Sr. Jesús Cimarro Olabarri
Sr. Jesús Cimarro Olabarri
TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

JESÚS CIMARRO OLABARRI

PENTACIÓN

Texto del 18-09-2012

Madrid es la quinta capital del mundo en producción teatral, una realidad de la que se enorgullece el responsable de esta promotora que lleva 25 años amenizando las veladas del público. Ello le confirma, precisamente, la necesidad de un cambio de orientación políticoeconómica, que sepa apreciar y potenciar nuestros puntos fuertes, como nuestra variada oferta cultural, y que se olvide de los delirios especulativos que nos han llevado a la dura situación actual.

Empresa del ámbito teatral con más de dos décadas de historia

Nuestra empresa de producción, distribución y exhibición de espectáculos teatrales, de danza y de representación de grupos musicales nació en 1988, lo que nos confiere una antigüedad poco frecuente en el ramo, y desde entonces hemos promovido más de 125 espectáculos. En la actualidad trabajan en la compañía 115 empleados, y dirigimos dos emblemáticos espacios escénicos madrileños: el Teatro Bellas Artes, vinculado a la familia Tamayo, y el Teatro Latina, donde se ubican nuestras oficinas, que gestionamos desde hace cuatro años y que en estos momentos se halla en un profundo proceso de trasformación, relacionado con la evolución que está viviendo el castizo barrio donde se ubica. Hace dos años se lo adquirimos a Lina Morgan, que aún dispone de oficina propia y de un palco en su honor.

Asistir a un espectáculo efímero, singular y único

Nuestra misión es otorgar un rato de ocio a los espectadores al tiempo que contribuimos al desarrollo de la cultura del país. Las representaciones suponen un rato de evasión, en el que se asiste a un espectáculo efímero, singular y único. Los promotores de espectáculos corremos más riesgos que otros emprendedores porque cada proyecto está sujeto al juicio de valor del público soberano, que decide si la labor del productor y del equipo artístico merece ser compensada con su asistencia. Nos hemos especializado en producir teatro para ganar competitividad; dentro del género dramático, además, hemos optado por las comedias, porque materializan nuestro prurito de que la dramaturgia sea una opción de ocio y evasión singular y mágica para los espectadores. 

Figuras consolidadas y nuevos talentos

En nuestros montajes han trabajado primeras figuras de los escenarios; a modo de ejemplo, baste citar los siguientes nombres: Fernando Fernán Gómez, Adolfo Marsillach, Amparo Rivelles, Héctor Alterio, Concha Velasco, Lola Herrera, Antonio Resines, Maribel Verdú, etcétera. Siempre intento mantener una estrecha relación personal con ellos, teniendo presente que solo alguien muy audaz y valiente puede salir día tras día a enfrentarse con el público, pero que esa pugna diaria forja personalidades sensibles que deben ser tratadas de forma especial y esmerada. Periódicamente, también realizamos castings para buscar nuevos talentos. Es una faceta especialmente enriquecedora que permite dar paso a las nuevas generaciones de actores.

Impulsar el trabajo en equipo y basarse en él

En estos momentos promovemos 20 espectáculos, cifra que muestra la importancia de saber delegar, de disponer de equipos cohesionados y competentes y de impulsar el trabajo en equipo y basarse en él. La función de los productores es supervisar el trabajo del equipo artístico, del técnico –escenógrafos, iluminadores, técnicos de sonido, diseñadores, gráficos, etcétera– y del comercial. 

Un gran éxito en la dirección de la última edición del Festival de Mérida

Asumimos la dirección de la última edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida, un certamen en el que se representan los clásicos grecolatinos en el teatro romano emeritense durante las veladas del mes de julio, poniendo en práctica un modelo público‑privado que ha permitido incrementar la afluencia a las representaciones. Al ocuparnos de la dirección éramos conscientes de la situación de declive que vivía el evento, por lo que la primera medida adoptada fue contratar un equipo de comunicación que supiera promocionarlo. Sin embargo, sabíamos que también era necesario facilitar el transporte y el acceso a los espectáculos y divulgar tal posibilidad. De ahí que contactáramos con Renfe, con las líneas áreas y con los paradores nacionales, para facilitar el desplazamiento y el hospedaje en la ciudad, y con los turoperadores, para que creasen paquetes de turismo cultural que incluyeran uno o varios espectáculos del festival. La valoración ha sido muy positiva: hemos conseguido interesar a turistas de toda la Península, y su afluencia ha permitido remontar las cifras de visitantes a la comunidad extremeña durante un mes de julio marcado por la crisis.

