Texto del 29/04/04,
Fotografía cedida por el Ayuntamiento de Cáceres
José María Saponi Mendo se ha distinguido en su actividad política por su entrega y trabajo a favor del municipalismo, del que se erige como un destacado representante al más alto nivel nacional e internacional. Los cacereños conocen bien sus desvelos y su tesón por la mejora de su ciudad de tal modo que, si llegan a buen puerto los ambiciosos proyectos que se trae entre manos, Cáceres pronto gozará en toda Europa de la justa fama que se merece. En su caso parece apropiado utilizar el viejo lema “por sus obras los conoceréis.”
No tenía previsto dedicarme a la política
La verdad es que entré en política en 1983 merced a la insistente petición de mi amigo José Blanco. Aunque soy abogado de carrera, en esa época trabajaba como funcionario técnico de la administración estatal transferido a la Junta de Extremadura. Este buen amigo me invitó a formar parte de la candidatura de Alianza Popular a las municipales de Cáceres, ofrecimiento que decliné porque en ese momento no estaba en disposición de dedicarme a estos temas dejando de lado otras realizaciones e ilusiones de tipo personal o intelectual. Pero tanto insistió que al final acepté figurar en la lista en noveno puesto. El caso es que, a pesar de mi resistencia inicial y del lugar tan modesto que ocupaba en la mencionada lista, obtuve el cargo de concejal. Posteriormente, me fui implicando cada vez más en la política local hasta el punto de ejercer de portavoz del grupo municipal, liderar la candidatura y conquistar la alcaldía en 1995.
Apuesta por las infraestructuras
Al llegar a la alcaldía yo sabía, por mi experiencia previa en el Ayuntamiento, que esta ciudad necesitaba algunos cambios concretos, sobre todo había que procurar que tuviera un diseño urbano racional, con todos los inconvenientes añadidos de respetar nuestro valioso patrimonio medieval. Pero lo cierto es que la ciudad precisaba mejores infraestructuras y un diseño más acorde con sus capacidades, dado que Cáceres no ha parado de crecer en los últimos tiempos. La población actual de derecho, según el último censo, ronda los 89.000 habitantes. Pero de hecho, por lo que se factura en el consumo de agua o en la tasa de vertido de basuras, el volumen total de personas que residen buena parte del año en ella, porque trabajan o estudian aquí aunque vivan en sus alrededores, se acerca a los 160.000. Esto implica planificar unos servicios municipales y una estructura urbana que responda a una concentración humana de tales características. Por eso una de las primeras actuaciones que emprendí fue mejorar el saneamiento de la ciudad. Me encontré con que Cáceres funcionaba en base a los criterios de una ciudad pequeña, algo que no se correspondía con la realidad, y en los tres primeros años de gestión realicé una mejora integral del subsuelo y las cloacas, dado que entonces, a poco que lloviera, se inundaban las calles. Otra actuación importante en este mismo ámbito ha consistido en racionalizar el tráfico. Todas las ciudades pequeñas presentan puntos negros en su trazado viario, que normalmente coinciden con el casco histórico, y esta situación devenía especialmente caótica en Cáceres, cuyas principales arterias convergen en el núcleo medieval. Hoy, entre las vías de comunicación terminadas y las que están a punto de terminar, podemos afirmar que pronto será innecesario que los vehículos circulen por el centro histórico para cruzar la ciudad.
Respeto al medio ambiente
Toda esta gestión de infraestructuras locales se ha realizado sin dejar de lado el debido respeto al medio ambiente, hacia el cual se ha prestado especial atención. Hemos hecho también una política de parques y jardines que me atrevo a calificar de espléndida. Si a cada ciudadano del Estado español, según la división racional del urbanismo sancionada por las leyes vigentes, le corresponde algo así como cinco m2 de zona verde, en esta ciudad sus habitantes gozan de nueve m2.
Mejoría sustancial de las comuicaciones
En los últimos años, merced a una política global de infraestructuras a nivel local, autonómico y estatal, Extremadura y en particular Cáceres ya no está lejos de ningún sitio. La construcción de autovías, la presencia de un aeropuerto en Badajoz y, en los próximos siete años, la llegada prevista del AVE a la ciudad confirman la mejoría sustancial de las comunicaciones, y contribuyen a que desaparezca esa sensación de alejamiento que hemos tenido tradicionalmente los que vivimos en esta tierra. En definitiva, hoy las cosas son distintas, pero es cierto que en el pasado hemos sufrido cierta desazón y la sensación de abandono deliberado a la hora de planificar la distribución equitativa de los medios públicos.
