Texto del 30-11-2011

Los miembros de la familia Martínez ejemplifican una tradición con solera en el sector del transporte de mercancías que se remonta a cuatro generaciones; una luenga trayectoria que les faculta para dar una opinión experimentada y certera sobre los problemas de España (hipertrofia administrativa, pérdida del valor del esfuerzo…) y para plantear posibles soluciones, tales como una reforma laboral ya perentoria o una apuesta por la calidad de nuestros productos y servicios.

Empresa de transporte de paquetería industrial y de mercancías por carretera

Todo lo empezó nuestro bisabuelo, que llevaba pescado de Ponteareas (Pontevedra) a Madrid. Continuó el abuelo, haciendo lo mismo, y además llevando recambios entre la factoría Citroën de Vigo y la de Madrid, con cargas completas. Cuando nuestro padre se hizo cargo de la empresa, en 1982, siguió transportando a Madrid, ya cargas fraccionadas, y con posterioridad creó una red de transporte en Galicia, luego en el noroeste de España y, finalmente, en todo el país. Hoy nos definimos como una empresa de paquetería industrial y transportes de mercancías por carretera, en carga fraccionada, en el ámbito de España y Portugal. Ofrecemos plazos de entrega de 24 a 48 horas. Además, nuestro valor añadido es que conocemos muy bien la diversidad de los productos que transportamos y entendemos el acondicionamiento necesario de cada paquete.

Especialización, experiencia, rapidez y calidad

Contamos con personal especializado en cada sector (automoción, confección, moda, electrónica, informática, laboratorios, editorial, papelería…). Nuestros repartidores llevan una media de ocho años de experiencia trabajando con nosotros. Asimismo, efectuamos controles diarios de calidad por delegación y objetivos de mejoras semanales. Otra cosa que nos diferencia de la competencia es que nos desplegamos a través de 41 delegaciones propias. Todo este despliegue de prestaciones y servicios nos convierte en una de las empresas más competitivas del sector.

Pensando en Europa

En 2009 nos introdujimos en Portugal. Nuestro gran reto es la expansión hacia la Europa del euro a partir de Francia. Aún estamos en fase de contactos, y nos movemos con mucha cautela, sobre todo teniendo en cuenta el momento en el que nos encontramos. Ahora mismo, excepción hecha de Portugal, no ofrecemos ningún servicio a Europa, porque no es un proceso fácil. Aunque lo vamos a llevar a cabo, porque nos hemos propuesto hacerlo y porque necesitamos materializarlo. No podemos encerrarnos en el mercado ibérico porque sería como poner todos los huevos en la misma cesta. Lo que sí tenemos muy claro es que no nos expandiremos hasta que podamos garantizar en Europa los mismos ratios de calidad que ofrecemos en la península ibérica.

Sectores más comunes: editoriales, laboratorios y moda y confección

Trabajamos para todo tipo de clientes: grandes compañías y pymes. Para poder trabajar con una gran compañía es necesario tener en plantilla a personas que conozcan el sector. Nuestros departamentos administrativo y comercial deben conocer las particularidades del transporte en ese sector concreto; por ejemplo, en cuanto al trato de la mercancía. Nos hemos especializado en el transporte para las editoriales, un tipo de envío complicado, pero quizá aún sea más exigente el de los laboratorios. Nos consideramos también especialistas en moda y confección, la cual distribuimos por toda España, aunque no transportamos mercancías tipo prenda colgada. Hemos descartado trabajar con productos refrigerados o perecederos. El pescado, que manejamos en nuestros orígenes, lo abandonamos cuando mi padre tomó las riendas de la compañía. La alimentación no perecedera que distribuimos incluye productos de bodegas, frutos secos, aceites o alimentos dietéticos.

Tecnología informática avanzada

Nuestra página web está constantemente actualizada para que el cliente pueda realizar en cualquier momento el seguimiento de su envío. Cada semana se reúnen los departamentos informático, de explotación y de trato al cliente para que esta atención informatizada sea cada vez más eficaz y completa.

Flota de propiedad y subcontratada

El transporte por carretera se ha incorporado con éxito al proceso de globalización económica. Llegamos por tierra a todas partes –salvo a las islas, claro–. Nuestro sector funciona bastante con subcontrataciones. Aproximadamente, de los 1.300 vehículos que movemos cada día, el 75% son subcontratados. Nuestra propia flota está en torno al 25%. Esta política nos protege de las continuas subidas del precio del gasoil, que nos afectarían mucho más si toda la flota fuera nuestra. Lo que está ocurriendo con el incremento del precio del gasoil es una injusticia que está perjudicando mucho a un sector, el logístico, llamado a tener un papel importante en el venidero modelo económico español que ha de sustituir al de la construcción. El tren no es competencia para el transporte por carretera; difícilmente Renfe podrá competir de manera eficaz con nosotros.

