TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

FERNANDO PEÑA GONZÁLEZ

NEUMÁTICOS HERMANOS PEÑA
Texto del 14/09/11 .
Fotografía cedida por Ramón Cela.
 

Neumáticos Hermanos Peña han convertido Ponferrada en la capital española del neumático de obra pública e ingeniería civil. Fernando Peña, formado en el trabajo infatigable desde los once años, se inició como empresario en 1967 con un pequeño taller y con solo un operario en plantilla. Para él, esta crisis es económica pero también política, especialmente en España. Defensor de la privatización, ofreció trabajo a “los indignados” pero no obtuvo respuesta.

Vender, montar y reparar neumáticos

En septiembre de 1967, y quizás bajo la protección de la Virgen de la Encina, comencé mi andadura como pequeño empresario. Sé que no soy el único empresario que ha buscado este tipo de protección, pero quizá sea de los pocos que no tienen reparos en confesarlo. En Hermanos Peña nos dedicamos al negocio de los neumáticos. Empezamos reparando los de los de turismos, pero hoy el grueso de nuestra actividad se centra en la reparación, la venta y el montaje de los que se utilizan para la numerosa flota de vehículos de obra pública e ingeniería civil que hay en nuestra zona, ya sean pertenecientes a minas de carbón como a canteras de pizarra. En España, y quizá en Europa, no existe otra empresa del sector que se ocupe de un número tal de vehículos. Por fortuna, en esta época de crisis, nos contamos entre los que pueden decir que, con ciertas dificultades, confiamos en seguir por muchos años con el apoyo de nuestros clientes.

Más de cuarenta años de historia

Fundé la empresa en solitario en 1967, pero luego llamé a mi hermano Juan José, que se incorporó a ella; hoy tengo tres hijos trabajando conmigo. El Bierzo de entonces no tenía nada que ver con el de hoy. En aquellos tiempos, el montaje de neumáticos de grandes vehículos era una auténtica odisea, puesto que se tenía muy poca maquinaria. Cuando hablo de grandes vehículos, quizá no estoy siendo lo suficientemente exacto, porque se trata de ruedas gigantes que pesan más de 3.200, y 4.500 kilos con el disco. Hoy tenemos en stock unos 3.500 neumáticos de entre 5 y 3.000 kilos. Por añadidura, Hermanos Peña distribuye desde 1978 productos Michelin y tiene la franquicia de Euromaster para el Bierzo.

Vinculados a la extracción de pizarra

Estamos instalados en el populoso barrio ponferradino de Cuatrovientos. El grueso de nuestros clientes se encuentra repartido por todo el Bierzo. Dependemos mucho de la extracción de pizarra y de carbón, que se realizan a cielo abierto. Es una industria que exporta el 90% de lo que produce. Y, aunque no seamos conscientes del uso que tiene la pizarra en la construcción, porque la atribuimos normalmente a los tejados de las casas de montaña, si se tiene la oportunidad de contemplar los tejados de París, por ejemplo, se verá que una buena parte de ellos son de este material. Es un producto natural de una duración ilimitada y que da un toque de belleza y señorío a cualquier edificio grande o pequeño.

También instalamos cintas transportadoras

La empresa, aprovechando su relación con la industria minera y las canteras, instala también cintas transportadoras, y para ello dispone de los más modernos equipos de mantenimiento y puede dar servicio a sus clientes en cualquier punto de la península.

A rueda de Michelin

Se diría que un producto tan simple como pueda ser un neumático ofrece poco margen a la innovación pero no es así. Michelin dedica más de un 5% de sus ingresos a investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) de neumáticos. No es de extrañar que el resto de fabricantes vaya a rueda –nunca mejor dicho– de esta multinacional, y en general se limiten a copiarla. Una consecuencia de esta innovación constante es que los neumáticos ya no pinchan con la misma facilidad que antes, y si lo hacen no dejan al coche tirado en carretera. Si nos ponemos a pensar cuándo fue la última vez que pinchamos y tuvimos que cambiar una rueda en carretera, estoy convencido de que la mayoría de nosotros tendríamos que remontarnos bastantes años atrás.

Avances en pro de la seguridad

Cualquier coche moderno de una gama media o alta está dotado de neumáticos con sensores que detectan si una rueda está baja de presión. Ello hace que los pinchazos que se producían antaño y que podían acarrear fatales consecuencias se vuelvan menos frecuentes. Uno de los mayores avances en los neumáticos lo aportó Michelin con su tecnología radial frente a las antiguas cubiertas diagonales, con una gran mejora en seguridad y confort, así como una menor resistencia al rodamiento.

