Volumen 14. Biografías relevantes de nuestros empresarios 2023 – Tomo 3

Sr. Michele Burla – Voss Fluid Iberia

Casale Monferrato (Italia)

1970

Director general de Voss Fluid Iberia

 

20-4-2023

 

El destino de este directivo experimentó un cambio el día en que decidió montarse en el coche de un amigo. A partir de ahí, su trayectoria discurrió por un insospechado camino que acabaría desembocando en la industria oleohidráulica. Este profesional, que reclama ambición en el ámbito laboral y confiesa no tener aversión al cambio, lidera la filial ibérica de una firma líder en su sector. Ingeniero de formación, no ahorra advertencias respecto a los riesgos que plantea la Inteligencia Artificial.

 

 

Ya de niño, demostré mi sociabilidad, al relacionarme tanto con los chicos más acomodados como con los más vulnerables

Desembarqué en este mundo en el seno de una familia de Casale Monferrato, una localidad piamontesa a medio camino entre Turín y Milán. Soy el benjamín de tres hijos y no descarto que mi llegada sorprendiera a mis padres, teniendo en cuenta que mis hermanas, Marta y Beatrice, me aventajan respectivamente en siete y cinco años. Debo reconocer que, pese a la excelente relación mantenida tanto con ellas como con mis progenitores, Angelo y Maria Cristina, mi personalidad presenta grandes diferencias con mis familiares, ya que hallé mayor influencia en mi desarrollo en el entorno ajeno al hogar. Ello no quita el profundo cariño que me profesaba, y me sigue profesando, mi madre, quien aparece en mi memoria cuando se trata de rescatar el primer capítulo de mi historia, en el momento en que ella me acompañaba a mi primer día de escuela. En el parvulario fue la primera vez que mostré ese carácter social que siempre me ha definido y que me permitía, ya desde temprana edad, amasar buenas amistades entre mi entorno. En esa ciudad, que entonces contaba con poco más de cuarenta mil habitantes, demostré mi capacidad para relacionarme tanto con los chicos de familias más acomodadas como con los que sufrían una situación más vulnerable. Esa virtud me resultaría de gran utilidad en el futuro, al facilitar la fluidez en la relación con las personas con quienes me tendría que desenvolver profesionalmente.

 

Subir al coche de un amigo puede cambiarte por completo la vida

La relación establecida con mi madre se corresponde con la tradicional que solemos tener los italianos. La mamma constituye una figura primordial en nuestras vidas, sobre todo si, como en nuestro caso, ella se dedica a las labores domésticas. Por su parte, nuestro padre era un trabajador infatigable. Profesor de instituto, exhibía un alto sentido del deber y la responsabilidad de velar por el futuro de la familia. Con su ejemplo, supo transmitirme la seriedad a observar en los compromisos profesionales y el respeto a los demás. Acostumbraba a subrayar que, para conseguir cualquier objetivo, no hay que escatimar esfuerzos. Ambos eran de convicciones católicas muy arraigadas y sólidas, pero yo, en cambio, decidí apartar de mi vida todo lo asociado a la doctrina. Bien es verdad que en el norte de Italia, donde residíamos, existe una concepción de la vida y de la religión distinta a la que se experimenta en el sur o, incluso, en Roma. Nuestro entorno presentaba mucho mayor desarrollo y, en mi juventud, me dejé arrastrar por un ambiente que invitaba a la alegría y la diversión. En esa época, no pasaba por mi cabeza convertirme en empresario. Entre otras razones, porque no existen en mi familia antecedentes emprendedores. Mi aspiración era llegar a lo más alto posible en mi carrera, aunque sin visualizar como opción el liderar una compañía. Pero hay momentos clave que pueden resultar determinantes en la trayectoria de una persona. Mi intención, tras haber completado el Bachillerato, era cursar Ciencias Económicas. Y, justo cuando iba a matricularme para esa materia, subí al coche de un amigo que me comentó su propósito de estudiar Ingeniería. Era tal la relación que había establecido con él que, finalmente, decidí seguir sus pasos. A menudo he reflexionado en cómo un simple detalle como este condicionó mi futuro para siempre.