No habrá lugar para los que bajen la guardia

Para nosotros la satisfacción del cliente reposa sobre dos pilares: el servicio en sí y la atención que se le presta. La captación de clientes es una de nuestras prioridades. Para alcanzarla contamos con un buen departamento comercial (por cierto, el único que ha visto incrementada su plantilla como consecuencia de la crisis), y necesitamos que este sea potente porque la competencia es cada vez más feroz. Pronto no habrá lugar para los que bajen la guardia en ese sentido. Por otro lado, apenas hacemos publicidad en televisión ni en otros medios porque no vamos dirigidos al público en general. Cuando invertimos en algún tipo de publicidad lo hacemos siempre en medios especializados, aunque, en realidad, preferimos suplirla con la fidelización del cliente o con patrocinios.

Reducir la hipertrofia del Estado

Si el virtual presidente, Mariano Rajoy, nos preguntara cuáles son nuestras prioridades a la hora de levantar el país, haríamos hincapié en dos aspectos: uno, la reducción de la Administración pública, de la hipertrofia del Estado, tanto la central, como la autonómica y la local; y dos, una reforma laboral para que las empresas sean más competitivas y creen puestos de trabajo. El gasto público puede disminuirse eliminando diputaciones, asesores, todo tipo de subvenciones, fundaciones, recortando presupuestos de comunidades autónomas… la lista sería larguísima. Hablamos de los gastos prescindibles, que son muchos. Quizá haya también gastos sociales superfluos, pero no entendemos por qué se ha empezado por un área tan importante y delicada cuando no se ha adelgazado la sobredimensión del Estado y la Administración.

El Gobierno ha tirado dinero a espuertas

El Plan E ha supuesto un auténtico despilfarro. En muchos casos ha costado más caro el cartel que anunciaba la obra que la propia obra. Si ese dinero se hubiera destinado a pagar las facturas pendientes que las diversas administraciones del Estado tienen con numerosas pequeñas y medianas empresas, muchas de estas no se habrían visto obligadas a cerrar, como así ha ocurrido. El Estado ha tirado dinero a espuertas, y no solo eso: se ha puesto en evidencia en el plano internacional varias veces, como cuando se dijo que estábamos a punto de alcanzar a Francia o que nuestra banca era de las más sólidas del mundo.

Adaptar los convenios laborales a la realidad presente

Si no se emprende una reforma laboral amplia, no saldremos de esta. Uno de los mayores problemas que tenemos son los convenios provinciales. No tiene nada que ver el convenio que pueda regir en Valencia, con el de Asturias o la Rioja. Hay que unificar convenios o negociar convenios de empresa. Ahora, en plena crisis, se siguen firmando convenios con incrementos salariales del 2%. ¿Por qué no hablamos de producción, antes de aprobar ese incremento? El coste de un empleado en España es altísimo porque no se tiene en cuenta la producción. Si las ventas y la facturación han bajado, ¿por qué se nos obliga en el convenio provincial a subir salarios? Es absurdo. Así las cosas, concluimos que el marco laboral está pensado a veces para mantener a los sindicatos. Es triste pero es así.

Hay que crear empleo y fomentar la libertad laboral

En este país la gente se ha acostumbrado a vivir de la indemnización. Los trabajadores se sienten víctimas de un robo si se van de una empresa con una indemnización de veintitrés días por año trabajado. Cualquier cosa que no sean los cuarenta y cinco días por año a los que se les ha acostumbrado, les parece inmoral. No debería ser así. Hay que crear empleo y fomentar la libertad laboral: que el trabajador se marche cuando quiera y que la empresa pueda prescindir de alguien cuando quiera.

Eurobonos: sí, pero…

Los eurobonos pueden ser una solución a la difícil situación del euro, pero para ello es necesario que los garanticen todos los estados afectados, y está por ver en qué condiciones los firman. ¿Hasta qué punto podemos garantizarlos Grecia, o nosotros mismos? Ahora estamos defendiéndonos como gato panza arriba, pero nadie garantiza que aguantemos todo lo que tenemos que aguantar.

Agradecidos por la implicación y fidelidad de nuestros trabajadores

La compañía Transportes Souto está agradecida a aquellos trabajadores que empezaron desde sus inicios y que aún siguen en la empresa. Su aportación ha sido inmensa. El muy conocido logo de Transportes Souto, por ejemplo, no es obra de ninguna agencia de publicidad o comunicación. Surgió en 1982 de un trabajador nuestro. Es solo un ejemplo de la implicación de nuestra plantilla con la empresa.