Texto del 05-12-2011
La trayectoria empresarial de los hermanos Machín, que han logrado situar su entidad entre las más importantes del sector de los ultracongelados y refrigerados, es una prueba de la capacidad y el tesón de estos emprendedores andaluces, quienes suscriben la austeridad, la templaza y el rigor ético de Séneca. De ahí que vean prioritario anteponer las obligaciones a los derechos, abandonando la cultura del mínimo esfuerzo que parece campar en España.
Facilitamos la vida a las amas de casa que se han incorporado al mercado laboral
En Kromachi nos dedicamos a los alimentos ultracongelados y refrigerados. Aportamos comodidad a la sociedad y, sobre todo, facilitamos la vida a las amas de casa que se han incorporado al mercado laboral. También salvamos la estacionalidad, porque hay productos que solo se podrían encontrar en una época muy concreta, y que gracias a los tratamientos ultracongelados se pueden comprar a lo largo de todo el año. Esa es nuestra pequeña contribución a la calidad de vida. No sabría decir exactamente cuál es nuestro producto estrella, pero, por razones históricas, quizá sería justo otorgarle ese honor al flamenquín, un producto artesanal típicamente cordobés con el que empezamos nuestra andadura como empresa allá por 1969. Es el producto por el que más se nos conoce en Andalucía.
Una exquisitez de Córdoba y su provincia: el flamenquín
El flamenquín es un filete de lomo de cerdo o de ternera que se aliña, se macera y se rellena de jamón. Luego, se enrolla en forma de cilindro que se reboza con huevo y pan rallado y, por último, se fríe. Es exquisito y muy popular en Córdoba y en su provincia. Cuando afrontamos su fabricación industrial, nos vimos obligados a sustituir la carne por una loncha de jamón de york; nos dieron un magnífico resultado y empezamos a producirlos en serie. Hoy en día el flamenquín se conoce en toda España, casi tanto como el sanjacobo, un producto en el que en su momento también fuimos pioneros.
Producción muy artesana y producción automatizada
Hoy la plantilla de Kromachi es de 136 personas. En producción somos unos 114. El resto se encargan de los departamentos comercial, de administración y de mantenimiento. Aunque también tenemos productos muy artesanales, buena parte de nuestra producción está muy automatizada. Nuestros trabajadores no manipulan para nada nuestros productos más industrializados. Fabricamos unas 150 referencias, unas ocho mil toneladas de producto al año que se concretan en unas 25.000 raciones.
Departamento de I+D+I para la innovación constante de productos
Ciento cincuenta referencias son muchas porque trabajamos directamente con clientes de primera fila internacional del sector de la restauración temática, la que se dedica a los productos-enseña nacionales. Como se comprenderá, esto supone una gran exigencia, hasta el punto en que es raro el mes en que alguno de nuestros clientes no nos exige una auditoría. Si somos buenos no es solo porque no sepamos ser malos, sino porque, además, nos lo exigen. Por otro lado, innovamos productos de manera constante, contamos con un departamento de I+D+I que funciona bastante bien, y prueba de ello es que los productos que genera son rápidamente copiados incluso por grandes empresas de la competencia.
Materia prima de origen básicamente español
El grueso de nuestra producción se basa en el pollo, aunque también trabajamos con cerdo, vacuno, pescado, marisco, vegetales… Tenemos, incluso, algo de cereales, porque los utilizamos en algunas coberturas. La mayoría de las materias primas –todas las que podemos– las compramos en España, aunque también las adquirimos en el extranjero. Durante un tiempo, a partir de 1992, preparamos también paellas, pero las retiramos porque el mercado se saturó.
A pesar del parón, no hemos parado
No puedo decir que no nos afecte la crisis. La realidad es que hemos sufrido un parón, pero eso no significa que nos quedemos parados. Recientemente hemos sacado al mercado una nueva línea de asados para microondas que hemos venido desarrollando durante ocho meses, y, a continuación, sacaremos otra de precocinados de quinta gama, que saldrán al mercado refrigerados y terminados en atmósfera controlada, para comer en frío, o tras hornearlos o pasarlos por el microondas. El sentido de la innovación es ofrecer más comodidad al consumidor.
Muchas horas de investigación tras cada producto que lanzamos
Fabricar productos óptimos para el microondas no es fácil. Su funcionamiento está basado en el principio de fricción de las moléculas, lo cual lo hace apto solo para un determinado tipo de naturalezas o texturas alimentarias. Por eso, tras un producto lanzado expresamente para el microondas, hay muchas horas de investigación. Por otro lado, me gustaría salir en defensa de este electrodoméstico en lo que respecta a los efectos que produce sobre la salud, porque no es más dañino que una nevera o una tostadora. Es solo un electrodoméstico más.
