actúa desde el poder; la importancia socioeconómica de esta práctica amoral se enfrenta a los intereses electoralistas, no a los políticos, de nuestros dirigentes. La picaresca y el doble rasero forman parte de nuestra percepción y actuación en las relaciones sociales.

 Perseguir el fraude

Se debería propiciar el reflotamiento de los capitales sumergidos y perseguir el fraude. Las autoridades fiscalizan las nóminas y la actividad empresarial y les hacen tributar en un elevado tanto por ciento, pero en cambio no supervisan con rigor las actividades económicas de los profesionales por cuenta propia, que en ocasiones defraudan al fisco.

 

Lamentable manipulación de los indignados

Si los sindicatos hubiesen actuado y defendido de manera conveniente los intereses de los trabajadores, el movimiento de los indignados, con intenciones cuestionables pero honestas, no se hubiera producido jamás. Ahora bien, al cabo de unos pocos días grupos de advenedizos deshonestos se unieron a la protesta, y han propiciado una imagen nefasta del movimiento y condicionado el abandono de los realmente indignados.

 Una crisis negada durante demasiado tiempo       

Por intereses electoralistas, se negó la crisis hasta que fue irrefutable; encima, en sus momentos preliminares se promovieron ayudas sociales de carácter universal que eran demagógicas y quebrantaban el espíritu protector e igualador del socialismo. Pecamos de prepotentes al creer que habíamos entrado en el selecto grupo de las primeras potencias.

 Posible intervención económica

Nos ha perjudicado no haber adoptado las medidas oportunas para paliar la crisis en el momento oportuno. Creo que vamos a ser intervenidos, y que se producirán recortes en el estado del bienestar muy importantes, como el de las pensiones. Cada día estamos presenciando una lucha titánica en los mercados para vender nuestra deuda, es decir, conseguir ingresos para pagar los intereses de la anterior; es una espiral sin límite difícil de invertir y que determina una perspectiva muy pesimista de nuestro futuro a corto y medio plazo, ya que por desgracia la historia nos enseña que solamente los conflictos bélicos vuelven a equilibrar situaciones como la actual.

 Por un nuevo marco laboral más flexible

Si nuestros líderes políticos pudiesen llegar a una entente en una materia tan importante como la laboral sería una lección de madurez democrática que no considero que se vaya a producir. La actual situación del marco legislativo laboral es un lastre para el crecimiento, y la supervivencia, de muchos empresarios, sobre todo en tesituras como las actuales. Es necesario flexibilizar y desdramatizar las relaciones laborales por el bien colectivo de nuestro país.

 IVA y consumo

En estos momentos el consumo interno es el que está propiciando la escasa actividad económica existente, ya que España no posee ni tradición ni fuerza exportadoras. Por ello, la subida del tipo impositivo del IVA incrementaría el precio de los productos, lo que reduciría mucho el consumo interno.

 El drama individual de la recesión

Se están produciendo auténticas tragedias humanas, sobre todo en nuestras ciudades, silenciadas de puertas adentro porque estos nuevos desamparados no quieren que sus vecinos conozcan su penosa situación monetaria. Se trata de desempleados de larga duración que reciben prestaciones mínimas o que deben sobrevivir sin ingresos. Esta realidad puede provocar brotes de racismo, puesto que la situación de los colectivos inmigrantes sí es conocida, de manera que suelen recibir ayudas. Lo cierto es que nuestro país acogió a un número ingente de trabajadores de otros países que ahora están desocupados y que suponen un gasto importante para las vacías arcas del Estado y una mano de obra ideal para la economía sumergida. Se debería reflexionar en profundidad y sin electoralismo sobre una cuestión que afecta al bienestar social de todos.

 Dirigir una empresa conlleva un alto grado de esfuerzo, lucha y responsabilidad

El empresario, en especial el pequeño y el mediano, no solo es eje y promotor de la riqueza y el progreso de la sociedad, sino que también constituye su motor ideológico. Sin embargo, subyace una visión peyorativa de su labor. Y es que la ciudadanía desconoce el grado de esfuerzo, responsabilidad, implicación y lucha diaria que conlleva dirigir una pequeña empresa.

 

Superar el pasado

La población española adulta de menos de 40 años no desea remover los fantasmas de la historia española contemporánea; sienten que el franquismo es una época cerrada que nada tiene que ver con sus preocupaciones actuales. En consecuencia, es absurdo que determinados sectores de la opinión pública, y en especial la prensa, centren sus debates en temas que ni ocupan ni preocupan al grueso de las nuevas generaciones.