 

Equilibrio entre el esfuerzo al estudio de lunes a viernes y el espacio de ocio durante los fines de semana

Afortunadamente, disfruté de la etapa universitaria y supe extraer rédito de aquellos estudios de Ingeniería Mecánica que cursé en Turín. No resultó fácil, a nivel académico, a pesar de que superé los cinco cursos en apenas cinco años y medio. Seis meses adicionales no eran nada en comparación con los trece años de media que se suelen invertir para obtener el título. Creo que la clave residió en prestar mucha atención a los contenidos, que me resultaban atractivos. Supe encontrar el necesario equilibrio entre el esfuerzo que dedicaba al estudio de lunes a viernes y el espacio de ocio que me reservaba los fines de semana, compartiendo diversión con los amigos. Amasé muy buenas y sólidas amistades en esa época, algunas de las cuales todavía mantengo, además de continuar practicando el deporte. El tenis era donde mejor me desenvolvía, a diferencia del futbol, una disciplina que, aunque adoraba, no conseguía dominar. Más adelante, esa inclinación por la raqueta me llevaría a abrazar el pádel. Puedo decir que soy un adicto al deporte, pues siento la necesidad de realizar ejercicio a diario, sin importarme el tipo de disciplina. Fue al finalizar la carrera y realizar la presentación de la tesis final cuando empecé la búsqueda de empleo. Contaba veinticuatro años y, antes de cumplir los veinticinco, tenía que justificar un contrato indefinido para poder evitar el cumplimiento del servicio militar.

 

Tras leer la tesis de fin de carrera, cogí el Fiat Uno y me vine a España con mi novia catalana, Marta

Mi primer destino laboral lo encontré en una cadena de montaje de ordenadores en Tarragona, en la empresa Sintronic. La llegada a esa ciudad es fruto de una larga historia que halla su inicio cuatro años atrás, tras haber finalizado el primer curso de carrera y haber conocido a Marta, una catalana que acabaría convirtiéndose en mi esposa. Teníamos veinte años cuando coincidimos en un curso de windsurf en el lago Attersee, en Austria. De ahí surgió una incipiente relación que se iría consolidando con el tiempo y que me llevaría a invertir con frecuencia mis vacaciones de verano, de Navidad o de Semana Santa en Tarragona. Marta asistió a la lectura de mi trabajo de fin de carrera en Italia, tras lo cual emprendimos rumbo a España con mi Fiat Uno. Por aquel entonces yo ya había conocido a mis futuros suegros: un matrimonio encantador que me habían acogido con los brazos abiertos y que siempre se mostraron dispuestos a ayudarme. De hecho, fue el padre de Marta quien me abrió las puertas de Sintronic, propiedad de un amigo suyo. Ahí invertí un par de meses hasta que recibí una interesante propuesta profesional para incorporarme a United Automotive Technology. Antes de ingresar en Sintronic había realizado una entrevista de trabajo como candidato para esta empresa que, más adelante, sería adquirida por la multinacional Lear. El contrato temporal inicial que me ofrecían ponía en riesgo mi situación militar en Italia, que podía reclamarme para acudir a cumplir el servicio. Afortunadamente, de nuevo mi suegro salió al rescate al darme de alta formalmente en el punto de venta que atendía. Permanecí en Lear, ejerciendo de ingeniero y de responsable de desarrollo de componentes, por espacio de ocho años, tres de ellos, en Inglaterra.

 

Si quieres crecer profesionalmente, hallarás mayores posibilidades cambiando de empresa

En 2002, cuando ya había cumplido los treinta y dos, consultando la sección de empleo de La Vanguardia o del Diari de Tarragona me llamó la atención un anuncio de Festo, una prestigiosa y veterana empresa alemana, orientada a los sistemas de control neumático y eléctrico. Se encontraban en busca de un responsable en Tarragona y yo reunía todos los requisitos. Determiné que era momento de afrontar un cambio, pues veía estancadas mis posibilidades de progresión. En mi opinión, si quieres crecer, hallarás mayores posibilidades si cambias de empresa. No aconsejaría a nadie mantenerse siempre en la misma compañía, salvo que visualice opciones firmes de prosperar en ella o que su proyecto de vida relativice las responsabilidades profesionales. Mi incorporación a Festo me llevó a prestar asesoramiento técnico comercial a los clientes; una labor que ejercía desde mi propio domicilio y que reclamaba algunas reuniones periódicas en Barcelona para poner en común la estrategia corporativa con el resto del equipo. Invertí en Festo trece años, en una etapa que me resultó especialmente enriquecedora por dos motivos: en primer lugar, porque adquirí técnicas de ventas y de trato con los clientes, y en segundo, porque aprendí una metodología de dirección empresarial en la que se alineaban los valores de la compañía con el respeto a las personas, propiciando que los cometidos laborales no se redujeran a un deber, sino que también proporcionaran placer.

