MARÍA ROSA GARCÍA FURIÓ PLÁCIDO FERRAGUD ALIÑO
MARÍA ROSA GARCÍA FURIÓ PLÁCIDO FERRAGUD ALIÑO
TH, 3r VOLUM. El estado de derecho después de 1978

MARÍA ROSA GARCÍA FURIÓ PLÁCIDO FERRAGUD ALIÑO

Texto del 09/06/08
Fotografía cedida por Mª Rosa García y Plácido Ferragud.

La abogacía ha exigido a Plácido Ferragud compromiso y trabajo constante, y la ejerce con las virtudes que su socia, María Rosa García Furió, confiesa: equilibrio, serenidad, estudio exhaustivo de los casos y un sistema de trabajo eficiente. Esta abogada, especializada en Derecho de familia y adscrita hasta 2005 al turno de oficio, también licenciada en Filosofía y Letras, es, según palabras del letrado, una mujer extrovertida e inteligente, pero algo anárquica por su alto nivel de autoexigencia.

Fundamental proximidad con el representado

Nuestro bufete se encuentra en Xàtiva, que tiene 26.000 habitantes y cuatro juzgados. La proximidad con el cliente es fundamental en una población de estas características. Aunque trabajamos también en Valencia y alguna ciudad de los alrededores, el área de acción es limitada. Nuestras especialidades son el Derecho de empresa, el laboral y el de familia.

Grandes pero seguros pasos hacia la democracia

Durante los años sesenta, en nuestra época universitaria, se respiraba en Valencia un ambiente de protesta, de inquietudes, se caminaba hacia un cambio social. La Transición no supuso una ruptura brusca sino un proceso gradual a pasos rápidos, seguros y sin tropiezos. Este ambiente revolucionario fue para nosotros gratificante y logró grandes metas.

Perduran las reformas trascendentales concebidas durante la época de la Transición

Durante la Transición llegaron reformas de gran trascendencia: el Estatuto de los Trabajadores o la Ley del Divorcio son buenos ejemplos de ello. Actualmente estamos sometidos a un vaivén legislativo fruto de la bipolaridad de partidos y ello perjudica la calidad de las leyes. Los partidos que acceden al poder revocan, perjudicialmente, normas y leyes de anteriores legislaturas por motivos alejados del bien común.

Derechos fundamentales garantizados en la Constitución

La Carta Magna supuso una ruptura de importancia capital: por primera vez se tuvieron en cuenta los derechos fundamentales. No se puede hablar de Estado de Derecho durante el franquismo porque no existían las garantías de los ciudadanos. El Tribunal de Orden Público, por ejemplo, era un órgano del Estado represivo que no respetaba estos derechos.

Mujeres en los tribunales de Justicia

La Ley del Divorcio significó una revolución social y un avance incuestionable. La mujer no sólo ha logrado ciertos derechos sino que se ha introducido en la vida pública. Ocupa un lugar importante en los tribunales de Justicia, ejerce su cargo con sensibilidad propia y ha logrado la equiparación de responsabilidades con los hombres. El sentido práctico de las mujeres es indiscutible, tienen otro punto de vista y se identifican más con los problemas personales de los ciudadanos.

Educar en la igualdad es primordial para la convivencia

La violencia de género es uno de los últimos problemas fundamentales a debate. Ha generado una ley sin precedentes, no exenta de polémica, que utiliza la discriminación positiva para proteger a la mujer. La educación debe proporcionar nuevos modelos de convivencia y eliminar el machismo de la sociedad. Pero estos nuevos patrones son difíciles de asimilar por aquellos hombres que desde niños han asumido valores que delegan a la mujer a un segundo plano. Además de sancionar esos valores, la ley opta por una necesaria reeducación del maltratador.

Contribuir para el beneficio común

La formación y educación sobre los deberes del contribuyente fue imprescindible durante la Transición. La idea de contribuir para el beneficio común no se había inculcado a los empresarios. El empresariado ha sufrido una transformación radical; se ha pasado del propietario al profesional. La prioridad de nuestro bufete en materia laboral ha sido siempre aplicar la premisa de la prevención.

Prevención de riesgos laborales: una obligación de empresarios y trabajadores

Se ha progresado mucho en materias de primer orden, como en la prevención de riesgos laborales. El empresario sabe que debe invertir en la seguridad del trabajador. Se ha llevado a cabo una importante labor educativa y de concienciación, y prevenir riesgos es obligación tanto de la empresa como de los trabajadores, que también deben velar por sus intereses.

Un mundo global con numerosas idiosincrasias

En un mundo globalizado como el actual no es fácil entrever soluciones a las crisis que nos acechan. No todos los colectivos o comunidades tienen las mismas prioridades ni requieren las mismas soluciones a los conflictos. Ignoramos quiénes son los que hoy tocan las teclas, y aventurar una normativa aplicable en todos los casos para problemas de magnitud mundial es arriesgado.

