Texto del 05-09-2012
Solo una unidad real de Europa, con un BCE fuerte, con una unidad fiscal apoyando la unida monetaria y con una política seria y consecuente, que vele por el bien común de todos los Estados miembro, permitirá que la crisis quede atrás y que estemos preparados para futuros y similares desequilibrios; tal es la opinión del presidente para la España y Latinoamérica de este grupo italiano dedicado a las bombas de agua y los motores sumergidos.
Forjado empresarialmente en los difíciles años de la Transición
En 1961, al terminar mis estudios de Perito Agrícola, comencé mi andadura laboral en el mundo del regadío y el agua. Al mismo tiempo, realizaba estudios de Marketing y Economía, estos últimos bajo la batuta de personalidades de la talla de Manuel Fraga y José Luis Sampedro. Durante los 15 años siguientes trabajé para una firma francesa de regadíos, y fue precisamente un cliente de dicha entidad quien me ofreció la oportunidad de formar parte de un proyecto empresarial propio, del que durante cinco años fui socio minoritario y gerente. Desde 1975 hasta 1980, el período de nuestra Transición democrática, se produjo una gran revolución sindicalista y el país sufrió un 24% de inflación. Fueron unos tiempos durísimos para el mundo empresarial, y algunas compañías como la nuestra se vieron abocadas al cierre. Sin embargo, ante tal revés no opté por el desánimo, sino que decidí empezar de nuevo con capital propio. Y desde ahí, hoy presido el consejo de Administración de Bombas Caprari, S.A., mientras que mi hijo, Luis Casares, es el actual director general de la empresa.
Distribución de bombas de agua
Distribuimos para España y Latinoamérica los productos del grupo Caprari, entidad familiar de origen italiano, con fábrica en Módena, que posee varias filiales repartidas por el mundo, con unos 700 empleados en total. En sus inicios, esta empresa se dedicaba a la fabricación de bombas de agua limpia para el riego, pero el proceso de producción fue evolucionando poco a poco y hoy día abarcamos todo tipo de agua, tanto limpia como residual. Es sabido que el agua es un bien básico e imprescindible, y por ello me siento muy orgulloso de trabajar en un sector tan fundamental y amplio.
Líderes europeos en bombas verticales para pozos
Dentro de Europa, Caprari presenta varios productos característicos. Uno de ellos son las bombas verticales para pozos, de las cuales somos líderes indiscutibles. Estas bombas alcanzan un límite de 250 metros de profundidad, un verdadero récord. Otro producto son las bombas sumergidas con motor incorporado, cuya producción nos coloca entre las diez mejores empresas de nuestro continente. En cuanto a bombas de agua residual para purificadores, estamos entre las seis firmas más importantes de Europa. Por lo que respecta a España, nos encontramos entre las siete u ocho empresas más relevantes del sector.
Producción hidráulica, motores sumergidos y fundición
Caprari engloba tres empresas: una dedicada a la producción hidráulica, otra a la fabricación de motores sumergidos y una tercera a la fundición. La compañía posee una fundición propia en Italia que lleva a cabo productos supercualificados para, entre otros sectores, la automoción de alta velocidad. En este sentido, gozamos de una producción de una altísima calidad y especialización; todo cuanto hacemos es exclusivo y muy resistente, y algunos de nuestros productos están preparados para trabajar en atmósferas agresivas (por ejemplo, en ambiente marino) o para bombear agua con arena, la gran enemiga de las bombas de extracción, pues produce en ellas un gran desgaste.
Todo el mercado de habla hispana, Portugal y sus ex colonias
Por norma, buscamos distribuir el producto entre el vendedor, el instalador, el ingeniero, el proyectista y las empresas grandes; nunca vendemos al usuario final para evitar así hacerle la competencia a nuestros clientes naturales. Desde España llevamos todo el mercado de habla española, incluida Cuba, quizá nuestro mejor cliente. También estamos presentes en Portugal y en algunas de sus antiguas colonias, como Mozambique y Angola. Y estamos a punto de abrir mercado en Brasil.