 

Todo directivo tiene que desplegar sus capacidades para evitar desmotivar a su equipo

Esa estancia en Festo, donde acabé asumiendo la jefatura de ventas, me sirvió para crecer como directivo, adquiriendo dotes con los que manejar de manera óptima los recursos humanos. Fue precisamente en esa etapa cuando constaté que la motivación profesional responde en gran medida a tus propios estímulos. Ante ese escenario, el directivo tiene que desplegar todas sus capacidades para evitar desmotivar a su equipo, generando un ambiente propicio, garantizando que sus efectivos estén satisfechos en el ámbito salarial y de condiciones laborales, al tiempo que —y esto es muy importante— cuida la comunicación y fomenta la formación. En verdad, ir formando a los equipos resulta fundamental, no solo para brindarles las herramientas y aptitudes necesarias para su cometido, sino, también, porque los empleados suelen valorar muy positivamente que la compañía invierta en ese capítulo: pocas facetas resultan más motivadoras e ilusionantes para los miembros de una entidad. Y el cuidado en la comunicación también hay que observarlo, ya que incide decisivamente en el apego corporativo, de ahí la importancia de prestar atención a cómo se redacta un correo interno para dar a conocer una decisión adoptada por la dirección. Con esas lecciones interiorizadas, emprendí un nuevo proyecto profesional en Voss, después de que un head hunter se pusiera en contacto conmigo para ofrecerme un puesto de responsabilidad en esta empresa, que contaba con una división de soluciones neumáticas.

 

Resulta deseable albergar inquietudes en determinados puestos

Si bien Festo era una compañía de mayor envergadura, me atrajo el proyecto propuesto por Voss porque me ofrecían una oportunidad de progresar laboralmente. Voss había vendido la división neumática a un fondo de inversión que decidió crear una marca específica para ella, Aventicx, y me proponían asumir la dirección general de la misma. No me gusta el cambio espontáneo, aunque tampoco me da miedo y, a medida que he ido adquiriendo experiencia, incluso llega a seducirme. En esa ocasión no fui yo quien se postuló, sino que acudieron a buscarme. Y acepté el envite, al convencerme de que en Festo a duras penas existían posibilidades de ascender. Por otra parte, me aburre hacer siempre lo mismo y los cambios me ayudan a superar esa situación. Creo que resulta deseable albergar cierta inquietud en determinados puestos. Y si tu perfil profesional es comercial, esa inquietud es imprescindible. En cambio, si ocupas una posición de director financiero o contable, ser inquieto puede revelarse incluso contraproducente. Mi trayectoria al frente de Aventicx duró tres años, hasta que la firma fue adquirida por el grupo Emerson, al que automáticamente me incorporé. No obstante, al cabo de un año regresé a Voss, en octubre de 2019, para hacerme cargo de la filial ibérica, con sede central en Sabadell y delegaciones en Madrid, Valencia, Bilbao y Sevilla.

 

España acusa las crisis de manera más profunda y tarda más en recuperarse

Me convertí en director general de Voss Fluid Iberia en el peor momento posible, pues al cabo de cinco meses estallaba la pandemia y se decretaba el confinamiento. En ese momento, el equipo estaba sobredimensionado, y hubo que proceder a una reducción de la plantilla. En los últimos años, la compañía había emprendido un crecimiento desordenado que había llevado a una situación de estancamiento. Era menester aprovechar la coyuntura para enderezar la situación y, dado lo delicado de la misma, concentrarnos en minimizar pérdidas y daños ante el obvio descenso en las ventas que acusamos al detenerse la mayoría de la actividad. Conseguimos contener las pérdidas en ese ejercicio, si bien la recuperación no fue tan rápida como habríamos deseado. A diferencia de otros países europeos como Alemania, Francia o Italia, España acusa las crisis de manera más profunda y tarda más en recuperarse. Tuvimos ocasión de comprobarlo con el crac del 2008, cuando Alemania logró recuperarse prácticamente al cien por cien al año siguiente, mientras que en España fuimos arrastrando problemas durante un largo ciclo.

