Libros como este permiten conocer, de primera mano, las experiencias vitales de diversos emprendedores y emprendedoras de nuestro país en unos tiempos que nos han tocado vivir marcados por las incertezas, desde la crisis sanitaria originada por la COVID hasta los cambios sociales y económicos que se están produciendo y que se producirán provocados por la emergencia climática. No hay duda de que el mundo empresarial tendrá que asumir, en los próximos años, nuevos retos globales de una magnitud sin precedentes.
Así pues, cualquier proyecto empresarial, con vocación de futuro, no puede ser abordado sin tener en cuenta su sostenibilidad. Desarrollo sostenible y sostenibilidad que, por definición, tienen que incluir obligatoriamente tres ámbitos: el ambiental, el económico y el social. En el momento que no se tiene en cuenta uno o dos de ellos dejamos de hablar de sostenibilidad.
En primer lugar, los ecológicos que representan el estado natural de los ecosistemas que no pueden ser degradados. Hablamos de los recursos de la Tierra y de la calidad de vida de las personas.
En segundo lugar, los económicos, porque para que el desarrollo sostenible pueda perdurar en el tiempo es necesario que sea económicamente factible, tanto en la puesta en marcha de las medidas como en su mantenimiento y continuidad. Este aspecto económico obliga a tomar decisiones de compromiso, ya que ni el coste económico se puede minimizar absolutamente ni los otros ámbitos se pueden maximizar al infinito.
Y en tercer lugar los sociales, ya que los beneficios y los costes tienen que distribuirse equitativamente. Las políticas de desarrollo sostenible tienen que mantener la cohesión social al mismo tiempo que satisfagan las necesidades individuales de bienestar, culturales y de participación.
En la transición obligada hacia la mitigación del cambio climático no nos podemos permitir víctimas. El incremento de precios de bienes y servicios más contaminantes repercutirá socialmente de forma muy asimétrica y hemos de diseñar mecanismos efectivos y eficientes para compensar a los ciudadanos más vulnerables, prestando especial atención a los hogares con menor nivel de renta, los residentes en las zonas rurales o las personas con un nivel educativo inferior.
Este impacto asimétrico de la transición también afectará a las empresas. Las más pequeñas son las peor preparadas para afrontar los cambios que identifican como riesgos, destacando como principales el incremento de les cargas administrativas y la adaptación a los cambios de la regulación medioambiental.
Por todo ello, en la configuración de las nuevas políticas es imprescindible la cogovernanza, es decir, la participación activa de los agentes económicos, sociales, ambientales, de la ciudadanía en general y también del mundo científico.
Catalunya necesita emprender el camino de la revolución verde y lo tiene que hacer de la mano del sector ambientalista y de los sectores económicos. Con esta filosofía, en la configuración del Gobierno de la Generalitat de Catalunya, se creó un nuevo departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural que es responsable de les políticas agroalimentarias y forestales, de las de conservación de los espacios naturales y de la biodiversidad, de las dirigidas a la lucha contra el despoblamiento del mundo rural y de la mitigación del cambio climático, incluida la política energética.
Es la hora de cooperar en vez de competir. Es el momento de consensuar entre todas y todos nosotros, catalanes y catalanas que amamos nuestra tierra, su paisaje, su
biodiversidad y aquellos que viven de la tierra decidir qué país queremos, qué energías queremos consumir, qué queremos comer y cómo lo tenemos que producir.
Por último, quiero rendir un homenaje a las emprendedoras que aparecen en este libro. La revolución verde tiene que ir acompañada de la revolución feminista donde las mujeres emprendedoras rompan con los modelos tradicionales y sean capaces de visibilizar su capacidad para mejorar, modernizar y reinventar nuevos modelos de organización que se conviertan en modelos de éxito empresarial. Las mujeres son más flexibles, más capaces de gestionar diferentes frentes a la vez, se adaptan mejor al medio y negocian buscando que todas las partes ganen. Ellas están creando un estilo diferente de hacer las cosas, de vivir, de conciliar. En definitiva un estilo mejor de ser como sociedad.
