Dr. Francesc Xavier Grau Vidal
Fotografia cedida
Pròleg, TH, 4t-5è VOLUM. El crac del 2008. La crisis que cambió el mundo.

Dr. Francesc Xavier Grau Vidal

Rector de la Universitat Rovira i Virgili

Texto del 12/03/2013

“El principal reto de la economía española es el favorecer la transformación de nuevo conocimiento en innovación, en nuevos productos y procesos para mejorar la competitividad del país a medio plazo”

El sistema universitario español es uno de los más compactos de Europa, con menos universidades financiadas públicamente por habitante, y con elevados índices de eficacia y eficiencia (ver “La universidad pública española: Retos y prioridades en el marco de la crisis de primer decenio del siglo XXI”, en http://www.urv.cat/universitat/organs_govern/rector/es_publicaciones.html). A pesar de esta positiva posición en relación a los recursos de que dispone y de haber progresado continuamente durante los últimos 30 años, su actual nivel de desarrollo no se corresponde aún con la posición socioeconómica de España en el mundo. Un nivel de desarrollo que, en el contexto actual de fuerte reducción de los ingresos públicos, se ve seriamente amenazado junto con todos los servicios públicos que están en la base de un estado de bienestar. En el caso de las universidades, la afectación tiene un doble efecto, pues, además de en su función de educación superior, incide en la generación de conocimiento y en su transformación en valores culturales, sociales y económicos, elementos que sobre los que hay acuerdo en que forman parte de la solución y la receta de futuro.

En esta preocupante situación, la universidad española se enfrenta a los que, en mi opinión, son los cinco retos más importantes: mejorar el nivel de confianza que la sociedad española tiene en su universidad, mejorar su eficacia y su eficiencia mediante la reforma del sistema de gobernanza, mejorar la eficacia y la eficiencia del sistema de investigación, favorecer la transformación de nuevo conocimiento en innovación en productos y procesos para mejorar la competitividad del país a medio plazo y contribuir a activar los recursos económicos de que dispone el país.

Para ello es necesario: 1) ofrecer periódicamente información pública fehaciente, rigurosa del estado del conocimiento, la ciencia y la innovación en nuestro país; 2) reformar los mecanismos de participación directa de la sociedad en el gobierno de la universidad, 3) integrar la investigación de organismos públicos y universidades, 4) establecer un sistema de financiación de la investigación que incorpore la financiación basal de departamentos universitarios, 5) desarrollar una política de apoyo a la innovación en la empresa que revierta en inversiones reales en I+D, 6) fomentar la contratación estable doctores para desarrollar o dirigir proyectos de investigación en la misma empresa, 7) favorecer una mayor reinversión de la empresa en proyectos de investigación, 8) impulsar una red de centros tecnológicos especializados y potenciar su colaboración con las pymes, 9) impulsar en toda la administración pública la contratación de doctores en los ámbitos de desarrollo e innovación y 10) activar la riqueza generada en España mediante los mismos mecanismos con que lo hacen la gran mayoría de países de la UE-15, lo que seguramente significa la aplicación de medidas activas que promuevan una mayor justicia y rigor fiscal que elimine los que, según se ha publicado y reconocido por el Gobierno, son niveles excesivos de volumen de economía sumergida y fraude fiscal.

Solo una apuesta decidida por el conocimiento y su aplicabilidad como base de generación de valor nos permitirá avanzar hacia una recuperación económica sostenible.