El color, el sonido, el olor… El antiquísimo arte de la pirotecnia acompaña celebraciones desde hace miles de años y apela con exquisitez a nuestros sentidos. La estirpe de los Caballer lleva más de un siglo dedicada a llenar de luz nuestras vidas; una herencia de calidad y creatividad de la que Vicente Caballer, actual responsable de la entidad, se siente profundamente orgulloso, motivo por el cual afronta la difícil coyuntura económica presente con esperanza y mesura.
Ciento treinta años creando emociones y despertando pasiones
Pirotecnia Caballer nace en 1880 de la mano de mi abuelo, Vicente Caballer Calatayud, fundador de la saga Caballer, quien empieza a destacar tras los inicios de su padre, un pequeño artesano pirotécnico llamado Vicente Caballer Garcés. Hasta 1935, mi abuelo lleva el nombre de Vicente Caballer Calatayud por todas partes del mundo y se convierte en un pirotécnico universal (por ejemplo, trabajó para la Casa Real en tiempos de don Alfonso XIII). Por entonces ya se encargaba de disparar el famoso “Chupinazo” en los Sanfermines de Pamplona. En 1939, después de la contienda nacional, muere mi abuelo, y es mi padre, Vicente Caballer Zamorano, quien retoma la saga. Cuando mis tíos dejaron el negocio, mi padre lo asumió en solitario. Luego nos incorporaríamos sus hijos, y me tocó a mí, como primogénito, tomar el relevo en 1970. En 1976 la empresa se trasladó a Llíria. El 22 de mayo de 1992 construimos allí una nueva fábrica, la más grande e importante de Europa.
“Hijo de la pólvora”
Mi padre sentía profundamente el orgullo y la satisfacción del oficio, que entendía como una parte integrante de nuestra cultura. El mundo de la pirotecnia lo he vivido desde niño. Recuerdo que disfrutaba yendo a la fábrica para ver hablar a mi padre con los operarios. Me gustaba contemplar a los grandes maestros artesanos trabajando en lo suyo. Pronto comencé a compatibilizar los estudios con labores en la empresa. Dentro del sector se me conoce como “el Hijo de la pólvora”, y todavía hoy recorro nuestra fábrica cada día para disfrutar viendo trabajar a mis empleados, a los que considero como hijos míos. Lo más importante para mí es que ellos disfruten trabajando, pues constituyen sin duda la principal riqueza de la empresa.
Cuatro hijos que trabajan en la empresa son el futuro
Por fortuna, ese entusiasmo y orgullo se ha sabido transmitir de generación en generación. Ahora hay cuatro hijos míos dentro de la empresa: Vicente es químico y, además de investigar en nuestro departamento de I+D, asume la labor de efectuar los disparos informatizados en los grandes eventos; mis tres hijas, Marian, Begoña (licenciada en Derecho) y Verónica, se encargan respectivamente de la contabilidad, del Departamento Comercial y de las relaciones públicas.
Nuestro pilar fundamental, la exportación
El pilar fundamental de Pirotecnia Caballer es la exportación que realizamos de nuestros productos a los cinco continentes para que pirotécnicos especializados potencien con ellos sus espectáculos. Contamos con grandes clientes norteamericanos, canadienses y europeos. También, por supuesto, se nos contrata para que realicemos nuestro propio espectáculo.
Vicente Caballer está presente en toda la geografía terrestre
Hemos potenciado el nombre Vicente Caballer por toda la geografía terrestre. Estuvimos presentes en la inauguración, en Chicago, del campeonato mundial de fútbol de 1994; en la boda real de la infanta doña Elena en Sevilla, en 1995, y en la inauguración de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, en 1998. Pero lo más grande que se ha hecho en pirotecnia lo hicimos nosotros durante la Expo 92 de Sevilla. De abril a octubre asumimos la responsabilidad de realizar todos los espectáculos a una media de dos funciones diarias. Fue un acontecimiento extraordinario presenciado por millones de visitantes y supuso un gran reto para nosotros.
Infinidad de premios nacionales e internacionales
A lo largo de nuestra trayectoria hemos representado a España en más de 25 certámenes internacionales, entre los que destaca el de Japón, lo cual es algo que nos llena de orgullo, y hemos ganado infinidad de concursos nacionales e internacionales, recibiendo hasta en cinco ocasiones el premio Júpiter, que se entrega en la ciudad canadiense de Montreal, que viene a ser un equivalente de los Oscar de Hollywood de nuestro ámbito. Esto da una idea de nuestra grandeza como empresa. Por otro lado, continuamos siendo fieles a nuestra cita anual con los Sanfermines pamplonicas. Este año, además, vamos a encargarnos de La Nit del Foc, que se celebra la víspera del 19 de marzo y congrega a toda Valencia.