 

Somos fabricantes prémium y proveedores de calidad en sistemas de conducción de fluidos a alta presión

La nuestra es una compañía alemana creada en 1931 por Hermann Voss, quien, ante la ausencia de descendientes, decidió crear una fundación que salvaguardara la continuidad industrial de la empresa y los puestos de trabajo generados. En esa fundación participan el Ayuntamiento de Wipperfürth, donde se halla la sede de la matriz, así como un banco. Dirigida por Thomas Roethig, Voss cuenta con dos divisiones: la de automoción, orientada a la provisión de componentes para camiones, coches y otros vehículos, y la hidráulica o de fluidos, cuya filial ibérica me corresponde pilotar. En la industria hidráulica existen dos tipos de componentes: los actuadores (formados por cilindros, bombas, pistones…) y los accesorios, que tienen la misión de conducir los fluidos a través de racores, tuberías y uniones. Voss produce una parte de estos accesorios y nuestra subsidiaria se encarga de comercializar esos productos, además de comprar a proveedores de otras marcas distintos accesorios que nos permitan dar una solución completa por lo que respecta al circuito oleohidráulico. Aunque nuestro origen se sitúa en las soluciones para la conducción de fluidos a alta presión, disponemos de racores y de tubería rígida y flexible para satisfacer las necesidades, también, de la media y la baja presión. La nuestra es una industria con escaso impacto ambiental, que se reduce a la polución que pueden producir los vehículos de nuestro equipo comercial, pues en España solo realizamos ensamblaje de piezas, las cuales suelen ser de hierro, reciclables y reutilizables al 100% si las fundimos. Aun así, disponemos de la ISO 14000 de gestión medioambiental y de la ISO 9001 de control de calidad. El personal de Voss Fluid Iberia está formado por setenta profesionales que demuestran una alta dedicación y fidelidad a la compañía. Nuestra plantilla la constituyen trece comerciales, medio centenar de personas que operan en los talleres de producción y en el almacén y ocho personas más, en los departamentos administrativos. Gracias a su buena labor, contamos con un millar de clientes activos en nuestra cartera, si bien concentramos nuestros esfuerzos en el centenar y medio que nos asegura el 80% de la facturación. Nos volcamos por completo en esos clientes principales, manteniendo un estrecho contacto con ellos para conseguir satisfacer plenamente sus necesidades y reforzar nuestra condición tanto de fabricante prémium como de proveedor de alta calidad en sistemas de conducción de fluidos.

 

El peso de la industria constituye un termómetro de la innovación de un país, pues ambas están vinculadas

La recuperación de la fabricación que en su día se deslocalizó resulta interesante en función de la tipología de producto, según su valor y la urgencia con la que el mercado lo requiere. Pero, también, está supeditada a la estrategia. Si eres un líder tecnológico, no necesitas acudir a determinados países para producir; pero sí si compites por costes. En nuestro país resulta difícil competir en precio. Otro factor decisivo reside en las posibilidades de automatización de los procesos productivos. Si tienes opción de automatizar en Europa, esos costes pueden resultar equiparables a una industria oriental intensiva en mano de obra y merecer la pena contemplar esa inversión. Pero no podemos hablar de normas rígidas en el terreno de la deslocalización, ya que está sujeta a la estrategia a aplicar, que depende, asimismo, de lo que valore el cliente del producto a fabricar: la calidad, el precio, la innovación, el servicio… El factor precio esconde una vertiente perversa, ya que, si apuestas constantemente por comprar barato, corres el riesgo de abaratarte a ti mismo. A fuerza de aspirar a un abaratamiento constante, acabamos reduciéndolo todo, incluidos la calidad y nuestros propios sueldos. Las empresas que, en su día, decidieron externalizar la producción a Asia y ahora se plantean trasladarla de nuevo aquí demuestran una clara desorientación en su estrategia. A ello se le une el haber cedido el know how a esos países. Se trata de un capítulo del que deberían haber extraído ilustrativas lecciones, tanto los empresarios como los políticos que, con su cuestionable gestión, no evitaron dicha práctica. Por supuesto, sería deseable que en España la industria adquiriera mayor protagonismo. En Alemania, representa el 50% del PIB, y en Italia, el 40%. El peso de la industria constituye un termómetro de la innovación de un país, pues ambas están vinculadas. Y si pretendemos dar oportunidades profesionales a los licenciados universitarios, es necesario fomentar el desarrollo industrial.

