Texto del 14-11-2012
Para el ingeniero industrial al frente de esta empresa de instrumentación, automatización y control de procesos, invertir en investigación y educación es el modo más eficaz de asegurar al país un futuro económico. Ante ello, nuestro actual Gobierno debería comprender el sentimiento general de la ciudadanía y actuar conforme a sus necesidades, tales como el estímulo del empleo o una concepción territorial que deje de lado anacrónicos centralismos.
Un quijotesco inicio de la andadura empresarial
En 1983, año en que Bizkaia sufrió con crudeza la gran desindustrialización por la que pasaba el país, se constituyó en el sector de la ingeniería una nueva disciplina: la del automatismo, la instrumentación y el análisis, especialidad muy rara entonces en el entorno del cambio ideológico y tecnológico que estaba afectando a las industrias en general y a las refinerías y empresas energéticas en particular. A pesar de carecer de la mínima cultura empresarial, y puesto que se hallaba la industria vasca tan falta de técnicos especializados, nos reunimos tres socios para levantar, con un pequeño capital inicial y verdadero entusiasmo, el proyecto que llegaría a ser Grupo Miesa. Sin duda eran tiempos difíciles para crear una empresa; tanto, que el abogado de Bilbao al que recurrimos para legalizar las escrituras, nos dijo: “A los locos no les cobro”, y no nos cobró nada por su trabajo.
Instrumentación, automatización y análisis y control de procesos
Grupo Miesa cuenta con amplia experiencia en instrumentación, automatización y control en las áreas petroquímica, industrial y energética, y nos hemos especializado en la reforma y mejora de instalaciones antiguas, labor que exige pasar muchas horas en las instalaciones y disponer de personal muy cualificado que sepa evaluar exactamente sus funciones. Ofrecemos un alto nivel de coordinación con las demás disciplinas relacionadas con nuestra actividad, así como de implementación de controles de calidad y auditorías que aseguren una progresión eficiente de los trabajos, y automatizamos todos los parámetros de control de una refinería según las necesidades de calidad y cantidad de los productos, con lo que reducimos al máximo la mano de obra, evitando así fatigantes turnos de noche y posibles fallos debido a las no siempre óptimas condiciones de ejecución de un trabajador manual.
Trabajamos con grandes compañías como Petronor, Repsol, Técnicas Reunidas o Iberdrola
Somos una empresa mediana de unos 220 trabajadores fijos que no pertenece a ningún grupo empresarial concreto, pero nuestro elevado grado de competencia nos permite trabajar con algunas de las más grandes compañías del sector, como Petronor, Repsol, Técnicas Reunidas o Iberdrola, participando así en proyectos de envergadura tales como la instalación termoeléctrica de ciclo combinado de la central térmica del puerto de Barcelona, la ampliación de la refinería de Sines, en Portugal, o la de Cartagena, sin duda la mayor obra de ingeniería del mundo de estas características realizada hasta la fecha.
Obras muy especializadas en cualquier parte del mundo
Trabajamos mucho en Francia, pues en ocasiones nos queda más cerca que algunas ciudades españolas, aunque también hemos realizado pequeñas obras muy especializadas para Finlandia, Reino Unido o Rumanía. Concretamente, Técnicas Reunidas ha contado con nosotros en un proyecto de refino para Arabia Saudita, una obra no tan importante quizá en cuanto a volumen pero sí en cuanto a su altísimo grado de especialización.
Ingeniería de detalle a medida
Partiendo de ingeniería conceptual, nosotros desarrollamos ingeniería de detalle. Los proyectos desarrollados exigen que tengamos una cierta complicidad con los clientes, los cuales requieren respuestas rápidas y eficientes, de ahí que una infraestructura logística eficaz resulte clave para realizar de manera satisfactoria nuestra labor. La experiencia que hemos acumulado en procesos internacionales de importación y exportación a lo largo de más de 25 años nos permite ser capaces de coordinar el flujo específico de materiales para cada obra; es decir, que nuestros proyectos son, por decirlo así, trajes a medida, durante cuya confección el cliente realiza un seguimiento exhaustivo del proceso.
La confianza del cliente se consigue con años de trabajo bien hecho
El nuestro es un mundo pequeño en el que todos nos conocemos, incluida, claro está, la competencia. Muchos de nuestros clientes acaban siendo amigos, por lo que resulta natural que sean ellos quienes contacten con nosotros y den opción a oferta. Es fácil por tanto moverse en este entorno y saber navegar entre las empresas; no obstante, la profesionalidad y la ética en el trabajo resultan primordiales, pues ser empresario no significa hacerse rico, sino desarrollar bien el trabajo durante años para conseguir la confianza del cliente. La negociación con nuestros clientes se desenvuelve en el aspecto técnico más que en el presupuestario, y en muchas ocasiones somos nosotros quienes financiamos a los grandes y no a la inversa; pero lo importante es que exista un margen suficientemente amplio de libertad para trabajar con tranquilidad sin descuidar nunca lo principal, esto es, la seguridad máxima en la obra ejecutada.
