JAUME ROURA CALLS
Presidente de la Unió Patronal Metal·lúrgica (UPM)
Los momentos que estamos viviendo me obligan a ser poco concreto a nivel de datos, pero muy intuitivo sobre hacia dónde vamos. Por un lado, todavía estamos pagando los efectos de la pandemia, resolviendo el cómo se aplicarán de forma definitiva los fondos Next Generation y pendientes del cierre de este 2022 a nivel económico. Pero viviendo en un mundo cambiante, globalizado y marcados por una inflación que nos provoca la maldita guerra de Ucrania, las consecuencias todavía siguen siendo incalculables. Lo que sí sabemos y está en nuestras manos es qué podemos hacer. De este modo, el primer gran reto que nos proponemos los empresarios del sector metalúrgico en Barcelona y el resto de Catalunya es ir juntos. Juntos con los sindicatos, sus trabajadores; juntos con las administraciones y nuestros representantes actuales a nivel gubernamental; y juntos como sociedad. Porque, al fin y al cabo, una parte no se entiende sin la otra.
Sabemos que todos buscamos un interés individual, ser rentables y seguir generando economía y haciendo rodar el motor de esta. A veces, y mas cuando hay crisis disruptivas, el choque entre actores se puede producir. Pero es en estos momentos donde hace falta pensar en colectivo y nunca a nivel personal. Esta es mi bandera y la que intento transmitir a los míos, desde los convenios a nuestro día a día de relaciones laborales e incluso de amistad.
A partir de aquí, el gran reto también va enfocado a muchas otras directrices. Una de ellas es la formación. ¿Cómo puede ser que sigamos reclamando mano de obra especializada y, en paralelo a una oferta laboral atractiva, nos cueste tanto completarla? Nuestra patronal UPM trabaja incansablemente en ello, pero reclamamos al ámbito público que aplique políticas atractivas y haga llegar este mensaje. Sin los oficios, pese a la industrialización y digitalización, se pierde el alma de nuestro trabajo. y, por lo tanto, el sentido final de nuestros objetivos. Pero no me olvido de otro reto igual o más inmediato: la sostenibilidad. Y en este caso la divido en dos interpretaciones. Una sostenibilidad económica, sin ella no podemos seguir en el ON de la producción. Y una sostenibilidad ecológica. ¿Qué futuro tenemos como sociedad si no lo respetamos? Por todo ello, desde el ámbito empresarial catalán, seguimos impulsando la conversión a las energías renovables y en este aspecto todavía tenemos que apretar más si queremos cumplir con los propósitos de la Agenda 2030 y las directrices impuestas desde Bruselas.
He hablado de entendimiento social, formación y sostenibilidad. Estos serían los tres ejes, aunque sobre ellos hay otros satélites interesantes. Desde la exportación y las misiones comerciales para convivir en un mundo interconectado, el trabajo de excelencia para impulsar un Metal de calidad con nuestros procesos productivos y de seguridad normativa o, no menos importante, nuestra representación institucional al lado de partners, colaboradores y todos los que nos hacen ser más fuertes día a día.
He dicho al principio que este artículo, pocos datos a nivel numérico puede dar. Y así es, porque el mundo cambia cada día. Pero nuestros objetivos no. Seguimos transformando y avanzando hacia un Metal de calidad y comprometido con nuestra sociedad.
