Condecorado con la Medalla de Bronce de la Cámara de Comercio y el Cangrejo de Oro del Festival de Exaltación del Cangrejo de Río de la Ciudad de Herrera de Pisuerga en 2008, este emprendedor acaba de celebrar el 50 aniversario de la fundación de su empresa, que hoy traza su trayectoria hacia el futuro con la visión joven e innovadora de una nueva generación familiar. Destaca la importancia de la educación en el seno familiar como medio de recuperar los valores perdidos por nuestra sociedad.
Extensa trayectoria en el sector alimentario
Soy natural de Torrelavega (Cantabria), aunque hace 50 años que resido en Herrera de Pisuerga, ciudad donde conocí a mi esposa, Marcy Fernández, con quien recientemente hemos celebrado, también, nuestras bodas de oro. Cuando nos casamos, la familia de mi mujer regentaba una tienda de venta de productos alimentarios y nos separamos de los hermanos de mi mujer al fallecer mis suegros. Mientras ella dirigía el establecimiento, yo me abrí camino en la venta ambulante por las poblaciones de la comarca. Al cabo de un tiempo el negocio prosperó y nos trasladamos a otro local que ofrecía mejores condiciones, al que dimos un aire más vanguardista. Después abandoné la venta ambulante para adentrarme en la autoventa de productos lácteos y, acto seguido, irrumpí de lleno en el sector de la distribución de productos alimentarios regionales.
Una empresa eminentemente familiar
Tengo tres hijos: María Luisa, Luis Fernando y José Manuel. Los dos chicos ya entraron a formar parte de la empresa una vez finalizados sus estudios, algo que convirtió nuestro negocio en una entidad eminentemente familiar. Mis hijos suelen decirme que soy un ejemplo a seguir, pero quien realmente está agradecido y orgulloso de ellos soy yo. Aunque al principio la empresa creció gracias al esfuerzo que mi esposa y yo realizamos, ahora son nuestros hijos quienes, con gran capacidad de sacrificio, hacen perdurar el negocio y lo proyectan hacia el futuro.
Hemos evolucionado y nos hemos expandido
Estoy muy satisfecho de nuestra evolución como empresa. Desde los comienzos, cuando me desenvolvía en un ámbito local, hasta hoy, que hemos llegado a expandirnos por toda la geografía provincial, e incluso hemos traspasado sus límites hasta Burgos o Cantabria, puede decirse que hemos crecido de manera muy positiva. Hoy distribuimos en exclusiva un volumen considerable de primeras marcas, entre las que se encuentran Bodegas Muga, Nestlé, Mantequerías Arias, Kraft, Grupo Calvo, anchoas Lolín, Jamones Blázquez, Chocolates Valor, Grupo Varma, González Byass, Real Sitio de Ventosilla, Granja la Luz o cafés Illy, por nombrar solo algunas.
Marca propia de conservas vegetales y de pescado
Hace unos 25 años, con el deseo de incorporar nuevas líneas de negocio, se nos ocurrió la idea de crear una marca propia de conservas vegetales y de pescado, y fue de este modo como nació Conservas Marcy, marca que patentamos con tal nombre en honor a mi esposa. Con esta iniciativa conseguimos incluir una gama de productos de calidad que lanzamos a precios muy competitivos. En el momento actual estamos complacidos con el reconocimiento que tenemos en el mercado, y la rotación de nuestros productos, que distribuimos en toda la comunidad de Castilla y León y en zonas puntuales de Asturias y el País Vasco, es muy satisfactoria.
Dedicación exclusiva y personalizada a los clientes
Para impulsar un negocio es imprescindible la honestidad, la seriedad y el esfuerzo por dar el mejor servicio, así como también trabajar con márgenes de beneficio razonables y cuidar al cliente. Todas estas premisas son las que he tratado de inculcar a mis hijos desde un buen principio. El hecho de que nuestra empresa sea predominantemente familiar nos otorga la facilidad de ofrecer una dedicación exclusiva y personalizada a nuestros clientes.
Siempre al día de los avances tecnológicos
Nuestras instalaciones constan de unos 1.900 m2 y disponemos de un práctico sistema de almacenaje y de cámaras frigoríficas para los productos perecederos. Nos hemos adaptado a los avances técnicos y tenemos una zona de carga y descarga dotada de rampas móviles que permiten trabajar de manera cómoda. Dentro del recinto de almacenaje no están permitidos los motores de explosión, lo que nos obliga a contar con carretillas elevadoras eléctricas.
La informática supuso una gran revolución
La implantación de la informática contribuyó a agilizar nuestra tarea y supuso una manera ventajosa de trabajar. Actualmente todos nuestros agentes comerciales disponen de un ordenador portátil que facilita su labor. Comenzamos utilizando un programa informático estándar, pero, con el tiempo, lo personalizamos para adaptarlo a nuestras necesidades más específicas.
