Presidente de una entidad centenaria, líder en ventas de ron dentro del archipiélago canario, Rafael Méndez ha tomado el testigo familiar de una saga de cuatro generaciones dedicadas a la producción de este popular licor, cuya calidad y cuidadosa elaboración hoy está traspasando fronteras. Crítico con la actuación legislativa del anterior Gobierno, espera que el actual sepa inyectar confianza y apoyar económicamente sobre todo al pequeño empresario.
Una empresa familiar nacida en 1884
La empresa nace en el lejano año de 1884 como azucarera, por iniciativa de la familia Gourié. Don Alfonso Gourié contrató a un jefe de máquinas granadino para montar dicha industria, mi bisabuelo, Antonio Rodríguez Uribe, y este contrató a su vez a un joven avispado, mi abuelo, Alfredo Martín Reyes, quien se convertiría en yerno del anterior al contraer matrimonio con su hija en 1918. El cultivo en Canarias se ha centrado siempre en el plátano y el tomate debido a su alta rentabilidad, por lo que en 1920 la empresa dejó de ser azucarera y, hasta 1940, mantuvo una pequeña actividad como fábrica de alcohol. Mi abuelo fue comprando las distintas partes de la compañía a la familia Gourié y en 1942 inició su andadura como productora de ron. Arehucas es el nombre antiguo del municipio donde se halla la empresa. Hasta hace unos 20 años, cuando empezamos a abrir mercado en el exterior, nuestro producto ha sido siempre exclusivamente regional, y somos líderes de ventas en el archipiélago canario.
Importante volumen de ventas en la Península
En el año 1991 nos propusimos abrir mercado fuera de las islas. En 1993 nos introdujimos en la Península de la mano de un distribuidor importante, González Byass, que necesitaba entonces un ron para el mundo de la noche. Formamos equipo hasta 1998, aunque el resultado no fue el esperado ni para él ni para nosotros. Desde el 2000 hasta hoy hemos funcionado con distribución propia. En la actualidad, vendemos casi un 21% de nuestra producción al mercado peninsular.
Holanda, Alemania, China, Estados Unidos y Sudáfrica
En el extranjero mantenemos dos mercados, Holanda y Alemania; y desde hace aproximadamente un par de años también hemos empezado a introducirnos en Asia, sobre todo en China. Tras los dos últimos años luchando por hacernos un hueco en América, el arranque en Estados Unidos está siendo muy ilusionante. Una parte de nuestro ron se produce en destilerías propias, pero importamos gran cantidad de destilado de caña de Sudáfrica. A diferencia, por desgracia, de Latinoamérica, donde “ahorita mismo” puede ser “nunca”, la experiencia nos dice que el mercado africano es una garantía de continuidad. Sudáfrica es en buena medida un pedazo de Europa y están surgiendo grandes posibilidades de trabajar allí.
Empleamos el llamado procedimiento agrícola para hacer ron
Hay dos procedimientos para hacer el ron. Uno consiste en triturar la caña, obteniendo su jugo, que se fermenta y a continuación se destila: es lo que se suele denominar ron agrícola. Los rones jamaicanos se hacen así y en la Guayana Francesa siguen este proceso. El otro procedimiento extrae sacarosa de la caña de azúcar para obtener el azúcar en sí y un subproducto del mismo que es la melaza, la cual luego se destila, y se consigue un ron excelente, tan bueno como el primero. No obstante, la caprichosa leyenda distingue al primero por encima de este en cuanto a calidad. Esa misma leyenda califica a los rones cubanos como puros de caña, cuando en realidad son de melaza de caña. Nosotros empleamos el sistema agrícola.
El primer ron que se produce en España es de origen canario
El primer ron de que se tiene noticia se hizo en Alemania por unos monjes benedictinos, que importaron la caña de azúcar de Latinoamérica, a donde llegó previamente desde Canarias. Aquí permanece la tradición de tomar como aperitivo un trago de ron puro. El ron va dirigido de manera principal al segmento más popular de la población mundial, por eso tiene el volumen de venta que tiene. Por lo demás, se puede decir que el primer ron que se produce en España es canario.
Producimos alrededor de doce mil botellas a la hora
Importamos la caña de azúcar desde Sudáfrica y también aguardiente desde Guatemala. El aguardiente lo añejamos y se convierte en ron. El ron joven –oro y blanco– es el más vendido. El oro permanece entre uno y tres años en barrica y el blanco, entre seis meses y un año. Producimos cuatro millones de litros al año, unas doce mil botellas a la hora. En realidad somos una empresa pequeña dentro de un sector que se halla concentradísimo en grandes multinacionales, pero, para un mercado que siempre fue prácticamente regional, las cifras que manejamos son más que importantes.
