Texto del 26-06-2012
Desde su doble condición de presidente de FEPEX y de máximo responsable de esta empresa, pionera en España de la exportación de tomates y que hoy es la que mueve un mayor volumen de dicho fruto, ha constatado la dificultad que supone para el empresariado ceñirse a la profusión normativa propiciada por las autonomías. Sin duda, racionalizar la Administración pública y apostar por una verdadera flexibilidad laboral facilitaría nuestra recuperación.
Más de medio siglo exportando tomates
Nuestra empresa nació en 1956. Entonces centrábamos nuestra actividad en el cultivo y la exportación de tomates a todo el mundo, incluso a Canadá y los Estados Unidos. De alguna manera, fuimos pioneros en exportar dicho producto. El fundador de la empresa, don Antonio Bonny, canario de origen suizo, nombró a mi padre director general el mismo año 1956 y, en 1964, el Sr. Bonny murió dejando viuda sin descendencia. Entonces la Sra. Bonny depositó en mi padre todas las responsabilidades. En el momento presente nos dedicamos a la producción de tomate en la España peninsular, y de plátano, papaya y mango en las Islas Canarias, aunque también importamos estos últimos productos junto con otras frutas tropicales. Parte de la producción de tomates –aproximadamente un millón de kilos por semana– la vendemos en exclusiva a Mercadona, nuestro único cliente en España, y el resto la exportamos a toda Europa.
700 hectáreas de invernaderos entre Valencia, Murcia, Andalucía y Canarias
Más que una multinacional, podría afirmarse con mayor propiedad que somos una multirregional, ya que tenemos presencia en cuatro comunidades autónomas: Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Canarias. Contar en total con 700 hectáreas de invernaderos nos permite trabajar sin regirnos por las distintas temporadas y cultivamos sin interrupción durante los doce meses del año. Pero, además de producir, también elaboramos y comercializamos nuestros propios productos. El único eslabón de la cadena del que no nos ocupamos es de la venta directa al consumidor, que depende del distribuidor.
Proveedores de Mercadona desde el año 1999
En el año 1999 nos atrajo el proyecto de Mercadona y nuestra relación cristalizó en un acuerdo que nos ha permitido ser sus proveedores desde entonces. Gracias a esta colaboración hemos podido desarrollar una nueva línea de negocio con otras frutas, ya que antes solo trabajábamos con tomates. En cualquier caso, este sigue siendo nuestro producto estrella, y siempre estamos muy atentos de las nuevas variedades de tomate que surgen en el mercado, las cuales se agrupan en distintas familias: tomates de ensalada, tomates canarios, de pera, cherry, de rama, cherry-pera, etcétera.
I+D+i dedicada al cuidado de las plantas y a los productos de cuarta gama
Aparte de servir nuestros productos en estado natural, la I+D+i nos ha permitido desarrollar en la actualidad productos de cuarta y quinta gama, esto es, ya preparados, como son el tomate rallado para untar, el tomate seco o el zumo de tomate refrigerado 100% natural, que cuenta con una caducidad máxima de un mes. También investigamos en pro de la salud de la planta para que esta necesite menos tratamientos fitosanitarios, o para que su fruto tenga un mejor sabor o una vida más larga. Gracias a una serie de parámetros que contrastamos cada año podemos ir descartando las variedades que no cumplen ciertos requisitos y potenciar las que sí los cumplen, de manera que la mejora del producto final es constante.
Cultivos con semillero propio y estricto control sanitario
Contamos con nuestro propio semillero de tomates y desarrollamos injertos bajo un control sanitario muy estricto. Una vez la planta está endurecida y ha tolerado el injerto, se halla en condiciones de ser trasplantada a los invernaderos, cuyo desarrollo ha sido espectacular en los últimos años. En ellos, todas las tomateras se cultivan en suelo de fibra de coco, se riegan por goteo y se protegen de las inclemencias del tiempo con una doble capa de plástico y calefacción.
Equipos de cogeneración que obtienen simultáneamente energía eléctrica y térmica
La última tecnología en invernaderos consiste en conservar la temperatura en invierno mediante equipos de cogeneración de la más alta eficiencia energética, que obtienen de manera simultánea energía eléctrica y energía térmica útil. Los objetivos de dicha técnica son conducir el CO2 que produce la combustión para que lo absorban las plantas y lo transformen en oxígeno y, además, poder vender los excedentes de la energía obtenida a la red. También nos permite calentar agua, almacenarla en unos depósitos y mantener la temperatura para que se prolongue la fotosíntesis y obtengamos una mayor producción. Si tenemos en cuenta que hoy estamos vendiendo a los mismos precios de hace 30 o 40 años, la única posibilidad de competir en el mercado pasa por optimizar al máximo el proceso productivo.
