JOSÉ MARÍA ROCES VIGIL
JOSÉ MARÍA ROCES VIGIL
TH, 3r VOLUM. El estado de derecho después de 1978

JOSÉ MARÍA ROCES VIGIL. BUFETE ROCES VIGIL ABOGADO

Texto del 16-06-2008
Fotografía: Rafael Márquez Aparicio.

Con espíritu vital y sentido común se expresa este abogado guiado por la búsqueda de la Justicia y la coherencia en la norma. Su profundo análisis de la realidad española muestra las deficiencias en un sistema judicial pendiente de reforma y actualización, además de un ineficiente sistema parlamentario alejado de la realidad social. El desarrollo efectivo de la España democrática ha sido consecuencia del Estado de las Autonomías, una fórmula que los políticos deben potenciar y no desgastar.

 

Visión pluridisciplinar del Derecho

La trayectoria que he desarrollado desde 1997 ha implicado un importante y progresivo crecimiento profesional en materia jurídica. La abogacía es un mundo complejo donde el letrado está actualizando sus conocimientos de forma permanente. Tuve la suerte de que antes de terminar la carrera en el ICADE (Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid), entré a colaborar en un despacho donde conocí a un gran amigo y también abogado, hoy padrino de mi hijo, que me introdujo en el mundo del Derecho y su funcionamiento. Después, realicé dos años de pasantía para posteriormente abrir mi propio bufete. En la actualidad, mi trabajo se centra en múltiples ámbitos del Derecho: mercantil, concursal, administrativo, de la energía, civil, de familia y penal.

 

Un buen letrado nunca deja de estudiar

Un buen letrado nunca domina una materia porque el Derecho es amplísimo y las interpretaciones jurisdiccionales son muy diversas. Es apasionante dedicarse todos los días a profundizar en el mundo del Derecho de forma vocacional. Siempre he mantenido que seré mejor abogado el día que me muera.

 

La democracia ha mejorado la convivencia en España

El advenimiento de la democracia en España ha sido una garantía de convivencia. Los recuerdos de la Guerra Civil son funestos para mi familia, al igual que para muchas otras. El país estuvo dividido en dos bandos y eso fue terrible para todos. No obstante, la convivencia entre los miembros de una y otra España comenzó a practicarse mucho antes de la llegada de la democracia. Además, soy padre y puedo decir que, afortunadamente, mi hijo no va a tener que pasar por lo mismo que mis abuelos y mis padres durante la posguerra.

Buscar ejemplo en los políticos de la Transición

En la Transición se vivió una actitud de consenso político de la que debería tomar ejemplo la clase política actual en lugar de someter a la ciudadanía a las tensiones que vivimos últimamente. Echo de menos el consenso que se produjo durante el 23-F, cuando todos los partidos estuvieron unidos en la defensa de unos mismos ideales de libertad, igualdad y Justicia.

 

Reformar la Constitución aumentará libertades y garantías

Es necesario reformar la Constitución y, si no hay acuerdo entre la clase política, tendrá que producirse un debate a nivel social. La Carta Magna nos dio un marco de libertades importante; sin embargo, la propia realidad, el progreso, el avance de la economía, la madurez de la sociedad civil, etc., hacen necesario que la norma de referencia de los españoles se modifique y adapte a los nuevos tiempos sin que por ello vayamos a perder libertades. Al contrario, podemos aumentarlas y extender la democracia a otros campos.

 

Falta un sistema parlamentario más cercano al ciudadano

Me desagrada el sistema parlamentario español: contamos con una democracia que no llega a ser plena. Por ejemplo, en nuestro país se votan listas cerradas a cada partido, pero un ciudadano de Madrid, por ejemplo, no sabe exactamente quién es su representante político y, si lo conoce, la actuación de éste se verá minada por la mal llamada disciplina de voto de su grupo parlamentario.

 

Abstención: ¿un síntoma de fracaso democrático?

Donde falla la democracia española es en ese 40% de abstenciones que resulta de unas elecciones generales. Estamos minando la democracia en beneficio de la partitocracia. Los partidos han adquirido un protagonismo excesivo por estar, en parte, desconectados de la sociedad. ¿Quién representa a esos españoles que no han ido a votar? Si la población no vota, no podemos decir que la democracia ha fracasado, pero quizá sí debemos decir que es un fracaso de los partidos.