Nos distinguimos por la especial luminosidad y gama de nuestros colores
La mayor productora de artículos pirotécnicos y nuestra principal competidora es China. Aunque no podemos igualar sus bajos precios, logramos sobrevivir dentro del sector. Esto se debe a que nuestro producto es diferente. Cada día tenemos que luchar por superarnos en el laboratorio. La innovación es esencial si queremos competir con otros mercados. Lo que nos identifica es la importancia que damos a los colores. La gama que manejamos es muy amplia. Hemos conseguido elaborar colores muy primaverales como magenta, cian, cardenal, naranja, fucsia, agua, limón… Nuestras fuentes luminosas blancas y estrelladas, por ejemplo, resultan muy atractivas para el público.
Afán de innovar y renovarse
Siempre intentamos sacar nuevos productos y realizamos cientos de pruebas cada año con el fin de lograrlo. El público que ya conoce la firma Caballer nos exige mucho; quiere ver cosas nuevas y espera que le sorprendamos. Un espectáculo es como un hijo, por eso los mimamos al máximo y procuramos aplicarles un constante proceso de innovación.
La pirotecnia siempre ha sido un arte y continuará siéndolo
La pirotecnia siempre ha sido un arte y continuará siéndolo. La mano artesana nunca dejará de estar presente, aunque se ha avanzado mucho en tecnología. A lo largo de nuestra historia como empresa hemos pasado por todas las fases de realización del producto pirotécnico, desde la caña y el cartón a los plásticos ecológicos y la alta tecnología. Siempre trabajamos con materiales de primera calidad y diversos premios han venido a reconocer nuestro compromiso con el medio ambiente. Hoy día contamos con dispositivos verdaderamente asombrosos y con el sistema de disparos más desarrollado del mundo. Los primeros fuegos digitalizados fueron los que realizamos nosotros en la Expo 92.
Evitar que el accidente se convierta en catástrofe
Por encima de todo primamos la seguridad de nuestros artículos y lo relacionado con ellos. Respetamos completamente la normativa al respecto. La fábrica de Llíria, de unos 500.000 m2 de superficie y construida con la idea de que fueran unas instalaciones modélicas que conformaran la mejor factoría de pirotecnia de Europa, dispone de unas estrictas medidas de seguridad y respeta una distancia más que prudencial entre los distintos departamentos. Algunos módulos y defensas de tierra son como polvorines. Es importante que el accidente quede en accidente y no se convierta en catástrofe.
Don Mariano Rajoy es un hombre amable y gentil
El año pasado tuve la oportunidad de conocer en persona a don Mariano Rajoy, a quien tuvimos el placer de mostrar el proceso de montaje de los fuegos en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia durante las Fallas. Nuestro actual presidente hizo gala en todo momento de la amabilidad y bonhomía que le caracterizan.
España merece estar en la vanguardia de Europa
Si tuviera la oportunidad de hablar con él sobre la situación financiera y sociolaboral que estamos viviendo, le diría que España es un gran país capaz de hacer frente a las dificultades y se merece estar en la vanguardia de Europa y del mundo. El producto español es exportable a cualquier mercado y deben conocernos fuera por lo bueno que poseemos. Para conseguirlo tenemos que trabajar duro entre todos. Añadiría que somos los empresarios, grandes, medianos y pequeños, los que generamos puestos de trabajo, por lo que debemos ser apoyados por el Gobierno.
Flexibilidad laboral no significa disminución de puestos de trabajo
La flexibilidad laboral nos está haciendo mucha falta. Necesitamos trabajadores eficaces y cumplidores, sin los que no podemos ser buenos empresarios. Flexibilidad no quiere decir se que vayan a perder puestos de trabajo, sino todo lo contrario: dará fuerza al empresario para contratar y trabajar duro. Contamos con generaciones de jóvenes muy bien preparados: aprovechemos su valía.
Cumplir con las obligaciones fiscales
Los españoles debemos tener presente que, si todos trabajamos y cumplimos con nuestras obligaciones con la sociedad y pagamos nuestros impuestos, estaremos haciendo un bien común a todo el país. La enorme cantidad de economía sumergida que se está produciendo en la actualidad no beneficia a nadie. Hay que combatirla con todas las fuerzas. Quizá fuera positivo establecer un punto de inflexión amnistiando a quienes trabajan de esta forma y, a partir de ahí, procurar que afloren los recursos de los ciudadanos.
La clase dirigente debería aprender de los empresarios cómo administrar el capital
Sin duda habría sido positivo que el Gobierno se hubiera enfrentado a la crisis cuando se hizo patente. No solo no se obró así, sino que ciertas medidas, como el famoso Plan E, supusieron un gran despilfarro al apostar por proyectos que no eran en absoluto necesarios. Todas las autonomías se encuentran en bancarrota. La clase dirigente debería aprender de los empresarios el modo de administrar mejor el capital. No se puede gastar más de lo que uno ingresa.