A menudo, en el mundo occidental, se ha ensalzado la figura del emprendedor como la figura clave para entender el desarrollo económico de una sociedad. La sociedad tiende a buscar referentes donde refugiarse y estereotipos sobre los que fundamentar sus creencias. Así sucede en ámbitos como el deporte, la cultura y también en la economía y en los negocios. Cuando hablamos de empresas o incluso startups de éxito, tendemos a canonizar a sus líderes: personas que, de forma prácticamente increíble, han sido capaces de tener ideas de negocio y la valentía suficiente para ver lo que otros no veíamos.
Simplificando el discurso, diríamos que los dos aspectos que se acostumbran a destacar de los emprendedores y empresarios de éxito son la creatividad y la osadía: personas que tienen una capacidad de generar ideas disruptivas por encima de los demás y con una inexistente aversión al riesgo. Sin duda, estos dos aspectos son importantes y conocemos casos (globales y cercanos) que responden perfectamente a esta clasificación. Aun así, el análisis más detallado de las biografías de las personas que lideran proyectos empresariales nos permitirá entender mejor las claves del éxito. Entre las páginas de este volumen encontraremos historias personales que han forjado personalidades que explican la baja aversión al riesgo o que ilustran la alta capacidad de generar ideas de negocio con sentido.
Veremos, además, como hay factores adicionales que son absolutamente determinantes. Destaco uno que acostumbra a obviarse: la disposición de un ecosistema de innovación, empresarial y de mercado que genera oportunidades de forma sistemática. Sin la generación de conocimiento y tecnología diferencial, los emprendedores difícilmente podrían idear productos disruptivos. Del mismo modo, sin la capacidad de generación y atracción de talento, un empresario no podría construir ni liderar equipos de alto rendimiento, capaces de llevar a la práctica las nuevas ideas. Y es que, al fin y al cabo, lo que es realmente diferencial de un emprendedor es la capacidad de implementar sus ideas con éxito. La creatividad es innata en todos nosotros y la aversión al riesgo es un concepto relativo. La disposición de conocimiento, talento y recursos, son elementos objetivos que influye de forma decisiva en un proyecto empresarial.
Entre estas páginas veremos casos que nos harán abrir los ojos sobre la verdadera esencia del empresario y de sus proyectos. Lo veremos a través de historias de un sector, como es de la cosmética, que en Cataluña es relevante y que cuenta con referentes en diferentes eslabones de su cadena de valor (Puig, Natura Bissé, Mesoestetic, Montibello, etc.). Genera más de 15.000 empleos directos y una facturación agregada superior a los 5.000 millones de euros. Además, se relaciona con sectores adyacentes imprescindibles como la química o el retail, que también tienen una presencia destacada en el territorio. El ecosistema cuenta con agentes específicos como el Beauty Cluster que ejercen de auténticos entornos de reflexión estratégica.
En definitiva, las empresarias y emprendedores de éxito en nuestro entorno tienen biografías interesantes, de las que vamos a aprender y en las que vamos a saber identificar, más allá de los estereotipos, los aspectos realmente diferenciales que atesoran.