 

Cuatro poderes, entre ellos el Tribunal Constitucional

El Tribunal Constitucional ha cumplido una función muy importante, pero desde el punto de vista técnico no es la solución definitiva a los problemas que se generan. El Tribunal Supremo está en casi permanente enfrentamiento con el Constitucional. Esta situación es preocupante, y más considerando que el Constitucional no pertenece al poder judicial. Cuando se afirma que en la democracia española hay tres poderes –el ejecutivo, el legislativo y el judicial–, se nos está engañando: tenemos cuatro, junto con el Constitucional, que se puede entender como un órgano independiente. Este tribunal se le politiza en determinadas cuestiones. La falta de consenso entre posturas hace que en no pocas ocasiones se recurra con rapidez al Constitucional, pero parece claro que no se puede pretender ganar en los tribunales lo que no se pudo conquistar con la palabra y la argumentación en un debate político.

 

Irrenunciable independencia del poder judicial

Hay que defender la autonomía del poder judicial con todos los argumentos posibles. Seguramente se trata del poder más antiguo de la historia de la humanidad. Debe ser el órgano de defensa de los derechos y libertades de la ciudadanía frente a los abusos del poder político. El problema es cómo articular esa independencia del poder judicial.

Deben adaptarse las leyes a la realidad actual

Uno de los problemas de la Justicia es que muchos de los ámbitos y normas de procedimiento son heredados de épocas anteriores que no tienen nada que ver con la situación actual de España; sin ir más lejos, la Ley de Enjuiciamiento Criminal es del siglo xix. Este escenario debe cambiar: tenemos que proporcionar a los jueces normas de procedimiento adaptadas al siglo xxi. No se puede pedir una justicia rápida y eficaz cuando seguimos trabajando con normas obsoletas.

 

Reformar la Justicia española exige inversiones inminentes

La estructura de funcionamiento de los juzgados se rige por una normativa antigua y desfasada. Las salas de vistas son como oficinas administrativas cuando debería predominar en ellas la función jurisdiccional. Faltan inversiones urgentes para reformar la Justicia y todas sus estructuras, un paso fundamental para ofrecer a los ciudadanos un servicio de calidad.

 

Políticos: representantes sociales además de legisladores

El trabajo del político no debe ser únicamente el de legislar. Este es uno de los problemas de nuestra democracia de partidos y su disciplina de voto; el diputado y el senador deberían representar los intereses de su circunscripción, situarse cerca del ciudadano y ejercer de mediadores entre la sociedad y el poder político como vía de entrada de las demandas sociales a las cámaras.

 

Leyes con sentido disuasorio, no represivo

Muy a menudo se legisla para dar respuesta a debates y situaciones que crean alarma social. Los políticos no deben legislar de forma abusiva: la normativa sobre delitos ante la seguridad de tráfico, por ejemplo, se hizo muy a la ligera. Se ha recurrido a la vía penal porque la administrativa ha fallado absolutamente. Con la Ley de Enjuiciamiento Criminal se ha implantado la normativa de juicios rápidos y el sistema de la conformidad, que implica que si el acusado está conforme pueda conseguir una rebaja de la pena. La defensa penal en esos casos es ilusoria. El primer efecto que debe tener el Derecho penal no es la represión sino la disuasión.

 

Revisar el Derecho de familia y educar para reducir la violencia doméstica

No es un exceso penalizar la violencia doméstica. Una de las formas para acabar con ella pasa por replantear la regulación del Derecho de familia. Debemos condenarla, tipificarla y perseguirla. Para evitar esos episodios lo primero que tenemos que enseñar a los padres y madres que se separan es que hay unas responsabilidades compartidas que implican que las guardas y custodias también deben ser compartidas, salvo que haya alguna patología de uno de los progenitores. Por otro lado, además de penalizar la violencia doméstica debemos trabajar en la educación de los padres.

 

Desarrollo de España en la era democrática

Los políticos se empeñan en buscar más lo que separa que lo que nos une a los españoles. Es necesario respetar la idiosincrasia de cada grupo social dentro de la colectividad. Unos defienden un nacionalismo territorial, otros un nacionalismo nacional… España no puede entenderse sin todas sus partes: siempre ha habido tensiones entre el poder central del Estado y los poderes territoriales. El Estado de las Autonomías ha conseguido aproximar el Estado al ciudadano. Así que el desarrollo de España en la era democrática se debe en parte, precisamente, a la descentralización autonómica. Ha supuesto un éxito a nivel económico y social.

Tenemos democracia gracias a la labor del Rey don Juan Carlos

Juan Carlos I ha realizado un papel fundamental en la Transición española. Hay democracia gracias a su labor. Su sucesor es también una persona muy preparada que desarrollará fielmente y con prestancia el cargo de monarca. En España no existe realmente un dilema entre monarquía y república. Si se genera algún debate social al respecto, va a ser liderado por los partidos políticos. La figura del Rey está claramente delimitada en la Constitución: no interviene directamente en la política nacional y es árbitro, moderador y un brillante representante de España en el ámbito internacional.