Recauchutar a buen precio

Suele pensarse que no vale la pena reparar neumáticos, porque el precio de uno nuevo es cada vez más asequible, pero, aunque quizá sea así en los turismos, repararlos y recauchutarlos sigue siendo muy rentable en el caso de los camiones. Un recauchutado de camión tiene prácticamente la misma esperanza de vida que uno nuevo con un coste por debajo del 50%. Un neumático de camión que haya recorrido 200.000 km, si se recauchuta, puede recorrer 200.000 km más. Es importante saber, para valorar la importancia de la reparación en un gran neumático de minería cuyo peso es de 3.200 kg, que puede costar treinta mil euros. Si lo desechamos a mitad de su vida, estamos tirando a la basura quince mil. En lo que se refiere a precios, nosotros quizá no seamos los más baratos; desde luego no somos los más caros, pero sí que somos los más rentables, principalmente por el servicio personalizado que damos a nuestros clientes.

El reciclaje de los neumáticos

El aumento de la conciencia ecológica ha acabado imponiendo el reciclaje de los neumáticos que se desechan. Por regla general, se llevan a una planta clasificadora que les da diferentes destinos. Algunos neumáticos tienen una segunda vida en países del Tercer Mundo y los que están rotos o reventados se trituran y se reutilizan mezclados con asfalto, o para parques infantiles, campos de fútbol o pistas deportivas.

Camaradería y compenetración

El buen patrón hace al buen obrero y el buen obrero hace al buen patrón. Para mí el capital humano es muy importante y presumo de tener personas trabajando conmigo desde el principio, ya hace 44 años; y no uno ni dos trabajadores. También tengo en plantilla varias familias de dos generaciones. En una empresa pasamos todos mucho tiempo juntos, por eso es muy importante que todos y cada uno estemos a gusto. Si no se está a gusto, no se funciona porque nuestro trabajo es muy duro: a veces montamos ruedas a la intemperie, nevando, que pesan tres mil kilos y que tienen que manipular equipos de tres hombres. Se comprenderá que empresas de este tipo requieran de una camaradería y una compenetración especial.

Crisis también política

Recuerdo el famoso debate sobre la situación económica entre los candidatos al Ministerio de Economía y Hacienda, Solbes y Pizarro, previo a la crisis. Lo vi entero, y me gustó Pizarro porque hablaba bien y se hacía entender. Avanzó lo que muchos intuíamos. Solbes me pareció un profesor distraído, ausente; pero poco importaba porque él era quien estaría al mando, en el Gobierno, y se iba a actuar según sus análisis… Y así nos ha ido. Buena parte de nuestra crisis es política. Analicemos, por ejemplo, el Senado. ¿Alguien sabe a qué se dedica el Senado durante la mayor parte del año? De acuerdo, de vez en cuando, ejerce de segunda cámara y sale en las portadas de los periódicos. Pero, ¿y el resto del año?

Banca recelosa, mal augurio

En septiembre de 2006, antes de la crisis, asistí a una mesa redonda convocada por una entidad bancaria. En aquellos momentos la situación era boyante, y los empresarios estábamos satisfechos de la marcha de nuestros negocios. Fueron precisamente los representantes de los bancos los más recelosos ante el futuro porque sabían mejor que nosotros lo que se avecinaba. Desde entonces los bancos son mi termómetro de la actualidad.

Privatizar hasta la Policía Municipal

Hay un exceso de funcionariado: funcionarios del Gobierno central, de la Junta de Castilla y León, de la Diputación, del Consejo Comarcal del Bierzo, de los ayuntamientos… Si de mí dependiera privatizaría incluso la Policía Municipal. Estoy seguro de que se gestionaría de una manera más eficaz. Ocurre lo mismo con todo lo público. Falta rigor en su gestión; el rigor que solo lo puede dar una empresa privada.

Sobre “los indignados”

Estoy desencantado de la política. Ir a votar supone hoy para mí un esfuerzo. En el mes de mayo incluso me asomé a las concentraciones de “los indignados”. Me paré un rato a escucharlos. Estaban debatiendo si seguían acampados o levantaban el campamento cuando intervino un joven artesano para sugerir que podían ir a uno de los pueblos abandonados de nuestra comarca, a limpiar caminos y adecentar el monte. Y le respondieron que, si no les pagaban, no irían, que lo de trabajar gratis –por la causa– ya lo estaban haciendo allí. Luego en una de las mesas que tenían dejé un escrito pidiendo mano de obra para suplencias en verano. Y, aunque me consta que muchos se encontraban en una situación de desempleo, no me llamó nadie.

42 personas y una familia

Después de 39 años de matrimonio y de trabajo codo a codo, estoy muy compenetrado con mi mujer, Julia del Pilar González Parra, buena berciana de condición y familia, y podría decir sin rubor que somos muy felices. Mis tres hijos, Fernando, Jorge y Julia María, cuando terminaron sus estudios universitarios se incorporaron a la empresa, que ya conocían de haber colaborado durante sus vacaciones de verano trabajando conmigo. En total somos un equipo de 42 personas que tenemos muy clara una máxima: trabajando con honradez, prudencia y seriedad con nuestros clientes; siempre se sale adelante.