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Huella Legal

Demasiados abogados

En 1926 se publica la obra “Demasiados abogados”, de Piero Calamandrei. El escritor toma Italia como referencia para desarrollar su tesis, resumida en el título del libro. Ni la distancia temporal ni la ubicación geográfica restan la validez que el libro sigue teniendo actualmente en España, el segundo país con más abogados por habitante de Europa (únicamente superados por Italia). La precariedad en la que miles de profesionales se ven obligados a ejercer la abogacía no es un tema menor, ni mucho menos. El motivo no es sencillo, aunque sí simplificable: hay una notable desproporción entre el número de abogados y el número de asuntos.

Es en este contexto que una pandemia decide irrumpir en la vida cotidiana. Como es lógico, la situación descrita se ve aún más acuciada. No se debe únicamente al lamentable estado de la economía global. La llegada del Covid-19 arroja varias piedras al ya complicado panorama de la abogacía: menos casos, menos clientes, morosidad, etc.

Lentitud judicial y separación de poderes

La Justicia tampoco está saliendo indemne de este escenario. La conocida lentitud judicial no ha podido hacer otra cosa que empeorar. Los retrasos son innumerables, algunos alcanzan varios años. No es necesario apuntar que las dilaciones impiden la materialización de una justicia real. Una mejor informatización del poder judicial podría servir de empuje, pero el Gobierno parece estar más preocupado en incrementar su influencia en el Consejo General del Poder Judicial. Mientras los servicios telemáticos de trámites experimentan cuelgues constantes, el ejecutivo coquetea con la posibilidad de una reforma que permita un mayor dominio sobre la Justicia.

Todo parece apuntar a que la ola vírica dejará una corriente de retorno perjudicial para la abogacía, la justicia material y la separación de poderes misma.

La disrupción digital, un fenómeno global sin freno

Situación que puede tener un lado positivo: incentivar la ideación y desarrollo de soluciones. Los despachos van a tener que adaptarse, incorporar nuevas estrategias comerciales y expandir el ejercicio profesional hacia nuevos sectores. En este sentido, las redes sociales, Internet y, en general, las nuevas tecnologías de la información son el mejor aliado. Por fortuna, la accesibilidad a estos medios es cada vez mayor. Habrá que estar atentos a la disrupción digital, un fenómeno global sin freno.

Una muestra de la adaptación a estas nuevas formas de comunicación es la proliferación de portales de divulgación jurídica, que cuentan con una creciente presencia en las redes. Huella Legal es una web de esta naturaleza -divulgación de contenido jurídico-, publicada recientemente.