Variada oferta cultural
Merece la pena visitar Cáceres por muchísimas razones, como su espléndida gastronomía, su variada oferta comercial, sus ricas tradiciones, los magníficos alojamientos de que dispone o la cercanía a lugares de gran interés turístico, pero principalmente por su rico patrimonio histórico, monumental y cultural. No en vano posee uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Europa, de un enorme valor turístico y enmarcado en diversas agrupaciones y rutas culturales como la Vía de la Plata, la Red de Juderías españolas y, desde 1986, las ciudades Patrimonio de la Humanidad. Su oferta lúdica y cultural se completa con el campus universitario, que acoge más de 15.000 estudiantes, la feria de arte de Extremadura Foro Sur, los premios de poesía y de novela corta Ciudad de Cáceres, la Feria del Libro, el Centro de Artes Visuales, el festival de teatro clásico, el de música antigua y el de música étnica Womad, este último de enorme prestigio internacional.
Cáceres presenta su candidatura cultural para el 2016
Avalados por este patrimonio, este prestigio y esta experiencia en la organización de eventos culturales, la ciudad ha decidido presentar su candidatura para ser nombrada Ciudad Europea de la Cultura en el año 2016. De momento estamos iniciando los trámites, estudiando las infraestructuras necesarias y recopilando informes sobre los méritos que apoyan nuestra pretensión. Hay que destacar que no estamos solos en este proyecto, todas las instituciones de la comunidad autónoma y absolutamente todos los Ayuntamientos de Extremadura se han unido con ilusión al nuestro en la defensa de esta candidatura, que supondrá un notable esfuerzo colectivo. En último término, lógicamente su consecución es algo que depende del apoyo que le preste el gobierno español vigente en 2016 y los respectivos 25 ministros de Cultura europeos. Sabemos, además, que competiremos con magníficas candidatas como Córdoba o Málaga, pero es una carrera que no debemos dar por perdida de antemano.
Reivindicamos la construcción de un hospital de referencia
En otro orden de cosas, estamos trabajando en pro de la adjudicación de una infraestructura que a la ciudad le hace mucha falta. En Extremadura no hay más que un hospital de referencia, el Infanta Cristina de Badajoz, y queremos instalar otro en Cáceres. Las negociaciones con la Junta de Extremadura están muy avanzadas, y ya hemos cedido terrenos para su construcción junto al campus universitario, con vistas a que pueda ser utilizado como hospital clínico vinculado a la facultad de Medicina. En esta área de sanidad, también está prevista la creación de tres nuevos centros de salud, y una gran inversión en el hospital general de la ciudad. Así mismo, cabe mencionar la elaboración de un plan general de accesibilidad pública y de eliminación de barreras arquitectónicas, algo que en una ciudad medieval como la nuestra es difícil.
Cáceres goza de mucha fama en veterinaria
Cáceres posee un centro de mínima invasión, dirigido por Jesús Usón, que goza de un gran prestigio en España y en Europa. Ligado a nuestra excelente facultad de Veterinaria, el centro tiene una dotación tecnológica muy avanzada, capaz de realizar intervenciones a distancia, por conexión online. Los estudios y la investigación en veterinaria tienen cierta relevancia en nuestro entorno, no en vano la ganadería es uno de los pilares económicos de Extremadura. Cáceres se distingue en especial por su cabaña de reses retintas, que producen una carne autóctona de ternera de impresionante calidad y muy bien cuidada desde el punto de vista veterinario, amén de la notoria fama que han dado a la localidad los productos cárnicos derivados del cerdo.
Política de viviendas
Aunque no es propiamente una competencia de las administraciones locales, el Ayuntamiento de Cáceres cede terreno de su propiedad a cooperativas de trabajadores para que construyan viviendas asequibles para la gente joven, lo que permite que, junto con las ofertas de terreno para viviendas de protección pública, en Cáceres se hayan construido unas 6.000 viviendas a precios económicos en los últimos años.
Más plazas hoteleras
En este momento la ciudad cuenta con unas 2.000 plazas hoteleras, la mayoría en hoteles de cuatro estrellas, para cubrir sus necesidades turísticas. Creo que son bastantes para abastecer nuestras necesidades actuales, pero quizás sería conveniente ampliarlas hasta 5.000 si la demanda turística crece como deseamos. En previsión de tal circunstancia se están construyendo en la ciudad dos hoteles más.
Defensa del municipalismo
Mi trayectoria personal me ha llevado en los últimos ocho años a implicarme muy activamente en la Federación Española de Municipios y Provincias, formando parte de su Comisión Ejecutiva y despertando en mí un apasionado interés por la defensa del municipalismo y de la injusta situación en que se hallan los poderes locales en nuestro país. Nuestra Constitución consagra la existencia de tres niveles administrativos: central, autonómico y local. Ahora bien, la administración local, que tiene el mismo rango institucional y constitucional que cualquier otra, es en realidad la menos considerada y a la que más se le exige en virtud de su cercanía con el ciudadano. En efecto, el ciudadano, por su inmediatez, ¿a quién le va a pedir soluciones?, ¿a quién acudirá a reclamar?, ¿a quién va a culpar de cuanto suceda si no es al alcalde? Los municipios cada día reciben más exigencias de competencia y sin embargo, paradójicamente, cada día disponen de menos medios para realizarla. De algún modo, la tarea del alcalde o del concejal, que ya de por sí es dura e ingrata por la cercanía, se vuelve cada vez más complicada por las trabas innecesarias que entorpecen y dificultan la correcta gestión municipal.
