LUIS FERNANDO CABRERA CARABALLO
LUIS FERNANDO CABRERA CARABALLO
TH, 3r VOLUM. El estado de derecho después de 1978

LUIS FERNANDO CABRERA CARABALLO, LUIS CABRERA ABOGADOS

Entrevistado 29/12/08,
Fotografía cedida por Luis Fernando Cabrera.

Preocupado por la situación de la Administración de Justicia, Luis Fernando Cabrera plantea una reforma procesal en profundidad con el consenso de todos los operadores implicados, debiendo nacer ésta del pacto y la reflexión. Cree que la huelga de jueces prevista impulsará la tramitación del macroproyecto de reforma procesal para la implantación de una nueva oficina judicial y, con cariño, rememora la Transición, reivindicando el merecido reconocimiento a una labor colectiva que posibilitó el progreso del país y gestó una Constitución encomiable

El proceso de transición vivido desde la Universidad de La Laguna

Fui educado en el seno de una familia conservadora. Viví los años de la Transición en la Universidad de La Laguna, donde experimenté un gran contraste entre la educación recibida y los nuevos aires de apertura y libertad de la época. A partir de entonces, todo fue nuevo en relación con lo que se nos había inculcado desde pequeños en el ámbito familiar y escolar. Estábamos expectantes ante lo que ocurría y por lo que preveíamos que pasaría. Me licencié en Derecho en 1977 y me colegié después en el Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas. Al año siguiente, fundé mi despacho, cuyas áreas preferentes de trabajo son el Derecho civil, penal y administrativo. En el bufete cuento con la inestimable colaboración de los juristas Bernardo Pinazo Osuna, Mario Lisea Rodríguez y Carlota Cabrera Schwartz.

Elogio al consenso que posibilitó nuestro presente democrático

Que todos los políticos se pusieran de acuerdo para sacar adelante la idea común del futuro de España era digno de aplauso. Allí estaba Santiago Carrillo, sorprendiendo a quienes pensaban que sus ideas le impedirían colaborar con los demás y, en cambio, se comportó de forma íntegra y responsable, contribuyendo activamente a la consecución del acuerdo. Si no hubiese habido consenso, la espada de Damocles, que entonces planeaba sobre nuestras cabezas, habría caído y hoy quizás estaríamos soportando otra vuelta atrás. Tras el intento de golpe de Estado del 23-F, mis hermanas y mi madre recordaron tristes historias pasadas. Es una parte desoladora de nuestra vida que debemos inculcar a nuestros hijos para evitar que se repita.

Salvo por matizaciones puntuales, conviene esperar un par de décadas más a reformar la Carta Magna

La Constitución es la norma que nos mantiene unidos en todos los aspectos: en el orden jurídico, legislativo, social, etc. Tras treinta años de vida, continúa aún vigente, sin precisar modificaciones sustanciales de forma perentoria. El momento de modificarla vendrá cuando la democracia esté perfectamente consolidada y se hayan olvidado asuntos espinosos del pasado. Probablemente, algunas reformas conllevarían el riesgo de herir susceptibilidades. Salvo por matizaciones puntuales, conviene por tanto esperar un par de décadas más sin reformarla. No juzgo conveniente eliminar el vocablo “nacionalidad” del texto constitucional, pues es una realidad que, a estas alturas, hemos asimilado la mayoría de los ciudadanos. Lo que sí debe hacerse es reforzar el castellano como lengua común de todos los españoles. Otro punto que debe reformarse, sin necesidad de modificar la Carta Magna, y que tiene una gran trascendencia, es el de la Ley Electoral, a fin de alcanzar la igualdad entre todas las provincias. Aquí, cuatro votos de Lanzarote equivalen a un voto de un ciudadano de Las Palmas. También debería derogarse la Ley Sálica, ya que las mujeres han de tener los mismos derechos que los hombres en todos los órdenes de la vida, sobre todo en un país que cuenta con un Ministerio de Igualdad.

El legislador debería legislar para todos, no sólo para sus votantes

El legislador debería legislar para todos, no sólo para una minoría. La Ley de Memoria Histórica es el resultado de la presión ejercida por determinados grupos políticos en el Parlamento. Sin consensuarse, se aprobó, y ahí está removiendo el pasado y reavivando viejas heridas. Por desgracia, en España se legisla en exceso, precipitadamente. No he visto ningún país donde el Código Penal se haya reformado tantas veces como se ha hecho aquí en las dos últimas décadas. No hay que legislar para contentar a los votantes; las leyes deben concebirse a largo plazo.

