Tras veinticinco años al frente del negocio, José Luis Moracho sigue manteniendo el mismo talante inquieto y creativo que le llevó a fundar la entidad. Lejos, pues, de acomodarse, ha apostado con decisión por la I+D, logrando que su empresa sea pionera en pavimentos ecológicos. Le inquieta que el espíritu trabajador, valiente y riguroso de las pymes españolas no se haya contagiado a la acción política del gobierno socialista, que se ha limitado a dar bandazos y no ha sabido construir un proyecto nacional.
Treinta cinco años como empresario
Mi trayectoria, aunque dilatada, es bastante sencilla de explicar. Empecé desde abajo en una empresa que era pionera en España en la fabricación de baldosas de terrazo. Durante 10 años pasé por todas las secciones de la empresa y aprendí el oficio, hasta que en un momento determinado me establecí por mi cuenta. Atravesé una primera etapa en la que fundé una cooperativa, y, aunque funcionó de maravilla, su dinámica interna acarreaba problemas de diferencias de parecer, así que decidí lanzarme en solitario con Pavimentos de Tudela, con la cual ya llevo 25 años. Trabajan conmigo mis tres hijos, José Luis, Ángel y Roberto: uno se ocupa de la producción; otro, del Departamento de I+D, y el tercero, de la logística.
Investigar, desarrollar, posicionar
Fabricamos losas y adoquines de hormigón prefabricado antideslizante que sirven para ser colocadas en aceras y plazas, siempre en exteriores. Excepto algunos materiales habituales, normalmente solemos trabajar sobre pedido. En Pavimentos de Tudela los últimos años nos hemos volcado en la investigación y en el desarrollo, y hemos creado nuevos productos que nos han posicionado muy bien en el mercado. Nos distinguimos de la competencia por proveer productos de alto valor añadido, con la una relación calidad/precio óptima. Tecnológicamente trabajamos con siete centros y universidades tanto de ámbito nacional como extranjeras, entre las cuales podríamos mencionar la Universidad de Navarra, la Universidad Rovira i Virgili, la Universidad de Eindhoven o la Universidad de Hannover. Detrás de una empresa debe haber un proyecto empresarial claro, y eso solamente es posible investigando e innovando.
Adoquines ecológicos para combatir la polución
En la actualidad tenemos encima de la mesa un producto muy revolucionario. Se trata de un adoquín que, aprovechando la luz solar, elimina los gases nitrosos de la atmósfera a través de un catalizador. Los tiempos avanzan, y ya no basta con fabricar adoquines que únicamente sirvan para ser pisados, lo que explica que no sea extraño que este producto nuestro tenga muy buena acogida en los ayuntamientos, dado que combatir la polución de los gases nitrosos con unos adoquines ecológicos es un avance sorprendente. Es, sin duda, nuestra patente más prometedora.
Un laboratorio portátil
Ya se han testado muchas de las más de cien obras realizadas, con unos resultados extraordinarios. Contamos con un laboratorio portátil que mide la polución existente sobre las baldosas fabricadas con nuestro material, llamado ecoGranic, y la compara con la existente en zonas próximas urbanizadas con otros materiales.
Más por menos
Otra gran virtud de ecoGranic es que no cuesta más que un adoquín tradicional de cierta calidad. La gran apuesta de nuestra compañía por la sostenibilidad hace que su precio resulte muy competitivo. Ya habrá tiempo de repensar el precio cuando la situación mejore. El lugar pionero en la implantación de ecoGranic es Madrid, donde ya hay tres calles con el producto. Costará abrirle camino, porque las novedades siempre requieren su tiempo, pero el futuro de este material es más que prometedor, especialmente en el resto de Europa, donde el negocio de la construcción es más estable y la preocupación medioambiental es mayor.
Poderosos efectos descontaminantes de ecoGranic
Para entender los efectos de ecoGranic, nada mejor que un ejemplo: imaginemos un campo de fútbol de 10.000 m2. Pues bien, si lo pavimentáramos con ecoGranic, se produciría una bajada de la contaminación equivalente a las emisiones que generan 4.000 coches durante un año. Conste que no es ciencia ficción, es solo ciencia, pura reacción química; ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma gracias a nuestros catalizadores incorporados, los cuales desencadenan un proceso de fotocatálisis que genera unos radicales que descomponen los ácidos nitrosos y los transforman en pequeñas partículas de nitratos sólidos. Esto da una idea de hasta qué punto puede beneficiar ecoGranic a la descontaminación de las ciudades. Y este material es solo el principio, la punta del iceberg.