El resto de administraciones son muy celosas de sus prebendas
Al crearse el Estado de las autonomías hace 25 años se consagró una filosofía política espléndida, que es la de acercar la administración al ciudadano, anhelo que todos compartimos. No obstante, yo estoy convencido de que el Estado de las autonomías ha supuesto en realidad una especie de marcha atrás para el desarrollo de los propios municipios, dado que las mencionadas autonomías suelen ser muy voraces en la obtención de sus competencias, y nada partidarias de compartir recursos y responsabilidades con los gobiernos locales, incluso aunque esta postura vaya en detrimento de la eficacia. Baste comentar, por ejemplo, el caso de la ordenación del territorio. No se entiende que la ordenación urbanística tenga que ser una competencia en exclusiva del Estado o de determinadas autonomías, y que un Ayuntamiento, pese a ser quien dispone medios suficientes y la entidad política más próxima al asunto, deba sin embargo contar con otra administración para ordenar el terreno que pisa cotidianamente. Nosotros estamos gestionando en Cáceres un nuevo plan general de ordenación urbana, y legalmente nos vemos forzados a contar con la aprobación de la administración autonómica, lo que representa un retraso en la toma de decisiones importantes.
Necesidad de un pacto local
La federación de municipios es la mejor vía para que se resuelvan muchos de los enormes problemas que tienen los Ayuntamientos en este país. Pero la Federación Española de Municipios y Provincias, a la hora de la verdad, no es más que una especie de entidad privada destinada a la asesoría frente a los poderes públicos. Debiera de ser aquello para lo que se creó, el órgano de representación formal de los municipios y la aglutinación de sus intereses comunes ante la administración central y autonómica, un marco de defensa del municipalismo y de reivindicación del pacto local. Particularmente, yo insisto en la urgencia de establecer ese pacto local que garantice para los Ayuntamientos el acceso a las competencias que en la actualidad no tienen asumidas (y que, sin embargo, la realidad les obliga a ofrecer a la ciudadanía soluciones improvisadas al respecto) así como a los medios económicos para llevarlas a cabo.
El Rey garantiza la convivencia de todos los españoles
La figura del Rey en España, un Rey sin Corte, un Rey que reina pero no gobierna, tiene como principal función garantizar la convivencia nacional, siendo éste un papel que está bien definido en nuestra Constitución. El Rey es el referente de la unidad de todos los españoles y, al mismo tiempo, garantía de la pluralidad que España requiere mantener y potenciar en el siglo XXI y en el seno del marco europeo. En este sentido considero que hemos tenido mucha suerte, pues es una persona exquisitamente respetuosa con todos los territorios que conforman el Estado español, aunque no todos le devuelvan siempre ese respeto. Me parece que si algún día perdemos la figura del Rey, habremos de inventarnos otra que dé sentido y unidad a España, como ocurrió con don Juan Carlos durante la transición en muchas ocasiones. Hay sucesos en nuestro pasado reciente que deberían servirnos de aviso.
Tengo confianza en el sucesor de la Corona
Tuve la suerte de conocer y tratar al Príncipe de Asturias cuando éste tenía 14 años. Creo que se parece mucho a su padre, especialmente a la hora de tomar decisiones, y se le ve imbuido de los mismos principios morales, que sin duda aprendió de él. Es una persona joven, moderna, que heredará una España distinta a la que recibió su padre, en una situación nacional e internacional completamente diferente a la que existía en 1975. Tengo esperanza en que sabrá gobernar igual de bien, en que las futuras generaciones establezcan un vínculo especial con su figura como nosotros lo establecimos con el monarca actual.
Respeto a la España plural
Dentro de la diversidad que supone una España plural, hay determinados principios e instituciones que han demostrado sobradamente su buen funcionamiento, así que nos conviene conservarlos. En la actualidad se promueve cierta confusión entre el pueblo español con rumores sobre modificar estatutos, reformas constitucionales y tantas otras cosas. Considero que la Constitución es una de esas instituciones que ha funcionado correctamente, otra cosa es que precise algunas adaptaciones con el paso del tiempo. Si se tienen que hacer, si se emprenden con el mismo consenso que se produjo en 1978, yo, como político en activo, estaría de acuerdo; si no se acometen con ese espíritu tolerante, me vería forzado a oponerme a tales reformas. Mi criterio personal es que el respeto absoluto, la tolerancia absoluta deben presidir la política nacional si queremos conservar un modelo de Estado plural como el que entre todos hemos construido.