Improvisación e inmadurez en nuestro sistema judicial

Tendemos a judicializarlo y criminalizarlo todo desde el punto de vista penal. En cuanto surge un problema se recurre al orden jurisdiccional competente. Enseguida se pone en marcha la maquinaria judicial y, más tarde, la parlamentaria para dictar nuevas normas que atajen determinadas conductas, cuando podrían regularse perfectamente aplicando normas de carácter administrativo. Ello denota falta de imaginación y de estudio sobre la materia en cuestión. Por ejemplo, dictar una orden de alejamiento de un padre respecto a su hijo por un bofetón es a todas luces desproporcionado e ilógico. Estos hechos reflejan la improvisación y la falta de madurez existente aún en nuestros legisladores.

El fin básico de la nueva Ley Concursal es sanear y reflotar una empresa que pueda cumplir con los pagos a los acreedores

Fui el administrador concursal de la Unión Deportiva Las Palmas, el primer concurso que afectaba a una entidad deportiva en España, y conseguimos reflotar la sociedad. Hoy, nos hacemos cargo de asuntos concursales, pero sucede que la mayor parte de las sociedades que acuden para solicitar la declaración de concurso llegan cuando son ya inviables. En estos casos, hay que aconsejar que la mejor opción es cerrar el negocio y afrontar la responsabilidad de la pérdida, porque es imposible sanear una empresa que carezca de activos y de créditos pendientes de cobro; habría que ir a la liquidación. Son los casos en los que la empresa no dispone de medios para hacer frente a la deuda que mantiene con los acreedores. Antiguamente se recurría a diferentes normas, como la suspensión de pagos, quita y espera, quiebras, etc. Con la nueva Ley Concursal, más rápida y sencilla, se ha unificado todo bajo una misma disciplina, y es el juez de lo mercantil quien tiene autoridad única sobre todos los asuntos que afecten a la empresa insolvente y declarada en concurso. El fin fundamental de la Ley Concursal es poder sanear y reflotar una empresa en estado de insolvencia provisional para que pueda cumplir con los pagos a los acreedores.

Reformar la Justicia con la participación consensuada de todos los órganos y estamentos afectados

La preocupación por la reforma de la Justicia ha llegado incluso a los mismos jueces, quienes han anunciado la convocatoria de una huelga para reclamarla. Es un tema complejo, ya que es muy difícil poner de acuerdo a unos políticos impulsados más por los votos que por hacer efectivas sus promesas. Asimismo, existen diversos grupos antagónicos, como las asociaciones profesionales de jueces y las organizaciones sindicales. Basta ver los años que ha tardado el Consejo General del Poder Judicial en renovar los cargos por falta de acuerdo entre los partidos mayoritarios. Para llevar a cabo la reforma de la Justicia tiene que existir previamente un acuerdo global de todos los jueces, a través de sus asociaciones profesionales, y del resto de los operadores jurídicos para que presionen al Ejecutivo a llevar a cabo las reformas planteadas. Sin duda, la huelga de jueces prevista a corto plazo impulsará la tramitación del macroproyecto de reforma procesal, que se encuentra en las Cortes, para la implantación de la nueva oficina judicial.

Sancionando a jueces no solucionamos los fallos del sistema

Cuando sale a la luz pública algún caso polémico, como el del juez Tirado, deberíamos comprender que en el fondo estamos ante un fallo del sistema. Una máquina funciona como consecuencia del engranaje de muchas partes. Si una queda obsoleta, comienza a hacer agua y se rompe, la maquinaria deja de operar. Por tanto, cualquier acción que se realice en este contexto debe hacerse con previa reflexión y de forma razonada. La sanción impuesta por la Administración al juez Tirado no pondrá fin a este tipo de anomalías, que se corrigen ampliando el número de funcionarios en los juzgados y cambiando los mecanismos causantes de estos graves errores.

Responsabilidad histórica de Europa con los países africanos

La inmigración preocupa en Canarias. Considero hipócrita la tenacidad con la que Europa procura evitar la llegada de inmigrantes africanos. Olvidan que estos países son el residuo patético de nuestras aventuras coloniales. Los ingleses hicieron en Kenia una masacre execrable; los franceses expoliaron Dakar y Costa de Marfil; los belgas saquearon el Congo; Alemania, Namibia; y los portugueses desvalijaron Angola y Mozambique. Es lógico que hoy el expoliado se crea con derecho a reclamar ayuda para subsistir a quienes en el pasado les despojaron de sus riquezas. Europa tiene ante ellos una responsabilidad histórica y debe buscar el medio adecuado para que puedan vivir dignamente.

A favor de la abdicación del Rey a medio plazo

Quienes vivimos la Transición y esta etapa democrática y constitucional somos juancarlistas porque es la única faceta que conocemos de la monarquía. No puedo decir, por tanto, que soy felipista, porque desconozco cómo va a desenvolverse el Príncipe cuando sea rey. Sin embargo, pienso que la monarquía es el mejor sistema representativo que puede tener España en el presente y en el futuro. Sobre la polémica generada en torno a la posible abdicación del Rey, creo que debería tomar el ejemplo de su padre y abdicar a favor de su hijo, si no de forma inmediata, sí durante la próxima década, por ejemplo cuando cumpla los 80 años.