Lo latino va asociado al ron
La calidad de cada tipo de ron es importante. Los hay que quieren el joven, otros eligen alguno con más cuerpo; siempre hay que valorar hasta dónde puede uno llegar. Saber qué potenciar según lo que cada mercado demande. La avalancha turística a las islas quizá haya ayudado a vender nuestro producto, pero la moda mundial de lo latino fue lo que nos potenció de veras. Lo latino va asociado indisolublemente al ron.
También fabricamos una amplia gama de licores
Fundamentalmente obtenemos ron, nuestro producto líder, y ron miel, una variante con 20 grados, que funciona muy bien en el mercado de exportación. Pero también fabricamos una gama de licores bastante amplia. Destilamos licor de plátano; licor de crema de un dulce llamado bienmesabe, postre típico canario; licor de chocolate, y de leche rizada, similar a la leche merengada. En cualquier caso, los licores suelen generarlos las modas y, como estas, desaparecen pronto del mercado.
Nueva tecnología que nos permite un seguimiento completo del producto
Nuestra tecnología de producción es nueva por completo. En los últimos años hemos invertido siete millones de euros en la línea de embotellado y de proceso de producción, sin financiación externa. Conseguimos así mayor producción y sobre todo cuidar al máximo todos los detalles de etiquetado y seguridad. Realizamos un seguimiento total del producto. En 1990 teníamos 96 personas, hoy somos 56. Pero esta disminución no se debe tan solo a la robotización, sino al hecho de que servicios que antes eran propios hoy son subcontratados.
Acuerdos nacionales con centros comerciales como El Corte Inglés y Alcampo
Las grandes áreas suponen el vehículo más importante y decisivo para llegar al público. Tenemos acuerdos nacionales con centros comerciales de relevancia como El Corte Inglés y Alcampo, pero nos sigue faltando presencia en el punto de venta. En Canarias somos el buque insignia, pues el nuestro es un producto nacional y estamos presentes en todas partes. Por otro lado, fruto de los tiempos es el que aparezcan marcas desconocidas de forma continua. A pesar de ello, nunca entramos en la batalla del “todo incluido”.
Siempre hay que adaptarse a los nuevos mercados
Tenemos un departamento de investigación y desarrollo para ir creando posibles licores nuevos y otro de análisis del proceso productivo desde la materia prima hasta el acabado final. Hay que ir modificando el producto y estar a la altura de los tiempos que corren. Si queremos crecer en mercados nuevos debemos adaptarnos a ellos. Es importante dar la sensación de que, por ejemplo, la etiqueta es siempre la misma aunque evolucione constantemente. El último cambio en este sentido fue brusco porque estuvimos 20 años sin modificar nada.
El anterior Gobierno practicó una política de gestos
La reforma laboral debió realizarse hace años. No obstante, le ha tocado llevarla a cabo al actual Gobierno. Se enfrentará con lo más duro y tal vez no pueda disfrutar de los resultados que consiga. Con los gobernantes anteriores estuvimos viviendo de una política de gestos durante mucho tiempo. Nos hallábamos inmersos en una situación muy grave y ellos la afrontaron con superficialidad. Todo lo que concebían era de cara a la galería. No adoptaron ninguna decisión relevante, y lo estamos pagando. Con ello no quiero decir que no adoptaran ninguna medida acertada, pero globalmente el resultado es negativo. Muchas de las decisiones que se adopten a partir de ahora vendrán marcadas por instancias europeas más altas.
Es más fácil ayudar a un pequeño empresario que a uno grande
Hay muchas asignaturas pendientes en España. Pero lo más importante es conseguir cuanto antes que el pequeño empresario pueda poner su empresa en marcha y comience a generar empleo. Es más fácil que arranque el pequeño empresario con dos empleados que no el grande con cien. El empresario ha de perderle el miedo a la situación actual, y lo hará si cuenta con flexibilidad laboral que potencie su resurgimiento.
Nuestro sistema autonómico supone ir de espaldas al mundo
España cuenta con demasiados organismos competentes para una misma actuación. En Canarias tenemos Policía Autonómica, Guardia Civil y un cuerpo especial de la Policía Local; son senderos que se bifurcan indefinidamente. Todo esto no es necesario, y supone un formidable gasto para el erario público. Nuestro sistema autonómico nos hace caminar de espaldas al mundo.
Quizá fuera positivo la creación de un “banco bueno”
Aunque no tengo una opinión formada al respecto, considero que la idea de crear un “banco bueno” por parte del Estado, como en su día se creó Argentaria, tal vez sea una medida positiva para inyectar fuerza y seguridad a la economía del país. En cualquier caso, el objetivo primordial es que el pequeño empresario disponga de algún organismo directo que le ofrezca el recurso de un crédito con que poder iniciar con cierta solvencia su negocio.