El Último Eco

Inspirada en hechos reales. El Último Eco

Con una breve pincelada sobre la guerra civil y la caza de maquis, inspirada en hechos reales, la pasión que pone el autor narrando El Último Eco acabará haciendo mella en el lector. Un libro para paladear hasta su imprevisible final.

Centrado en el eco de un disparo, cada capítulo va soltando ecos y mostrando el porqué de la situación violenta en torno a la cual gira la obra.
Sus protagonistas, seres vitales y enérgicos, llenos de sentimientos pasiones y desbordante sexualidad, son comparados, por el autor, con los coprotagonistas de el Último Eco, un linaje de perros blancos, que aman, viven y disfrutan al margen de los excesos de su clase superior.

Los personajes centrales utilizan como moneda de cambio para aplacar sus furiosos deseos de venganza a dos hermosas adolescentes que destruyen sin mayor reparo. Como si abusar de la adolescencia no fuera vergonzante.

Extractos de El Último Eco

Pág. 61
Chicas sin malicia, sin sentido del bien y del mal. No son conscientes de haber perjudicado jamás a nadie. Se aman a sí mismas y no entienden la necesidad de querer a los demás. Bastante tienen con su cruz como para cargar además con el peso de amar a otros.

Pág. 170
El tiempo pasa inexorablemente y afecta a todos por igual. Triunfa quien lo aprovecha para enriquecerse como persona. Fracasa quien no tiene un mentor adecuado en los años de la adolescencia. También fracasa quien carece de conciencia sobre la importancia del aprendizaje en la vida, quien desperdicia las historias que día a día se desarrollan a su alrededor.

Pág. 174
En los pueblos dedicados a la ganadería, a la agricultura o a la industria, se trabajaba y se vivía en paz. El cura decía la misa en latín y, desde el púlpito, echaba el sermón en catalán. El maestro impartía las clases en castellano. El catalán, el único idioma conocido en aquellas comarcas, estaba prohibido.

Previsualización del primer capítulo

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