En los últimos 30 años, la investigación en ciencias de la vida ha pasado de ser una actividad de las universidades, grandes empresas o hospitales de referencia a democratizarse en pymes, startups, spin-offs y centros de investigación punteros a nivel mundial, y se ha acelerado así el paso de la investigación básica al lanzamiento de productos y servicios tangibles en beneficio de toda la sociedad. En el sector de la biotecnología estamos hablando de nuevos productos terapéuticos, kits y pruebas de diagnóstico, nuevos materiales e infinidad de servicios que ayudan al proceso de I+D+i.
Como comunidad científica e innovadora que somos, no solo hemos acelerado el proceso de llevar productos al mercado en los sectores biotecnológicos o farmacéuticos, sino que la industria cosmética, entre otras, ha sabido identificar el potencial de invertir en investigación para poder ofrecer al mercado nuevos productos, con más valor añadido y más diferenciados en un mercado tan competitivo como es el cosmético.
En el Parc Científic de Barcelona hemos visto esta transformación a través de las empresas que tenemos ubicadas en nuestras instalaciones y el paso del tiempo. El Parc se fundó hace 25 años por iniciativa de la Universitat de Barcelona y hemos puesto en marcha siete edificios de laboratorios y oficinas que ofrecemos a empresas para que los alquilen y puedan realizar su actividad de investigación. Actualmente, acogemos a más de 3.500 profesionales del sector de las ciencias de la vida y ubicamos más de 125 entidades.
Aunque el sector cosmético aún es minoritario dentro de nuestra comunidad comparado con el de la biotecnología, lo hemos visto crecer y desarrollar empresas referentes como Infinitec, Algaktiv, Endor, Bicosome, Roka Furadada y Greenaltech, que han sabido aprovechar el conocimiento científico en ciencias de la vida y la infraestructura que tienen en las instalaciones del Parc para aplicarlo a su ámbito. Hoy en día, estas empresas están ofreciendo al mercado principios activos y sistemas de liberación con evidencia científica de la eficacia y seguridad que les permite competir a nivel internacional, generando conocimiento, empleo y riqueza.
Finalmente, mi sincero agradecimiento a Àngel Font y a su equipo por dedicar un tomo al apasionante mundo de la cosmética y la invitación a participar en el prólogo. Espero que las experiencias vividas por los y las empresarios/as que recoge el libro sirvan para animar a seguir invirtiendo en I+D+i en pro del progreso.