Abiertos a trabajar con otros fabricantes que quieran asociarse con nosotros
Estamos implicados, además, en otra línea de investigación para eliminar otros tipos de gases contaminantes en un nuevo ámbito como los revestimientos de fachadas. Nuestra capacidad productiva nos permite afrontar una gran demanda de ecoGranic. Además, estamos abiertos a trabajar con otros fabricantes que pudieran asociarse con nosotros para producirlo. El coste del transporte también es un tema a considerar. Tenemos camiones propios pero también recurrimos a agencias de transporte.
Los políticos han implementado medidas coyunturales, no estructurales
Que los gobernantes nos ocultaran la crisis ha hecho al país mucho daño. Si a eso le añadimos que todas las medidas que se han tomado son coyunturales, no estructurales, cuando no contradictorias unas con las otras, se explica que el panorama cuatro años después no sea muy halagüeño. ¿Dónde está la tan necesaria reforma laboral? Brilla por su ausencia. No hay un proyecto nacional, solo se dan bandazos, y así no se genera la confianza imprescindible para salir de la crisis.
Crear una instancia en la Unión Europea que vigile el gasto de los países miembros
Si esta crisis tiene algo positivo, es que pondrá las cosas en su sitio. La Unión Europea, por ejemplo, no puede limitarse a regular el mercado. Como institución de gobierno debe dar un paso al frente. Hace falta una instancia de poder superior que cuide de que los países miembros no despilfarren como lo han hecho Grecia o España. Tenemos que superar lo que ha pasado, pero en adelante nada será igual, nada deberá ser igual. España no tiene alternativa a la Unión Europea, es su contexto natural. Fuera de Europa hace mucho frío y, por lo tanto, nos toca trabajar a todos.
Importancia de las pequeñas y medianas empresas
Es una obviedad decir que será el empresariado quien sacará al país de la crisis. Y dentro del empresariado, serán las pequeñas y medianas empresas nacionales, porque ya no podemos confiar en localizar aquí a grandes empresas extranjeras. Sin embargo, todavía hay gente, y en lugares de responsabilidad, que necesita que le recordemos nuestra importancia. Las pymes españolas mantienen el 85% de los puestos de trabajo, pero ningún dirigente político parece interesado en ver cuáles son los problemas específicos que arrastran. Para que la pequeña y mediana empresa pueda desempeñar ese papel tan crucial se tienen que dar unas circunstancias que precisamente no se dan, sino todo lo contrario. Si se me permite un símil rural, diría que las pequeñas empresas se tienen que mimar como los pollitos; el día de mañana solo habrá pollos grandes si se les cuida cuando son pequeños.
Involuntarios financiadores de la Administración y las grandes empresas
Sin crédito, las pymes no somos viables, no podemos financiar nada. Nosotros estamos vendiendo materiales que nos pagan a 120 o a 150 días, y, sin embargo, tenemos que pagar todos nuestros consumos a 30 días, por no mencionar la financiación que debemos hacer a la Administración mediante el pago del IVA. He dicho que vendemos a 120 o 150 días, pero eso es en el mejor de los casos: algunos ayuntamientos nos pagan al cabo de un año o incluso dos. Se ha consentido la injusticia de convertir a las pequeñas y medianas empresas en financieras de la Administración y de las grandes empresas.
Pagar justos por pecadores
La reorganización de la banca es necesaria. Sobre todo porque la Administración ha estado tirando de las cajas para conseguir financiación de proyectos faraónicos que no han ido a ninguna parte, como el famoso aeropuerto de Ciudad Real, por no hablar de otros desaguisados del mismo estilo. Lo paradójico es que los únicos que no tenemos ninguna responsabilidad en este desastre, los pequeños empresarios y sus trabajadores, seamos los que más estamos sufriendo la situación. En este país siempre acaban pagando justos por pecadores.
Manipulación del movimiento de “los indignados”
Cuando surgió el movimiento de “los indignados” todo el mundo lo vio con simpatía, porque era una reacción a la impunidad que se había instalado en el país. Por desgracia, el movimiento fue rápidamente colonizado por extremistas que han llevado la protesta a su terreno. Y así hemos visto que, en lugar de pedir trabajo, “los indignados” han acabado arremetiendo contra la derecha española, y no contra el partido socialista, el gran responsable de que España esté al borde del precipicio.
Más que ideologías, sentido común
No hay por qué destruir el sistema. Basta con un nuevo gobierno que cambie el sistema electoral, quizá ir a las listas abiertas o a la representación por zona. Y más que por las ideologías, deberíamos regirnos por el sentido común. En el fondo, una casa, una empresa y una nación se llevan de la misma manera: con una buena administración. Lo que no se puede hacer es gastar cuatro e ingresar dos, y para solventar ese erróneo funcionamiento no ayuda nada la multiplicidad de administraciones.