Del microondas al plato en tres minutos
Las últimas cinco referencias que hemos sacado para microondas son una pechuga asada y marinada en su jugo, una pechuga asada a la miel, unos jamoncitos de pollo a la barbacoa, unas alitas de pollo a la diabla y unas costillas asadas a la barbacoa. Se sacan del envase, se ponen tres minutos en el micro y ya están listos para comer. Y están deliciosos. Cuando se dispone de buena materia prima se pueden permitir estos lujos.
Comer bien en una ciudad bimilenaria
De de tanto en tanto, organizamos cursos de formación para ir cubriendo nuestras necesidades de mano de obra. Además, Córdoba ha disfrutado siempre de una tradición gastronómica de calidad, y cuenta con varios restaurantes que son referencia en todo el país. Comer bien y visitar la mezquita es un binomio que siempre atraerá turismo. Pero no solo tenemos la mezquita: somos una ciudad bimilenaria con una importante huella romana.
Toda norma sanitaria es positiva
En sanidad nunca es excesiva cualquier normativa que se pueda implantar. Fuimos la primera empresa andaluza que estableció el autocontrol de puntos críticos. Toquemos madera, pero jamás hemos tenido una incidencia en el mercado. Preferimos invertir en prevención sanitaria que en un departamento de comunicación que toree eventuales incidentes sanitarios.
Añoranza de las universidades laborales
Huimos totalmente de cualquier connotación política, aunque ello no nos impide decir cuatro cosas: en nuestro país cometimos la torpeza de desmontar las universidades laborales que se crearon en el régimen anterior, lo que supuso un gran desastre, porque eran un modelo en toda Europa. El resultado es que hoy contamos con una Formación Profesional que está en manos de no profesionales, y cuando uno contrata a alguien formado en ella ha de perder un montón de tiempo en volver a formarlo. Esa es la realidad del mundo empresarial en el campo de las manufacturas. Desconocemos cómo está el sector de la tecnología; esperamos que mejor.
Orientar la economía nacional hacia la creación de riqueza
Cuando se mueve el capital, lo mueven cuatro señores. Cuando se crea riqueza, se mueven millones de personas. Mover capital no genera riqueza, simplemente consiste pasar el capital de unas manos a otras. Hemos de orientar la economía nacional hacia la creación de riqueza, en beneficio de todos, no de unos cuantos.
Obligaciones antes que derechos
Si pudiéramos orientar a Mariano Rajoy le pediríamos que invirtiera el orden de prioridades: hasta ahora han sido prioritarios los derechos a las obligaciones; ahora convendría que los deberes se antepusieran a las exigencias. Como muestra, un botón: en un hospital público, un usuario tiene 20 derechos y cuatro obligaciones. Tienen que estar compensados los unos con las otras, y así deben inculcárselo los sindicatos a los trabajadores, porque estos no solo tienen derechos, sino también deberes. Debe abandonarse la cultura de la reivindicación permanente de los últimos 30 años.
“No hay viento favorable para el marinero que no sabe a dónde va”
Rajoy debe dejar claro que su acción política estará presidida por un nuevo estado de conciencia colectiva que asume que no podemos vivir por encima de nuestras posibilidades; que ha comprendido que tenemos que ahorrar y recortar nuestros gastos. Sin este estado de conciencia previo es inútil abordar, por ejemplo, una reforma laboral, o cualquiera de las otras grandes medidas estructurales que debemos acometer. Tenemos que saber adónde vamos. Decía Séneca: “No hay viento favorable para el marinero que no sabe a dónde va”.
Criterios de eficiencia empresarial para la Administración pública
La Administración pública es una empresa, la más importante del país; por tanto debe funcionar con los mismos criterios de eficiencia. Es bien sabido que en los tres niveles administrativos del Estado, el central, el autonómico y el local, hay muchas competencias duplicadas. Uno de los criterios de empresa básicos es evitar esa duplicación de funciones. Una vez hecho esto, además, debe optimizarse el rendimiento de todos y cada uno de sus trabajadores.
Orgullo de una generación que levantó España
Para nosotros Kromachi no es un trabajo, sino una devoción. Trabajamos desde que edad temprana, y sabemos el esfuerzo que en los años 70 los de nuestra generación tuvimos que realizar, y las vicisitudes que tuvimos que pasar, para levantar nuestra querida España. Entonces sabíamos que había que luchar y trabajar con mucho ahínco. Hoy parece que nos hemos instalado en la ley del mínimo esfuerzo, y evidentemente en esta vida se recoge según se siembra. El empleado, por regla general, va a trabajar sin mucha diligencia, sin motivación.