En dos días, del campo a la mesa
Por sus cualidades intrínsecas, el tomate es un fruto que, recolectado en su justo momento, no permite distinguir si es de ese mismo día o de tres atrás. En consecuencia, diariamente recolectamos, cargamos los camiones y la distribución de Mercadona llega hasta sus 1.370 tiendas. De hecho, el tomate que se recolecta hoy está en la mesa del consumidor pasado mañana. Por supuesto, como cualquier alimento fresco, tiene una caducidad limitada, y es bueno que así sea. Si exportáramos un tomate, por ejemplo, a Finlandia, tardaría en llegar una semana hasta la mesa: cinco días de transporte y dos de distribución.
Recuperar el sabor perdido
El próximo reto de nuestros investigadores es conseguir un tomate que tenga un mejor sabor. El color y el tamaño se tienen también en cuenta, pero lo que realmente determina la calidad de un producto es el sabor. Existe una leyenda urbana que afirma que los tomates no saben a nada, pero esta leyenda no tiene en cuenta la historia del producto. Hace 40 años, toda la investigación sobre el tomate se encaminó a encontrar un producto duro al tacto y que aguantase mucho tiempo en los lineales. Se consiguió el objetivo, pero por el camino se fue perdiendo el sabor. Ahora, nos encontramos en una nueva etapa: la de la recuperación del sabor perdido. Y hay que decir que, en algunas variedades, como el de ensalada, el cherry o el de pera, ya casi lo hemos conseguido.
Presidente de la FEPEX
Aparte de mi actividad empresarial, desde el año 2007 tengo el honor de ser el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX). La FEPEX, con sede en Madrid, agrupa a asociaciones de todas las comunidades y a más de 1.500 empresas asociadas, y representa el 70% de la producción agraria española. Por ello, es el interlocutor habitual del sector con el Ministerio de Agricultura.
Acostumbrado a las adversidades, el sector agrario soporta bien la crisis
El sector agrario está acostumbrado a las crisis casi por tradición. Cuando no es el clima y su despliegue casi infinito de fatalidades, es cualquier otra eventualidad. Ello no significa que hayamos sido inmunes a ella: hemos tenido que soportar también la falta de agilidad financiera en esta crisis. Pensemos que no podemos vender hasta que las plantas que cultivamos terminen su ciclo (unos seis meses después de haberlas sembrado, más en caso de los árboles). Por lo tanto, la financiación es ineludible. Sin embargo, precisamente porque estamos acostumbrados a tantas adversidades, somos un sector que ha aguantado bastante bien y, comparado con otros, pocas empresas del mismo han cerrado.
Todos dependemos de las pymes
Todos deberíamos ser conscientes de que las pymes representan el 80% del tejido empresarial en España. Y para que estas se reactiven, es necesario que fluya el crédito, aunque, eso sí, conociendo antes la verdadera situación de los bancos, cuyos balances tendrían que salir a la luz. Las entidades financieras saneadas que queden deberán entonces facilitar el crédito para que todo vuelva a moverse, porque sin la pequeña y mediana empresa no hay trabajo ni consumo, y todos dependemos de ella: su suerte es la de todos.
Optimizar la arquitectura estatal
Con el transcurso de los años, la estructura autonómica se ha hipertrofiado: duplicidades de las diferentes administraciones, solapamientos, repetición de trámites según las diferentes normativas, etcétera. Aunque no estoy seguro de que deban suprimirse las comunidades autónomas, puesto que están ya muy arraigadas en nuestro subconsciente y sentimiento, desde luego la arquitectura del Estado debería optimizarse. No esperemos a que Europa intervenga también en eso.
Por un marco laboral común a todos los países de la Unión Europea
España debe regirse por un marco laboral similar al que existe en los países de su entorno, una meta, pese a la reciente reforma laboral, para la que queda todavía mucho camino por recorrer. En el mercado europeo en el que nos inserimos, o seguimos todos los miembros de la UE la misma disciplina, o los que vayamos por libre nos estrellaremos. Las empresas tienen que disponer de flexibilidad y los trabajadores deben entender que no solo tienen derechos, sino también obligaciones.
Un tributo a Nicasio Brotóns
Formo parte de la segunda generación al frente de una entidad dinámica y de futuro, que sigue a otra que fue muy emprendedora y sacrificada y que supo transmitir sus férreos valores. Mi padre, Nicasio Brotóns, fue mi gran maestro y asumí con mucha responsabilidad su relevo. Recuerdo perfectamente lo que solía decirme: “No peques nunca de orgullo ni de soberbia, porque eso no termina de pagarse nunca.”