JUAN MIGUEL SALAS TORNERO
JUAN MIGUEL SALAS TORNERO
TH, 3r VOLUM. El estado de derecho después de 1978

JUAN MIGUEL SALAS TORNERO. DESPACHO MONSALUD

Texto del 07-01-2009 .
Fotografía cedida por Juan Miguel Salas.

Para mejorar nuestra legislación, Juan Miguel Salas aboga por una regeneración de la técnica jurídica de las leyes. En posesión de la Medalla de Oro de la Cámara de Comercio e Industria y Navegación de Sevilla y de la del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España, ha combinado su labor de abogado con diversos cargos de relieve, entre los que destacan el de ex presidente del Consorcio de Cámaras de Comercio e Industria y Navegación de Andalucía y el de vicepresidente del Consejo Económico y Social de Andalucía. Defiende, asimismo, la institución monárquica por un criterio de utilidad.

Consejo Económico y Social, un órgano consultivo del Gobierno

Ejercí como presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, durante dos mandatos, en plena transición política. También fui cofundador de organizaciones empresariales nacionales, regionales y locales. He sido presidente del Consorcio de Cámaras de Comercio e Industria y Navegación de Andalucía y actualmente soy presidente de la Comisión de Relaciones Institucionales de la Confederación de Empresarios, presidente de la Fundación Nao Victoria, coordinador general de la Escuela Andaluza de Economía y vicepresidente del Consejo Económico y Social de Andalucía, así como de vocal del de España. El Consejo Económico y Social es un órgano consultivo del Gobierno en asuntos socioeconómicos y laborales, conformado por organizaciones empresariales sindicales y representativas de los intereses de la ciudadanía. Considero que el Consejo Económico y Social es una herramienta muy útil, siempre que exista la voluntad política de aceptar los acuerdos unánimes que se dan en los informes que se remiten por parte de éste al Gobierno.

Antes de morir Franco, las fuerzas sociales del país ya sabían que España debía encaminarse a una democracia de corte europeo

Creo que el período más interesante de la historia reciente de España es el de la Pre-transición: no podemos entender todo lo acontecido en la España posterior a 1975 sin una idea clara de lo que sucedió con anterioridad. Durante los siete años que precedieron a la muerte de Franco, el General había entrado en un declive biológico sin contar con un sucesor para el régimen. Ya en aquel momento, tanto las fuerzas que habían participado activamente en la supervivencia del franquismo, como aquellas que desde la oposición lucharon en su contra, sabían que, dadas las condiciones políticas, económicas y sociales del país, España no tenía más salida que la de encaminarse hacia una democracia de corte europeo.

 

La Guerra Civil fue un fracaso histórico tanto para la derecha como para la izquierda

Quizá de forma tácita, tal y como acostumbran a devenir los grandes acontecimientos históricos, los españoles tuvieron claro que la violencia no era una solución para el país. Creo que el tardofranquismo condujo a la burguesía y a ciertas esferas de la aristocracia socioeconómica del país al proceso democrático. El estallido de la Guerra Civil española había sido la demostración de un fracaso histórico de todo el país, tanto por parte de la derecha como de la izquierda.

Partidario de la cautela en cuanto a modificar la Constitución

En cuanto cuerpo legislativo, la Constitución puede ir adaptándose a los tiempos y, paralelamente, cada cierto período sería efectivo realizar alguna enmienda sin llegar a desmembrar su bloque fundamental. Considero que nuestra Carta Magna tiene la virtud de representar una norma de consenso que encarna un gran pacto nacional cimentado en una serie de circunstancias históricas únicas. Soy partidario de ser muy cauto en cuanto a las modificaciones de la Constitución. Pienso que, si se llegara a realizar algún cambio, éste debería acometerse desde la prudencia y la necesidad. Sabemos que, a pesar de que a nadie le agrada al 100%, es un texto consensuado y, por tanto, una opción que garantiza estabilidad y concordia, así como avalada por el mejor de los resultados posibles.

 

Leyes más consensuadas y mejor redactadas

Creo que la clase política española a menudo cae en la tentación de dictar demasiadas normas. Opino que sería importante legislar teniendo en cuenta aspectos que van desde la vida cotidiana hasta la actividad económica y la cultura. Para mejorar, las leyes deberían estar más consensuadas y mejor redactadas. En nuestro país, además, existe al respecto un escollo difícil de sortear: disponemos de 17 legislaciones diferentes que, en parte, están fragmentando no sólo nuestra realidad político-cultural, sino también económica. Esto, lógicamente, nos afecta a todos.