Organizar una logística propia
La logística es un puntal importante para nosotros. Nuestra ubicación en la provincia de Palencia es bastante céntrica, lo que contribuye a que nuestras rutas sean muy radiales. Contamos con seis vehículos propios, dos de ellos de gran tonelaje, adaptados a las necesidades que requieren los productos alimentarios, y son nuestros propios trabajadores quienes realizan el reparto. En el actual momento de recesión económica que atravesamos intentamos optimizar recursos y realizamos rutas periódicas semanal o quincenalmente, aunque, si un cliente nos demanda algo con urgencia, no dudamos en realizar el envío de un día para otro.
Algunas empresas sufragan el funcionamiento económico del país
A causa del desolador escenario económico de nuestro país, los bancos han recortado el crédito, una situación que ha empujado a los empresarios que se mantienen a ayudar a otros empresarios que se encuentran ante una situación delicada. Considero que si no fuera por este modo de actuar, el país se hubiera desplomado hace ya tiempo. En alguna ocasión nuestra empresa ha tardado cerca de 200 días en cobrar una factura, por este motivo sinceramente pienso que nuestro negocio, junto con otros de la zona, está colaborando en el funcionamiento económico de la provincia.
Nuestro Gobierno no ha sabido estar a la altura de sus responsabilidades
Al principio, el Gobierno negó la existencia de la crisis cuando era ya del todo evidente. Esta actitud desafortunada retrasó la capacidad de actuación para buscar mecanismos de recuperación. Más tarde, una vez asumida la situación, el Gobierno tampoco se ha mostrado competente y se ha limitado a parchear ciertas brechas en lugar de tomar medidas que fueran útiles a largo plazo. Realmente pienso que la imagen que ha dado la clase política que nos ha gobernado estos últimos años es la de no haber sabido estar a la altura de sus responsabilidades.
Es importante realizar los cambios estructurales en época de bonanza
Si miramos hacia Europa, podemos darnos cuenta con facilidad de que nuestro país necesita una reforma laboral, algo que considero que hubiera sido óptimo realizar mucho antes de la llegada de la crisis. Porque, en previsión, los cambios deben efectuarse durante las épocas de bonanza. Si hace cinco o seis años hubiéramos considerado en serio la situación laboral de nuestro país, quizá a día de hoy la crisis sería menos severa.
Invertir en el campo de la educación
Somos una nación que se ha equivocado con el gasto público: en lugar de realizar grandes inversiones en infraestructuras colosales, deberíamos haber invertido recursos en el campo de la educación y la formación de futuros profesionales, una educación que debería estar regida por las mismas bases en toda España. Hoy la movilidad de trabajo impera en nuestra sociedad y no encuentro lógico que cada comunidad autónoma tenga sus propias normas en aspectos tan importantes como este.
Es muy triste que nuestra clase política solo actúe al unísono presionada por la UE
Últimamente se nos podría tildar de país con falta de personalidad. Es sorprendente que durante años nuestros partidos políticos no se hayan puesto de acuerdo para realizar proyectos que nos beneficiasen a largo plazo y, en cambio, hace escasos meses llegaran con rapidez a un acuerdo para modificar el artículo 135 de la Constitución española. Me parece muy triste que la clase política solo actúe al unísono para el bien común cuando las exigencias vienen de la Unión Europea.
En pro del ahorro y la mesura
Seguimos derrochando capital en iniciativas que, dada la situación actual, no son prioritarias. El Gobierno debería empezar a ser comedido, a ahorrar y a aplazar aquellas inversiones que no son imprescindibles. Tengo la impresión de que hemos querido seguir el camino de Europa a pasos agigantados y, por ello, hemos perdido la noción de nuestra propia realidad. Se especula que cierta deuda pública va a tardar más de cien años en saldarse, algo que augura un futuro poco halagüeño para nuestros nietos.
Falta civismo y cultura
Nuestra juventud actual está desencaminada, perdida, carente de valores. Falta educación y cultura, porque los padres de hoy han derivado la educación de sus hijos a la escuela y se han desentendido de su labor como progenitores. Aparte de enseñar conocimientos académicos, el colegio puede también enseñar algunas normas básicas de conducta, pero los cimientos de la educación deben forjarse en el seno de la familia.
El movimiento de “los indignados” ha perdido credibilidad
Toda corriente que suponga una reivindicación de los derechos sociales y humanos es digna de ser escuchada. Y, aunque el movimiento del 15-M ciertamente nació con esta filosofía, con el tiempo ha ido transformándose en una concentración de jóvenes antisistema que, entre otras molestias, han perjudicado al pequeño comercio que lucha a diario para sobrevivir en unos tiempos muy difíciles.