Sr.-Luis Rodríguez Sánchez
Sr.-Luis Rodríguez Sánchez
TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

LUIS RODRÍGUEZ SÁNCHEZ

LUIS RODRÍGUEZ SÁNCHEZ CONSULTORÍA ASOCIADOS ALONSO BLANCO
Texto del 28/02/12 .

Es prioritario que el Estado ayude a mantener el tejido empresarial para frenar el paro; tal es la opinión, cimentada en la experiencia de casi una década al frente de una consultoría y asesoría empresariales, de un letrado que, con constancia y sabiduría, aporta sus conocimientos para mejorar la situación del empresariado español, tan necesitado hoy de ayudas, y cuyos fondos deberían salir de poner en orden desmanes como la hipertrofia administrativa.

Asesoramiento profesional para empresas y emprendedores

Aunque yo me hice cargo de ella hace ocho años, nuestra consultoría ya ha cumplido un cuarto de siglo. Es una entidad centrada de manera fundamental en el asesoramiento contable y fiscal y en el asesoramiento profesional para empresas y emprendedores. Nuestra área de influencia es la provincia de Salamanca, aunque también trabajamos algo en Zamora, Valladolid y, de forma puntual, en Madrid. Nuestros clientes pertenecen principalmente al sector inmobiliario, aunque también contamos con comercios, empresas de servicio y profesionales. De entre los clientes inmobiliarios, muchos han proyectado su actividad a la costa mediterránea, con lo cual se podría decir que también trabajamos en las provincias que la forman. Nuestro equipo lo constituyen doce personas, que para una consultoría de nuestro ámbito representa un volumen de personal importante.

Una auditoría periódica da un marchamo de calidad a las empresas

Parte de nuestro trabajo consiste en buscar líneas de subvención y ayudas de agencias de desarrollo regional, aunque, por desgracia, son muy pocas las que hay. También realizamos estudios de viabilidad y auditorías. Las auditorías deberían entenderse como un chequeo médico periódico, pero solamente suelen efectuarse cuando son exigidas por la ley, lo que supone un planteamiento erróneo, porque una empresa auditada tiene un marchamo de calidad, sobre todo de cara a pedir financiación a una entidad bancaria. No se me ocurre mejor aval.

Auditar por designación

A veces, nos llaman del Registro Mercantil para auditar por designación; nos encontramos a menudo con que la gerencia de la empresa auditada intenta prácticamente comprarnos y, cuando no, no nos facilitan datos, lo que hace imposible nuestro trabajo, y la auditoría queda bloqueada. Tarde o temprano esa auditoría tendrá que hacerse y completarse, pero como maniobra dilatoria ya les ha funcionado.

Existen muchas empresas que están muy poco profesionalizadas

El empresario, por norma general, confía mucho en sus propios análisis y apenas acepta consejos o recomendaciones, incluso de sus propios consultores. Por lo normal, hablan con empresarios de su mismo sector y, si tienen confianza, se confiesan sus trucos, y con eso se dan por satisfechos. Existen muchas empresas que están muy poco profesionalizadas. Saben que resulta complicado trabajar con consultores y tener trabajadores sin dar de alta. Que una empresa trabaje con una consultoría es una pista sobre el nivel de cumplimiento de sus obligaciones. Un empresario vocacional de verdad afronta todas sus obligaciones. Luego, están los otros.

Un empresario vocacional defiende su proyecto a toda costa

Casi todos los empresarios tienen como objetivo ganar dinero; por ese motivo, cuando las ganancias se reducen, a veces sucede que hay poca voluntad de relanzamiento de la empresa, o simplemente poca voluntad de replantearla. En casos así, en general se suele optar por su liquidación. Sin embargo, detrás de estas soluciones drásticas no suele haber empresarios vocacionales. Quien emprende por vocación se siempre intenta salvar su empresa: se la replantea y la relanza.

Concurso igual a liquidación

De la nueva Ley Concursal del 2003, a pesar de que todavía es pronto hacer un balance, destacaría que contribuye a la simplificación de los trámites y que establece la responsabilidad de los administradores concursales. De forma evidente mejora la ley anterior, muy anacrónica, aunque sigue siendo perfectible, como lo demuestra que ya haya sido reformada dos veces. De las deficiencias que todavía no han sido retocadas, cabría destacar el hecho de que, estadísticamente, el 90% de las empresas que entran a concurso se liquidan, y no debería ser así. Igualmente, se generan unos costes muy elevados en el desarrollo del procedimiento del concurso, que además suele alargarse durante dos o tres años por el colapso de los juzgados mercantiles.