 

Escasez de suministros e incremento del precio de la materia prima

La crisis de suministro nos afectó considerablemente en la gestión del aprovisionamiento, ya que nos obligaba a realizar pedidos con mayor antelación y a elevar el nivel del stock de seguridad, ante el retraso en el servicio. Todavía estamos acusando las consecuencias. A esta circunstancia se le unió el incremento de los costes de las materias primas, algo que es imposible repercutir íntegramente en el mercado, lo que tuvo un notable impacto en la reducción de nuestros márgenes. Aunque el incremento del precio de la energía también ha tenido su incidencia, la afectación para nosotros ha sido bastante menor. Tampoco creo que las empresas sopesen deslocalizar su fabricación a consecuencia de este factor.

 

Dudo que el coche eléctrico basado en una batería se erija en la solución de movilidad del futuro

Por otra parte, dudo que el coche eléctrico basado en una batería se erija en la solución para la movilidad del futuro, pues difícilmente conseguirá una capacidad de recarga suficientemente rápida y una autonomía que le permitan hacer obsoleto el motor de combustión. La única opción que veo factible reside en la solución basada en el hidrógeno, donde, en vez de recurrir a una batería, se dispone de un transformador que convierte ese gas en tensión, con lo que bastaría con acudir a la estación de servicio para, en vez de gasolina o gasoil, repostar hidrógeno. Los obstáculos residen en la producción de hidrógeno, que habría que contemplar con fuentes sostenibles, pero sobre todo en su transporte, dado que no se revela económicamente viable en volúmenes elevados. Sé de buena fuente que se están analizando fórmulas para transportar hidrógeno en forma líquida, aprovechando el amoníaco, en cuya composición intervienen tres átomos de ese gas. Para conseguir una distribución capilar óptima y rentable, la solución consistiría en construir, cerca de las ciudades, miniplantas de transformación de hidrógeno a partir de amoníaco que permitirían abastecer a la población y salvar el problema del transporte desde las plantas generadoras.

 

La Inteligencia Artificial nos asoma al riesgo de hacer realidad la película Terminator

Estamos asistiendo a un espectacular desarrollo de la tecnología y del entorno digitales, donde la Inteligencia Artificial (IA) cobra protagonismo. Aun así, nos estamos quedando con aspectos anecdóticos en esa faceta, en la que todavía existe mucho terreno por explorar y recorrer. En el futuro, pueden resultar interesantes algunas aplicaciones, como la posibilidad de realizar reuniones presenciales con los clientes a través del metaverso. Pero hay que prestar atención a los acontecimientos y observar cierta precaución, pues la IA nos asoma al riesgo de hacer realidad la película Terminator, ya que, si el dispositivo es capaz de simular el funcionamiento del cerebro humano, esa máquina acabará tarde o temprano adquiriendo consciencia de existir y de lo que es, con todos los graves problemas que eso puede comportar en su toma de decisiones contra las personas, a las que identificaría como una potencial amenaza. Ignoro si llegaremos a verlo, pero quienes tienen más probabilidades para asistir a ese escenario son los jóvenes.

 

Las nuevas generaciones muestran un planteamiento distinto ante la vida, trabajando para vivir y no al contrario

En líneas generales, las nuevas generaciones hacen gala de menos ambición en el ámbito laboral, posiblemente porque han crecido en un entorno en el que han tenido todo a su alcance y eso ha provocado que no tengan tanta «hambre» de medrar como exhibíamos nosotros, que tal vez resultaba excesiva. Muestran un planteamiento distinto ante la vida, trabajando para vivir y no al contrario, una mentalidad que no solo es respetable sino, incluso, inteligente, ya que puedes acabar invirtiendo tanto tiempo en tus deberes profesionales que ni siquiera dispones de horas para disfrutar de lo que ganas y de tu familia.

 

La auténtica felicidad se descubre a través del esfuerzo

Precisamente en mi familia, formada por Marta y por nuestros hijos, Alessandro y Eduardo, encuentro la principal razón de mi vida. Quiero agradecerle a mi esposa el respaldo incondicional que siempre me ha prestado y confío en prolongar durante muchísimos más esta feliz relación. También deseo que mis hijos, de 19 y 17 años respectivamente, alcancen la auténtica felicidad, que se descubre a través del esfuerzo. El mayor ha iniciado los estudios de Finanzas y Contabilidad y el menor está finalizando el Bachillerato. Al mismo tiempo, resulta justo transmitir un agradecimiento al equipo humano de Voss Fluid Iberia, cuya entrega, excelencia y calidad son un constante motivo de orgullo.