Pioneros en el uso de placas solares para generar la energía de las bombas
Desde la central de Italia siempre nos han dejado una extensa autonomía para tomar decisiones por nuestra cuenta y riesgo. Esto nos permitió desarrollar sin cortapisas nuestra propia I+D+i en busca de otros productos complementarios a la gama de la empresa, aumentando así la oferta. De ahí surgió una de mis grandes apuestas personales: un sistema de energía solar para mover las bombas, del que somos pioneros absolutos y que hemos exportado a las otras empresas del grupo, incluso a las de Italia, aunque fue una labor ardua. Hoy cualquier motor de corriente alterna se mueve mediante placas solares, con lo que se reduce la contaminación ambiental. El coste de la inversión de las placas resulta un poco elevado, pero apenas generan gastos de mantenimiento, lo que a la larga produce una gran rentabilidad. Y ahora estamos investigando un sistema giratorio de las placas con el fin de aprovechar todo lo posible las horas diarias de luz. En los dos últimos años hemos instalado unos 300 grupos de bombeo. Angola y Cuba son países con una gran potencialidad para desarrollar este sistema, puesto que allí la competencia solo dispone de bombas de corriente continua, no alterna. Nuestros comerciales de delegaciones están dando a conocer el producto mostrándolo en ferias o directamente al cliente.
No hay una verdadera concienciación sobre el ahorro del agua en España
Fui el primer importador de riego por goteo en España en el lejano año de 1976, lo que me valió ser considerado un fanático del sector. Hoy en día, todo el mundo riega por goteo; representa la centésima parte del consumo de agua, un ahorro grandioso. Lamentablemente, todavía no existe una verdadera concienciación respecto al ahorro del agua en nuestro país, donde aún se consume la alarmante cantidad de 250 litros diarios por persona.
Reducir el gasto público hasta un 30%
Para enderezar el país, lo primero que habría que llevar a cabo es una reducción drástica del gasto público, recortarlo hasta un 30%. Si lo consiguiéramos, seríamos autosuficientes y los problemas desaparecerían. El conjunto de la Administración pública, es decir el Estado central, las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos y la Seguridad Social, representan en conjunto un gasto enorme: el 43,6% del PIB.
Lo único que nos puede sacar de la crisis es el trabajo
Para apoyar al empresario y, por ende, generar empleo y riqueza para toda la sociedad, el Gobierno debería eliminar una serie de figuras que sangran las finanzas de cualquier compañía y aportan muy poco a la sociedad, al trabajador y, por descontado, a la empresa, y que difícilmente se traducen en beneficios para nadie. Es necesario ayudar al empresario para que este se atreva a crear empleo. El trabajo es lo único que nos puede sacar de la crisis.
Los intereses empresariales no están en contra de los derechos de los trabajadores
El empresario, necesariamente, ha de ser una persona creativa, ir siempre un paso por delante; pero al mismo tiempo debe ser muy consciente de los riesgos que asume. Desde esta óptica, el empresario es el primer interesado en contratar buenos trabajadores. Los intereses empresariales no van en contra de los derechos de los asalariados; es mentira que existan dos partes enemigas que simbolizan dos clases sociales diferentes.
Una clase gobernante que represente el verdadero sentir de la ciudadanía
El espíritu nacionalista y la actitud autocomplaciente de muchos políticos que tan solo piensan en los intereses partidistas han hecho mucho daño a España. La división autonómica del país fue necesaria en su día, pero hoy estamos pagando las consecuencias. Es hora de aplicar correcciones lógicas y dotar de otro contenido a las instituciones: necesitamos una clase gobernante que represente el verdadero sentir del pueblo.
Trabajar sin titubeos por una unión política europea
Nuestro futuro pasa por la unificación de Europa; por eso, debemos reformar la actual UE, carente de una auténtica unidad política. De hecho, hoy se imponen las directrices de Alemania, que ha convertido el euro en el marco. Por mucho que sea el Estado que más produce, debería ser más flexible con países como España e Italia, pues son sus dacronianas medidas las que están agravando la crisis en estas zonas. De acuerdo que ha de exigir a cambio una contraprestación, pero de forma seria, práctica y sensata, sin titubeos que desestabilicen o confundan al mercado exterior inversor.
Haber creado el euro sin una política fiscal común fue un gran error
Crear una moneda común para Europa antes de unificar la política fiscal supuso un descomunal error. Lograr una legislación fiscal que nos reglamente a todos nos permitirá estar en el futuro mejor equipados frente a situaciones como la actual y responder a las presiones internacionales para superar la crisis tras dos años en persistente estado de emergencia.
El BCE debe estar preparado para actuar con más decisión
Además de una unión política y fiscal, debe existir también una unidad bancaria. El BCE debe estar preparado para actuar más decididamente y dotarse de mecanismos centralizados de supervisión sobre el conjunto de la banca. Su control, como entidad superior, al menos ha de alcanzar un 50% del poder en las tomas de decisiones; el 50% restante de autonomía correspondería a cada país. La Comisión y el Consejo de la UE, el BCE y el Eurogrupo tienen que plantearse un cambio a fondo de la estructura de la Eurozona.