 

Nos sobra política y nos falta sentido técnico

Los partidos políticos son entidades absolutamente necesarias para la existencia de un sistema democrático, pero la mayoría de sus líderes, una vez acceden al poder, no actúan pensando a largo plazo y pocas veces ejercen más allá de los intereses de su partido. En este aspecto, pienso que todavía somos un país imberbe: nos sobra política y nos falta sentido técnico, y es importante mencionar que la técnica jurídica es algo imprescindible, puesto que representa la claridad y determinación de una buena legislación.

 

Modernización del ordenamiento jurídico

El ordenamiento jurídico español demanda una modernización evidente. No podemos seguir con tantas dilaciones; los procedimientos judiciales deberían ser mucho más breves. El poder judicial, uno de los tres pilares del Estado, está en manos del funcionariado y ello conlleva una forma de obrar donde prima la impunidad y la burocracia. En un mundo cada vez más veloz, marcado por la tecnología, no se puede obrar con una Justicia que, en cuanto a plazos, está anclada en el siglo xix. Deberíamos acudir a procedimientos mucho más lógicos y expeditivos, en los cuales el juez tuviera mayor capacidad de resolución. Y, para conseguirlo, no solamente necesitamos más jueces, sino también es urgente una modificación en profundidad de la Justicia, en donde la eficiencia sea, si no el único valor, por lo menos el más importante.

 

Hemos crecido por encima de nuestra capacidad de ahorro

La crisis económica presente ha sobrepasado fronteras porque ha afectado al sistema financiero mundial. En el caso de España, el capital no llega a las pequeñas empresas. Hemos estado creciendo por encima de nuestra capacidad de ahorro sin tener conciencia de que existía una deuda con entidades extranjeras. Debido a la recesión mundial, estas entidades exigen ahora la devolución de los préstamos efectuados con anterioridad y nuestro déficit es el resultado de haber estado importando capital durante los últimos diez años. Se da la paradoja de que la banca recibe fondos de los distintos planes del Estado, pero ese dinero no va a parar al particular o a la empresa, sino a los bancos de los países que nos facilitaron crédito en su momento.

 

“Café para todos”

Con la popular frase de “café para todos”, el entonces ministro de Regiones, Manuel Clavero Arévalo, exigía para Andalucía las mismas condiciones que iban a recibir las nacionalidades históricas de Cataluña, el País Vasco y Galicia. Ya que no tenemos otro referente, hoy en día no podemos saber si aquella fórmula fue o no acertada. De todos modos, creo que derivar ciertas competencias es algo óptimo, porque los centralismos, por muy democráticos que sean, siempre son complicados. Pienso que, en el caso particular de la Comunidad Andaluza, disponer de autonomía ha dejado un saldo positivo. Andalucía pasó de ser, a principios del siglo xix, la región económica más importante de España a figurar como una de las más desfavorecidas tras la muerte de Franco. Hoy, aunque seguimos estando en una situación inferior, hemos mejorado enormemente.

 

Desarrollo y diversidad

Los ciudadanos europeos cada vez pedimos más y mejores servicios, pero debemos ser conscientes de que las posibilidades de las haciendas locales, regionales, comarcales o estatales son limitadas. Últimamente, España ha hecho un destacado esfuerzo en mejorar sus infraestructuras. Creo que el concepto de autonomía, que ha conllevado el hecho de acercar la Administración al ciudadano, ha sido un gran acierto, no sólo por su contribución al desarrollo del país, sino porque España está formada por comunidades que han tenido culturas, vidas y formas de entender la realidad muy diferentes.

 

Algunos pactos políticos son contraproducentes

Aquellos aspectos que han tenido un mal funcionamiento dentro del sistema autonómico mayoritariamente son consecuencia de pactos realizados entre los partidos políticos a favor del Gobierno central. Si dentro de algunas comunidades hoy en día tenemos, por ejemplo, un mal sistema educativo, es porque, cuando un partido ha necesitado pactar para así poder gobernar en Madrid, ha buscado apoyo en partidos de corte nacionalista, los cuales han conseguido mayor independencia para sus comunidades. No olvidemos, pues, que ciertos disparates de nuestro sistema actual han surgido a partir de que los dos partidos gobernantes en las últimas décadas han pactado con algunas autonomías para obtener el poder.

 

Por criterio de utilidad, la población prefiere la monarquía

En la historia de España hay dos experiencias republicanas, pero ninguna de ellas acabó por cuajar. Tengo la impresión de que la mayoría de la población del país no se plantea si es o no monárquica, sino que, por un criterio de utilidad, en general acaba siendo partidaria de una monarquía como forma de gobierno. A mi juicio, dentro de la política española, en estos momentos, no hay una personalidad que pueda desarrollar con mejor talante y más prestigio las funciones de un Jefe de Estado, símbolo común de nuestro país, que el propio Rey don Juan Carlos.