La pasión por la tierra y sus frutos característicos, el valor del esfuerzo y el trabajo cotidiano como única vía de generar riqueza y el indispensable compromiso social del empresario genuino sobresalen en el discurso de un emprendedor nacido en el seno de una ilustre saga familiar agrícola, que ha apostado desde siempre por la diversificación como forma de superar las crisis, y que critica la falta de ejemplaridad de los representantes públicos españoles.

Un linaje agrícola que data del siglo XVIII

Nuestros ascendientes se establecieron en la comarca del Ampurdán en el siglo XVIII, y dieron lugar a diversas ramas; la nuestra se asentó en la localidad de Garriguella, donde hemos desarrollado de manera fundamental actividades agrícolas ligadas a los dos grandes cultivos clásicos mediterráneos: la aceituna (la dedicación familiar tradicional), como propietarios de olivares, productores de aceite y dueños de almazaras, donde se muele la cosecha propia y la de otros agricultores del área, y la vid, como elaboradores del vino tradicional de la tierra. De hecho, el primer rastro documental de la dedicación de los Maset al sector primario data de 1827, cuando quedó registrada mediante una escritura notarial la compra de una viña.

Obtención de aceite de elevada calidad y singularidad

Las tareas vinculadas con la obtención de aceite ampurdanés, de elevada calidad y singularidad, por la ubicación de los olivares entre los Pirineos y el Mediterráneo, han sido el fundamento de la labor agrícola de los Maset, basada en el triturado de las olivas en el molino de piedra familiar, que se ubicaba en la Plaza de la Iglesia de Garriguella, y era conocido como el Trull d’en Julian o el Molí d’Oli d’en Maset, donde también se elaboraba el vino. En 1992, se sustituyó el sistema de prensado manual por el sistema de triturado continuo en dos fases. Por último, en 2005, se construyó en Garriguella la almazara actual y se ampliaron las instalaciones de elaboración con una segunda línea continua.

Molineros de las cosechas de otros agricultores

Hoy en día molturamos 1.400.000 kg de olivas de la variedad argudell de olivares propios y de clientes, que equivalen a unos 250.000 litros de aceite virgen extra de óptima calidad, los cuales envasamos y distribuimos bajo la denominación comercial Masetplana en nuestra comarca y en algunos establecimientos de Girona y Barcelona. No obstante, nuestra dedicación fundamental sigue siendo la de ejercer de molineros para las cosechas de los olivareros de la comarca y la de absorber los excedentes de aceite de estos agricultores.

Actividad vitivinícola

Como complemento a la explotación de los olivares, también, por tradición, hemos manufacturado vinos. Hasta hace unos años los caldos elaborados seguían una receta simple y se vendían al por mayor, pero hoy son fruto de la combinación de tres tipos de uva, y se comercializan a través de la marca A21, en honor a la edad que tenía mi hijo Julià, bajo cuya dirección por primera vez embotellamos 3.000 unidades, ya que hizo del vino su profesión, al estudiar enología. Desde entonces hemos trabajado dentro de la denominación de origen Empordà, utilizando variedades autóctonas, como la garnacha blanca, tinta y peluda o la cariñena macabeo, y combinándolas con pequeñas cantidades de variedades foráneas, como el merlot o el cabernet Sauvignon, entre otras, para la elaboración de vinos de crianza, tintos, rosados y blancos, con el objetivo de embotellar 300.000 botellas anuales.

“El pueblo que no consume sus productos gastronómicos tiene un gran problema de identidad”

Decía Manuel Vázquez Montalbán, reputado escritor, gourmet y amante del vino, que el pueblo que no consume sus productos gastronómicos tiene un gran problema de identidad. Hoy se asimila el vino a las bebidas alcohólicas de alta graduación, obviando los múltiples beneficios terapéuticos y su arraigo cultural. Al mismo tiempo, aun siendo exponente de la cultura mediterránea, es un gran desconocido, lo que explica que los consumidores medios alberguen en muchas ocasiones cementerios vinícolas y no enotecas, porque almacenan durante demasiado tiempo la bebida; en este sentido, debemos concienciar a los consumidores de que, en la mayoría de los vinos, su consumo preferente es antes de los 12 años.