Mimar la promoción

Nuestro objetivo es que los espectadores acudan a las representaciones, y para ello debemos darlas a conocer mediante el máximo número de canales posibles, teniendo en cuenta los segmentos de población que pueden ser usuarios potenciales y el alcance numérico de cada uno: Internet, las redes sociales, campañas radiofónicas, de televisión, de prensa, etcétera. Además, ahora estoy revisando y preparando la cuarta edición de Producción, distribución y gestión del teatro en España, el único manual de producción y distribución existente en el mercado y que es libro de referencia en las escuelas del sector.

Madrid, quinta capital mundial del teatro

Madrid es la quinta capital del mundo en producción y exhibición teatrales, por lo que este ámbito cultural constituye una actividad económica relevante, que podría potenciarse más si se popularizase un modelo de turismo cultural, lejos del estereotipo de sol y playa. Sin embargo, nuestros políticos, a pesar de la dura situación económica existente y de la falta de un modelo de crecimiento seguro, no son conscientes de la importancia de la cultura como motor del crecimiento.

Beneficios del turismo cultural

Cuando nos desplazamos a una ciudad para ver un espectáculo nos alojamos en un establecimiento hotelero, cenamos, vamos de copas, compramos, etcétera. De hecho, se considera que el gasto medio en la oferta complementaria del turista cultural es superior al del viajero convencional, de manera que suponen una importante fuente de ingresos para la economía de los destinos culturales.

La marca España para vender nuestro crisol cultural y paisajístico

La crisis económica debe servirnos para enmendar los errores cometidos y mejorar nuestros puntos débiles. Uno de ellos ha sido la fragmentación exterior de nuestra imagen turística; hemos de vender bajo una sola marca el crisol de culturas, paisajes y ofertas que nos conforman; de lo contrario, podemos confundir a los posibles visitantes extranjeros.

El emprendedor ha de saber adaptarse a las cambiantes coyunturas económicas

Las crisis forman parte de los ciclos económicos y de la historia de cualquier empresa. Hasta el momento, nosotros nos hemos sobrepuesto gracias a la flexibilidad, la motivación y el optimismo. Un emprendedor es aquel que sabe adaptarse a las coyunturas económicas y es capaz de encontrar oportunidades y de crecer con ellas.

Por la simplificación de la estructura estatal

Durante el período de bonanza se construyeron numerosas obras faraónicas, en parte porque se estableció una absurda competencia entre comunidades autónomas, cuyo mantenimiento ahora resulta insostenible y que están lastrando nuestro futuro. Y es que nuestro Estado autonómico ha sido en gran parte responsable del déficit que hoy padecemos. Por ello se plantea la necesidad de simplificar su mastodóntica estructura y construir otra más austera y equilibrada que evite las desigualdades, pero también las sinrazones. El primer recorte que debería acometer la Administración –y el más urgente– sería, por tanto, el de eliminar las duplicidades de nuestro sistema estatal.

Durante los años de bonanza se magnificó nuestra relevancia en el mundo

Si deseamos superar la actual recesión, hemos de analizar cuál es nuestro verdadero papel en la economía y la política internacionales. Durante la burbuja inmobiliaria se magnificó nuestro lugar en el mundo. El resultado fue una cultura del despilfarro que nos ha conducido a la actual situación. Por ello, debemos ser autocríticos, trabajar con ahínco para paliar la situación y asimilar que nadie deviene una potencia mundial de la noche a la mañana.

Acabar con la cultura de la especulación

Las empresas son las que crean riqueza en los países y aseguran el bienestar y el progreso de sus ciudadanos a través del trabajo diario. Debemos abandonar la falacia de la especulación como forma de enriquecimiento. Por otra parte, resulta imprescindible atraer inversiones extranjeras, pero, dada la urgencia del momento, hay que promocionar las que se relacionen con nuestro tejido económico y puedan proporcionar un crecimiento seguro, rápido y sostenible. Por ello hay que ser cautos con todos aquellos macroproyectos cuyo desarrollo no sea inmediato y de fácil ejecución.

Recortes que no han paliado nuestro déficit y han desanimado a nuestra población

El aluvión de recortes no ha contribuido por el momento a reducir el enorme déficit ni a saldar la deuda externa, pero sí a desmotivar en gran medida a la población, a generar incertidumbre e insatisfacción y a reducir enormemente el consumo interno, lo que ha agravado aún más la crisis económica.

Inestimable ayuda de mis amigos y compañeros

Desearía agradecerle a Ramón Tamayo que me abriese las puertas del Madrid de la época en la que me establecí como productor teatral y que me ofreciera toda clase de facilidades. También me gustaría reconocer la ayuda que he recibido del importante productor Enrique Cornejo; y, por último, también quisiera recalcar la contribución de Daniel Martínez, del Grupo Focus.