Debemos adecuar la Constitución a los cambios sociales

La Constitución del 78, como todo elemento vivo, debe modificarse con los tiempos, cuestionarse cuando sea necesario y adaptarse a la realidad social. Hay que respetarla mientras está en vigor, pero no es inmutable. Las reformas legislativas van siempre por detrás de las transformaciones que se producen en la sociedad, y deberían avanzar con el mismo tempo. Sería un acto de coherencia cambiar los aspectos de la Carta Magna que afectan a la vida cotidiana.

Redactar la Carta Magna fue una labor encomiable

Los padres de la Constitución son –o fueron– personalidades destacables, figuras con una entidad y una categoría política de alto nivel. La labor de ponentes como Peces Barba, Solé Tura, Roca i Junyent, y otros, fue admirable por lo que hicieron, por cómo lo llevaron a cabo y por lo que consiguieron.

La sucesión femenina al trono

Una cuestión que podría admitir modificaciones en la Constitución es la de las autonomías, pero sin duda uno de los puntos más debatidos hoy es el de la Ley Sálica. Modificarla en la Constitución favorecería el reinado de la hija primogénita del Príncipe porque las nuevas leyes no tienen carácter retroactivo, lo que impide acceder al trono a las hijas mayores del Rey. El debate parlamentario debe estudiar estas cuestiones.

Monarquía versus república

Acatar los artículos de la Constitución significaba también acatar la Monarquía. El debate entre monarquía y república permanece vivo, y los argumentos en contra generalmente se sostienen por el elevado coste que la Familia Real supone para los ciudadanos. Pero mantener la figura de un presidente de república también implica un coste significativo. Lo que diferencia una u otra situación es que la elección del presidente de la república es el resultado democrático de las urnas.

Importante cometido del Rey

El Rey despacha de forma regular con los miembros del gobierno, aunque el poder de la Monarquía es limitado. En determinadas circunstancias, el papel de don Juan Carlos ha sido fundamental, como en el 23-F. Valencia era una ciudad tomada y el Monarca supo inspirar la tranquilidad necesaria a los ciudadanos para superar la situación. El ciudadano desconoce el quehacer diario de Su Majestad, la cantidad de trabajo que desarrolla, puesto que su papel no es simplemente el de un embajador. Esta monarquía despierta afectos incluso entre los republicanos, que admiran la figura de Juan Carlos I, un rey constitucional y demócrata, como hemos podido comprobar en distintas ocasiones.

Apremiar el ejercicio de la Justicia sería un error

La Justicia rápida es un lujo que sólo nos podemos permitir si es una Justicia segura, con todas las garantías. Los valores que se manejan al impartirla son muy serios y es necesario actuar con cautela. Los errores son posibles y por ello existen los recursos, que demoran todavía más el proceso. La Justicia, en definitiva, necesita su tiempo y no se la puede apremiar.

Sin medios, no hay normas viables

Las formas y procedimientos en España en materia judicial están obsoletos. Se han establecido mecanismos, como la mediación familiar, que evitan el litigio y armonizan la relación entre las partes; pero desde la implantación de una norma hasta que se ponen los medios para llevarla a cabo transcurre demasiado tiempo. Ese tiempo desprestigia la norma y la hace inviable. Un ejemplo de controversia son los puntos de encuentro, fundamentales para las visitas familiares de padres e hijos, un sistema que se implantó sólo en Valencia capital y que cuesta mucho introducir en otras poblaciones. El resultado es una inversión de tiempo desmesurada por parte de las familias para cumplir con el régimen de visitas establecido. La ley es buena, pero las dificultades para cumplirla son evidentes.

Voluntad política para la modernización de la Justicia

Es indispensable modernizar la Justicia, no sólo a nivel material, sino en lo que respecta a los métodos de trabajo. Es intolerable que los juzgados no dispongan aún de avances tecnológicos habituales en el mundo empresarial, que supondrían una mejora extraordinaria de los procesos, como el correo electrónico. Debemos relegar al pasado los correos certificados con acuse de recibo, los faxes solo en horario laboral, las sentencias archivadas que se amontonan, así como el estado deplorable de algunos juzgados incluso en materia de seguridad.

Confusión de competencias a causa de la descentralización

El Estado de las Autonomías fue muy positivo, pero la descentralización ha generado problemas, y uno de ellos es la confusión en cuanto a las competencias. La Justicia es competencia del Gobierno central, y sin embargo su administración lo es de la Generalitat Valenciana, con lo que, a la hora de asumir responsabilidades, unos acusan a los otros de no haber cumplido con su trabajo. El discurso autonómico no ha calado en Valencia aunque las competencias cedidas han beneficiado a nuestra comunidad, y ello se refleja, por ejemplo, en la calidad del sistema sanitario.