Dr. Daniel Hernández Ruipérez
Fotografia cedida
Pròleg, TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

Dr. Daniel Hernández Ruipérez

Rector de la Universidad de Salamanca

Texto del 27/02/2013

“El valor de este libro radica en ofrecer una visión panorámica de la realidad empresarial española”

“A nivel industrial, se debe incrementar el porcentaje del PIB dedicado a I+D+i, y a nivel académico, facilitar cauces que permitan el libre ejercicio de las universidades para contratar a su profesorado y fomentar la investigación”

Me complace sobremanera participar en un libro como este, cuyo valor radica en ofrecer una visión panorámica de la realidad empresarial española, algo que constituye un punto de partida imprescindible para proponer vías para salir de la crisis que nos acucia.

Como nadie ignora, la Universidad de Salamanca lleva asociada desde sus ilustres inicios un más que merecido prestigio humanístico, jurídico, lingüístico y literario. Igualmente relevante es, en la actualidad, su excelencia en los sectores de biomedicina, química y farmacia, con participación, por citar dos ejemplos, en el Centro de Investigación del Cáncer y, con contratos de investigación y desarrollo de patentes creadas en el propio campus universitario con empresas multinacionales implantadas en España, lo que se traduce en la transferencia de un gran caudal de conocimiento intelectual.

Además, la universidad ha impulsado la creación de un parque científico como estrategia para fortalecer la interacción entre el entorno investigador y el tejido industrial del país. Instalar estos parques conlleva un esfuerzo enorme, por lo que nos satisface en extremo el buen funcionamiento que está demostrando el nuestro, al dar empleo a más de 500 personas, 300 de ellas tituladas aquí o en universidades vecinas.

Lamentablemente, en España no se halla arraigada una cultura de colaboración entre universidad y empresa, no existiendo tampoco una concienciación social de la importancia que dicho maridaje representa a la hora de mejorar nuestro actual modelo económico. Las pymes, principales generadoras de empleo en nuestro país, temen infundadamente que la universidad no les preste la atención debida, cuando lo cierto es que nos enriquece colaborar con ellas.

No obstante, debemos tener también presente que la altura y calidad de muchos ámbitos de la ciencia y del conocimiento no se mide únicamente por sus patentes, sino por mantener la mayor cantidad y amplitud de investigación posible. Un modelo de transferencia de conocimiento en el campo de las humanidades lo representa nuestro sistema de franquicias que permitirá abrir en el extranjero centros donde impartir el español, segundo idioma más utilizado en el planeta.

En este sentido, cabe destacar la fuerte vocación iberoamericana que recogen los estatutos de la institución salmantina, pues no en vano algunas de las primeras universidades de Latinoamérica se fundaron tomándolos como modelo. Actualmente hemos incrementado la colaboración con Brasil mediante nuestro Centro de Estudios Brasileños y con programas como Universidad para Todos (Prouni), creado por el ex presidente Lula da Silva para impulsar el acceso a la educación superior de estudiantes con escasos recursos económicos, en el que somos la única universidad receptora de estudiantes fuera de Brasil.

En resumen, dos cosas estimo urgentes de ser atendidas por el país: a nivel industrial, se debe incrementar el porcentaje del PIB dedicado a I+D+i, y a nivel académico, respetar el libre ejercicio de las universidades para establecer políticas de plantilla sin las actuales restricciones legales, que permitan afrontar los retos de futuro. Y añadir, tan solo, que la Universidad de Salamanca cumplirá 800 años de existencia en 2018, celebrando así los ocho siglos que el sistema universitario español lleva transmitiendo cultura y saber al mundo entero.