Modernas instalaciones, bodega y museo en Garriguella

Después de haber tenido que vencer múltiples trabas burocráticas y haber construido las instalaciones en otro lugar y con un coste mucho mayor, hemos logrado poner en marcha unas modernas instalaciones en Garriguella, dedicadas a la elaboración de aceite y, en proyecto, está el traslado de la bodega a ellas y la construcción de un museo, que propondrá un recorrido por el fascinante mundo del vino y el aceite. Las visitas, que se complementan con degustaciones de vinos (en el caso de los adultos) y aceites, han suscitado gran interés entre los escolares de la comarca, al descubrir la historia y el proceso de preparación de dos alimentos básicos y emblemáticos de nuestra dieta y al degustar el tradicional almuerzo del área, consistente en una rebanada de pan bañada en aceite o, en su variante infantil, untada con una mezcla de aceite y chocolate.

Explotación de tres estaciones de servicio

Explotamos tres estaciones de servicio en la comarca: dos propias y una arrendada a Repsol. Entramos en el negocio como una manera de diversificar nuestras actividades y no depender solo de las explotaciones agrícolas. En otras épocas fue una actividad rentable, pero ahora los márgenes de negocio son muy ajustados.

Pasión por el trabajo, valor del esfuerzo y estima hacia los empleados

Entre las tres actividades, ocupamos a 30 personas, que desarrollan su labor en un clima familiar, próximo y de confianza. De hecho, uno de los valores que inculco a mi hijo es el trato cercano y campechano y la valoración de todos los trabajadores. En el futuro, cuando mi hija Mariona se incorpore al negocio, también intentaré inculcarle la pasión por el trabajo, el valor del esfuerzo y la estima hacia los empleados.

La diversificación empresarial minimiza riesgos

Creemos en la diversificación de actividades económicas como forma de minimizar riesgos. Nuestra filosofía empresarial ha partido del esfuerzo, el trabajo, la asunción de retos y la creación de riqueza por y para el territorio.

Burbuja inmobiliaria y actuación gubernamental

El exceso y la facilidad de crédito motivaron la burbuja inmobiliaria, que, a su vez, propició la llegada de miles de inmigrantes, los cuales, en algunos casos, se han establecido de manera definitiva. El Gobierno, por omisión, actuó de una manera negligente al no frenar aquella dinámica y tolerar la espiral especuladora.

Ni las administraciones ni los trabajadores valoran la función social del empresario

Empresario es quien trabaja con pasión para garantizar el futuro de su proyecto y su entorno. Los verdaderos empresarios no especulan, porque desean que su entidad les sobreviva, de manera que reinvierten parte de los beneficios en afianzarla y mejorarla y persiguen que el fruto de su esfuerzo y arrojo sea sostenible en el tiempo. Por desgracia, ni las administraciones ni los trabajadores valoran la función social del empresario, puesto que las primeras lo perciben como un defraudador en potencia y los segundos como un explotador que se enriquece a costa de su trabajo, y ambos obvian el gran esfuerzo personal y patrimonial que realiza.

Se reduciría la economía sumergida si el Estado fuera más eficiente

Si el Estado fuese más eficiente, probablemente la incidencia de la economía sumergida sería menor por dos razones: en primer lugar, porque se perseguiría con premura y rigor, y en segundo, porque la población se sentiría protegida y representada por la Administración y no actuaría a sus espaldas para buscar una solución a sus problemas cotidianos. Cabe reconocer que en España su incidencia ha de ser considerable, ya que con cinco millones de parados reales nos hallaríamos en un clima de confrontación social elevado.

Falta de representatividad judicial y política

La ciudadanía no valora de modo positivo la tarea de la judicatura ni de la clase política, puesto que algunas sentencias judiciales y los numerosos casos de corrupción evidencian que nuestros máximos representantes no están a la altura de las circunstancias. Los gestores públicos han de ser cuidadosos en extremo en sus decisiones porque están administrando el patrimonio de todos.

Simplificar la Administración

Hay que simplificar la Administración y convertirla en más eficiente desde la premisa del servicio público que prestan a la ciudadanía. Su máxima ha de ser la defensa y el apoyo de los intereses de los ciudadanos para que puedan conseguir sus objetivos administrativos particulares o empresariales con agilidad.

La indemnización por despido no debe poner en peligro el futuro de una entidad

Los despidos responden, o bien a la falta de adaptación de un empleado a la filosofía de una empresa, o bien a un cambio de coyuntura económica que obliga a una reestructuración. La indemnización por despido no tiene que poner en riesgo el futuro de una entidad tal y como ha sucedido hasta el momento.

Reducciones y congelaciones salariales a los funcionarios

Las quejas de los trabajadores públicos respecto al recorte y congelación de sus salarios son injustas e insolidarias porque no son el único colectivo que está sufriendo una merma considerable de sus ingresos. Los empresarios y asalariados del sector privado son los principales agraviados por una crisis que ha disminuido el volumen de facturación de las entidades, ha reducido los salarios y ha abocado al paro a millones de ciudadanos.