En pro de la unificación de normativas en España

Una de las demandas que elevaría a los gobernantes es que se trabajara para el fomento de la unificación de las diferentes normativas que en la actualidad regulan las actividades económicas. Un ejemplo concreto: imaginemos que tenemos como cliente una empresa de transporte; ello nos obliga a estar al tanto de cualquier normativa autonómica, porque rigen distintas leyes para circular en festivos o vísperas en cada comunidad. Por no hablar de las diferentes normativas sobre impacto ambiental, que, a pesar de que vengan marcadas por la Unión Europea, se adaptan de manera diferente según la autonomía. Y así, en todos los sectores económicos. Entre esto y la ventanilla única tenemos que encontrar un punto de equilibrio.

Ayudar a las empresas para que no haya tanto paro

El Gobierno ha descuidado el apoyo a las empresas. Preocupa más destinar el dinero a las prestaciones por desempleo –algo, por otro lado, muy comprensible– que destinarlo al mantenimiento de las empresas que se ven obligadas a despedir. Considero que ambas preocupaciones tendrían que ser compatibles, porque cuando mediante ayudas se impide que una empresa despida se está aligerando al Estado de la responsabilidad de pagar las prestaciones correspondientes. De hecho, las líneas de crédito oficial establecidas no funcionan como deberían.

¿Quién determina los límites del llamado Estado del bienestar?

No todos los recortes son indeseables. Desde mi punto de vista, es necesario recortar en muchos ámbitos precisamente para crear empleo. Porque, ¿quién determina los límites del llamado Estado de bienestar? Cuando se dice que tal derecho es una conquista y que no se puede volver atrás, se parte de una concepción idealizada de la historia, dado que esta ha demostrado que las etapas de esplendor y decadencia existen. Y sin apelar a la historia, y ciñéndonos a la economía, también se ha demostrado que los ciclos económicos de vacas gordas y vacas flacas existen. Por lo tanto, adaptémonos a cada momento y no demos nada por definitivo. Los sindicatos siguen con los mismos esquemas de hace cuarenta años, cuando aparecieron, y lamentablemente les importa más defender sus privilegios que apoyar la creación de empleo.

Los empresarios y los trabajadores deben ir de la mano

Esta reforma laboral, en los términos en que se ha concretado, era esperada hace tiempo por los empresarios con los que tenemos contacto. En mi opinión, no será tan drástica como se ha anunciado, al menos en su aplicación. Era necesaria porque aporta flexibilidad para contratar y despedir. Que se indemnice con cuarenta y cinco días, con treinta y tres o con veinticinco no es mayor garantía de que se mantengan los puestos de trabajo, igual que con los ERE (Expedientes de Regulación de Empleo). El empresario no despide por despedir; el verdadero, el vocacional, despide, sobre todo, para poder mantener la actividad, para seguir dando empleo a cuantos más trabajadores, mejor. Empresarios y trabajadores deben ir de la mano. Cuando en este país entendamos esto, empezaremos a parecernos a los países centroeuropeos que funcionan mejor.

Por una reforma de la Constitución sin complejos

Habría que reformar la Constitución sin complejos, sobre todo para reordenar de alguna manera el despliegue autonómico que se ha realizado. La Consejería de Justicia de Castilla hace tiempo que existe sin apenas competencias. Algunos han planteado, asimismo, la creación de una policía autonómica: ¿para qué? Hay determinadas competencias que están mejor gestionadas en manos del Estado. Personalmente, no entiendo por qué parece que se le tenga miedo al Estado.

Una Europa en crisis

La realidad actual de la Unión Europea es muy compleja, y las soluciones propuestas efímeras, dispersas y cambiantes. Hasta hace poco, todos pensábamos que no había vida fuera del euro. Ahora ya hay quien dice, incluso en Alemania, que lo mejor para Grecia –y para todos– es que salga de la Zona euro para que dicho país pueda recurrir a devaluar el dracma.

La universidad es el mayor activo, y orgullo, de Salamanca

España sigue en una tesitura incierta. Salamanca se mantiene con una cierta estabilidad por la exportación, sobre todo de bioetanol y carne de vacuno al Líbano. Es nuestra suerte, porque el consumo interno no se ha recuperado. Y suerte tenemos, también, de nuestra universidad, el mayor activo y orgullo de los salmantinos.

Hay que apostar decididamente por nuestra riqueza cultural y turística

Si el turismo tiene que devenir nuestra gran industria, es obvio que todavía queda mucho camino por recorrer en este sentido. No hemos de limitarnos a vender sol, porque la competencia de otros países del entorno con buen clima y playas soleadas está pisando fuerte. En Castilla tenemos auténticas maravillas dejadas de la mano de Dios, o cuando menos infraexplotadas, como Medina del Campo o Madrigal de las Altas Torres, que en su día fueron casi el centro del mundo, igual que Tordesillas. Lo lógico es que se constituyeran en núcleos de peregrinación turística internacional. Y ahí están, olvidados. Si Estados Unidos o Francia tuvieran estos tesoros, cruzaríamos el Atlántico o los Pirineos para ir a visitarlos.