Materia de la Universidad de Deusto dedicada a nuestra especialidad
La Universidad de Deusto, la cual nos surte con frecuencia de nuevos ingenieros, imparte una especialidad de nuestra categoría dedicada a la automatización y la electrónica. Los alumnos, a través de clases prácticas con maquetas reales, tienen la oportunidad de familiarizarse con el concepto industrial que desarrollarán en las empresas para las que trabajarán en el futuro.
Especular, triste filosofía del país
Durante muchos años la filosofía del país se ha centrado en la especulación, dejando a un lado la creación real de riqueza, mientras que al ciudadano que trabajaba ocho horas diarias para ganarse honradamente su sueldo se le consideraba poco menos que un infeliz. A este respecto, la clase gobernante, siempre enfocada a instaurar leyes a su medida y conveniencia, agravó dicha situación.
Invertir en educación e investigación es invertir en futuro
Invertir en investigación y educación no es un gasto sino una necesaria inversión de futuro, porque innovar es estar en el mercado, y todas las empresas pueden hacerlo en mayor o menor medida. Además, aunque España no es un país rico en materias primas ni en grandes industrias, y carece de un tejido empresarial sólido, hay que tener en cuenta que el principal activo de nuestro país es la población, por lo que invertir en su formación representaría nuestra mayor apuesta económica.
Incomprensión de los bancos ante los proyectos empresariales
Son muchos los casos de empresas que no se hallan en condiciones de financiarse a sí mismas o de hacer frente a las exigencias puntuales de liquidez que generan. Los empresarios son conscientes de la importancia de su capacidad de negociación frente al sector bancario y dedican grandes esfuerzos a implementar técnicas y estrategias que les ayuden a conseguir los objetivos que el departamento financiero de su compañía se ha propuesto como metas, aunque, lamentablemente, los bancos no son proclives a atender ni entender los proyectos que las empresas les presentan.
Los desahucios: una auténtica indignidad social
La crisis económica ha incrementado en los últimos años de forma espectacular la cifra de ejecuciones hipotecarias. Los casos de desahucios de familias en situación de extrema y urgente necesidad responden a una mala gestión por parte de los bancos y constituyen una auténtica indignidad social, porque muchos ciudadanos no son culpables de hallarse desempleados, por lo que la solución del problema debería encauzarse de un modo más humano.
El tiempo no resuelve los problemas
La máxima prioridad de nuestro actual Gobierno es la de crear empleo para poder salir cuanto antes de la crisis, o al menos este es el sentir de muchísimos españoles, y los políticos han de saber responder a dicho sentimiento, porque el tiempo, por sí solo, no resuelve los problema; más bien los complica.
En el País Vasco la huelga apenas tuvo relevancia
La huelga del 14-N apenas tuvo relevancia en el País Vasco, porque allí, entre los empresarios y los ciudadanos se comparte la idea de que las huelgas sindicales no sirven de nada. La extrema situación de desempleo que vive el país no hace sino ahondar en la progresiva divergencia existente entre sindicatos y trabajadores, aunque es cierto que no hay otra forma de “castigar” la deficiente gestión política y de manifestar el disgusto social.
Utilizar bien los fondos recaudados por Hacienda
Los ciudadanos han de tributar a Hacienda para lo bueno y para lo malo. Se impone, pues, una unidad fiscal nacional y europea, y no importa tanto, por ejemplo, lo alto que sea el impuesto de sociedades para una empresa, sino el modo en que se utilice la recaudación obtenida; además, convendría evitar poner tantas trabas administrativas a los proyectos empresariales.
Caducidad de una visión territorial centralista y excluyente
La visión que transmite Madrid como capital está impregnada de un excluyente centralismo que hace que las provincias parezcan sometidas a su constante tutela, lo que refleja un cierto candor impropio del siglo en que estamos, pues la España colonialista y, al mismo tiempo, encerrada en sí misma de Felipe II pertenece a un pasado muy remoto. Por lo tanto, ha llegado la hora de reformar, dentro de un clima respetuoso y amigable, el ordenamiento jurídico relativo a la configuración territorial del Estado que ya ha quedado obsoleto y a nadie satisface.